El saxofonista vidmense vuelve a la región con los últimos materiales editados yse presenta en Neuquén, Viedma y Patagones. Junto a su banda, viene a presentar su CD "De gira".
Después de varios CD`s en su haber, el viedmense Pablo Porcelli anda difundiendo ahora "De gira", video digital también, que despliega imágenes de su paso por la región y otras provincias argentinas, ensayos y comentarios.
Claudio "Cloto" Eidler, baterista que lo acompañó hasta el año pasado es uno de los dueños de las definiciones del viaje que los lleva por el país: "Para mí es el sueño cumplido, porque cuando éramos chicos y veíamos las bandas que salían de gira e iban conociendo distintos lugares y en los comienzos del jazz, cuando los vapores surcaban el río (Mississippi en EE. UU.) difundiendo ese género, soñábamos que alguna vez haríamos lo mismo", dice él.
Completan el cuarteto con el que Pablo y su saxo se presentará en la región, el guitarrista Guillermo Marigliano, Maxi Rozenblum en bajo y contrabajo, y Claudio Eidler en batería. El miércoles 13 por la tarde dan una clínica en Bahía Blanca y a las 21 tocan en Faustino Bar; al otro día van a Neuquén, para tocar en Sherlock, Buenos Aires 133; el 15 en Viedma hacen lo propio en Bar Plaza, Laprida esquina Belgrano; el sábado dan otra clínica en Carmen de Patagones y por la noche vuelven al Bar Plaza.
En la entrevista con "Río Negro", Porcelli aclara: Es muy importante, en bandas como la nuestra, donde compartimos mucho tiempo juntos, que además de tocar bien o que seamos bárbaros, que musicalmente nos entendamos, hay toda una cuestión personal de mucho peso. Llegamos a estar cuatro, seis, ocho días, desde que nos levantamos hasta que nos acostamos, viéndonos todo el tiempo. Lo mejor quizás de la gira es que se termina de cerrar todo. Preparamos al músico, le pasamos los temas, ensayamos, tocamos en vivo, pero hasta que no hacemos un tour juntos, no vibramos igual. Une tanto que musicalmente estamos casi perfectos. Es raro lo que digo, porque viajando es cuando menos tocamos, pero la cuestión humana, la convivencia, hace que sintonicemos la misma frecuencia. Musicalmente se escucha eso, también.
–Tiene mucho de iniciático.
–Conozco más de la mitad de Argentina gracias a estos viajes, lugares a los que jamás hubiera ido si no fuera para tocar.
–Seguramente una obra surge recordando algún personaje lugareño.
–Es el caso de Chocorito, un muchacho que nos siguió en nuestro paso por Chile, a quien le compuse un tema que lleva su nombre y en el video se ve cuando lo tocamos en Puerto Montt. En mi disco anterior ("Vientos de cambio") hay otro que se llama "Patagonia", en el que busqué describir cómo se iba generando el horizonte desde que salía de mi casa hasta que llegaba a Viedma; cómo los rascacielos se iban achicando y comenzaba a ganar esa línea infinita, a lo lejos. Quise mostrar el cambio de las líneas verticales a las horizontales. Esa lejanía. Salir de Buenos Aires siempre está bueno. Y además el interior es mucho más cálido… Me gusta vivir acá, pero tomarse un descanso es saludable. El único momento duro es cuando me despido de los afectos. Una vez que subo a la combi, la angustia pasa. Pero esos instantes en los que cierro la puerta, me están esperando abajo, y dejo a la familia, me cuestan… En la bajada en el ascensor del quinto al cero, se me caen las lágrimas. Cuando dejo atrás la entrada del edificio, energía nueva, ya está. El duelo lo hago en el ascensor."
Fuente: http://www.rionegro.com.ar/diario/rn/nota.aspx?idart=599829&idcat=9523&tipo=2
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