Al cabo llegamos derechito y sin escalas en menos de una hora, gracias al servicio de Rutas del Sol, que se puede contratar en la improvisada terminal de La Pedrera, cerca del tanque de agua.
Ni bien llegamos a la entrada de la reserva (Cabo Polonio es un Parque Nacional que alberga un pequeño pueblo balneario), podemos no solo contratar el transporte desde la entrada hacia el pueblo, sino también aprovechar para informarnos sobre los horarios de los retornos, y, sobre otros servicios que hacen escala en el Cabo.
El transporte es una pequeña aventura en sí: Por los desparejos caminos de entrada, se llega al pueblo en las 4x4 acondicionadas a tal fin, en aproximadamente 40 minutos. Eso si, hagan uso del cobertor de la mochila si es que tienen, ya que de otra forma, y por donde viaja el equipaje, éste, podría terminar empapado y lleno de arena.
Diariamente tendremos servicios, aproximadamente cada 45 minutos, pero ojo, a no planear volver con lo justo si tenemos que tomar un colectivo para seguir viaje, ya que cualquier incidente con la camioneta podría comprometer nuestro horario de arribo a la entrada.
Otra cosa que aprendí en mi visita: También puede hacerse el trayecto desde y hacia la entrada caminando (Son unos 7 KM), pero en mi caso preferí ahorrar energía para recorrer el lugar en mi breve estancia. Curiosamente los que venden los pasajes desalientan hacer la entrada a pié con todo tipo de excusas, pero lo cierto es que, desde la 4x4, se observa que el camino del bosque está muy bien señalizado.
La población de Cabo Polonio estable es pequeña, conformada principalmente por pescadores, artesanos y el personal estable del faro. En temporada turística (enero-marzo) cuenta con varios restaurantes abiertos, posadas y casas para alquilar.
¿Los precios? Comparativamente y en relación costo/beneficios, ir a Cabo Polonio resulta mas caro que Punta del Este, por lo que no recomiendo pasar la noche ahí. Convengamos: Planificando bien, no es necesario, con una buena jornada de excursión a pié, disfrutamos de todo lo que el lugar tiene para ofrecernos.
Las viviendas no cuentan con energía eléctrica, salvo los lugares con grupo electrógeno propio o el faro, por lo que hay que ser muy previsores y racionar muy bien la batería de la cámara, y guardar el teléfono para la vuelta. De hecho, tampoco hay alumbrado público, lo que permite en las noches despejadas, apreciar el cielo nocturno como en pocos lugares de la costa uruguaya.
Tampoco hay cloacas, gas, ni agua corriente. De hecho, no encontré ni señal de celular.
Hoy, la primera parte de mi visita:
Hacé click sobre las fotos para verlas mas grandes.
También podés verlas directamente desde Picasa.
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La semana que viene, disfrutamos de la inmensidad oceánica, desde las playas del Cabo…
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