Así como hace algún tiempo discutíamos si disparabas o fusilabas, no necesariamente tenemos que estrictamente pertenecer a un grupo. Particularmente yo pertenezco al grupo de disparar, es decir, pensar y luego hacer clic. Pero muchas veces me he encontrado en situaciones de acción rápida y no hubo mas remedio que fusilar; utilizar el modo ráfaga y rezar por que alguna de todas esas tomas haya quedado bien. Situaciones donde no hay tiempo para pensar, evaluar y componer, como por ejemplo algo que nos toma por sorpresa, son las que nos obligan a fusilar.
El mayor incoveniente de fusilar es justamente la cantidad enorme de fotos similares con las que terminamos. La mayoría simplemente tendrán pequeñas variaciones, ya sea de movimiento o de acción, pero a fin de cuentas se trataran de casi la misma foto. Una vez seleccionada y procesada la elegida, nos queda el dilema de que hacer con las restantes. No se trata del clásico problema de tirar o no tirar las malas fotos ya sea por mal expuestas o fuera de foco, por ejemplo, sino de algo mas subjetivo, ya que de por si, por lo general esas fotos repetidas no dejan de ser buenas fotos. Enfrentare tres posibles escenarios, que tal vez también sean aplicables a otras situaciones, pero básicamente fueron pensados para este caso.
1. Guardarlas
Es el clásico acercamiento a este problema, hasta incluso cuando se habla de fotografías mal hechas o de pobre composición. La excusa principal se divide en dos: en una primera instancia, el hecho de que no sabemos si en un futuro encontremos que una de las fotos de la secuencia es mejor que la que habíamos seleccionado previamente. Tal vez mas adelante, en una recorrida de fotos viejas, podamos ver con otros ojos esa ráfaga y seleccionar otro candidato que nos guste mas en ese momento. La otra excusa es el hecho de que el precio de los discos rígidos y espacios de almacenamiento han llegado a niveles tan bajos que no vale la pena perder información en pos de ganar espacio.
2. Borrarlas
Es la única solución que puede llegar a terminar con nuestra duda o nuestra futura duda. Al eliminar de la existencia las imágenes que no fueron seleccionadas, ya no habrá dubitación y simplemente nos quedamos con aquella que fue elegida. La excusa principal es que todas se parecen y simplemente si la ráfaga es buena, cualquiera de las fotos que la componen es buena. Ademas, tal como se dijo en el punto anterior, estaremos ganando espacio en caso de que no lo tengamos.
3. Utilizarlas todas
En este caso se apela al collage: en vez de seleccionar una, directamente realizar algún tipo de composición con todas juntas. Hace poco te contabamos como realizar pequeñas historias a traves de los tripticos. Con armar algun tipo de imagen triple o cuadruple, estaremos usando todas las fotografias y dandole una razon al hecho de porque utilizamos el modo rafaga en su momento. Ademas, la ráfaga al extenderse en el tiempo, algo de variación tendrá, y por lo menos tendremos una simpática historia para contar.
Existe una cuarta opción que es perderlas: hubo casos donde apele al modo ráfaga, luego seleccione una y deseche el resto. Por alguna razón había grabado el resto en un disco compacto que perdí y algunos años después encontré. El hecho de revivir esos momentos y a la vez descubrir que había mas fotos de ese mismo momento que yo pensé que solo había una foto fue algo totalmente placentero. Es algo mas complejo de lograr, pero con la ayuda de una mala memoriase puede.
¿Y tu, que haces con tus fotos repetidas? Cuéntanos en la sección de los comentarios.
Foto: Street Grapes
Fuente: http://altfoto.com/2011/02/que-hacer-con-las-fotos-repetidas
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