Como ya hemos dicho varias veces, un 50mm sea probablemente la única lente que necesites para tu cámara. Su desempeño, hasta en sus modelos mas baratos, es excelente. Se trata de una lente con un ángulo de visión similar al de la vista humana y además suelen estar acompañados de aperturas extremadamente grandes, del orden de f/1.8, f/1.4 y hasta f/1.2. Estas aperturas reducen considerablemente la profundidad de campo convirtiendo a estas lentes en las favoritas para la fotografía de retratos.
Sin embargo, estas lentes en combinación de un sensor APS-C suelen ser algo tele, es decir, tienen un efecto zoom muy pronunciado, debido al factor de recorte de la cámara. Para explicarlo mas simple, imaginen un rayo de luz pasando a través de la lente. Este rayo, que forma la imagen, impacta en una hoja de papel rectangular de 15x10 centímetros, llenando perfectamente el área de esta hoja (obviamente el rayo de luz será circular, donde algo de luz escapara a la hoja, pero imagínenlo rectangular, para simplificar las cosas). Esta hoja de papel representa a un sensor full-frame. Ahora imaginen que esta hoja es de la mitad de tamaño, por lo que una buena parte de la luz que alcanza la hoja se pierde y escapa a esta. Esto es lo que sucede con un sensor APS-C
Al tomar retratos, parte de esa luz que escapa al sensor resulta ser la mas interesante, al menos compositivamente hablando. Esta sección de luz perdida es la que compone al fondo desenfocado que aísla y recorta al sujeto, creando ese efecto que tanto gusta. Con una cámara full-frame toda esta luz es aprovechada, pero con una APS-C esta información se pierde y no hay forma de recuperarla. Tampoco funciona alejarse del sujeto para compensar el acercamiento de la lente, ya que esto altera la perspectiva de la toma y crea una imagen distinta.
La forma de compensar esto es a través del panorama bokeh o el método Brenizer. Ryan Brenizer no invento esta técnica, como el propio fotógrafo aclara, sino que el hizo conocido el sistema y por alguna razón se tomo su apellido para nombrarla. Esta técnica consiste en aplicar las operatorias habituales en al toma de panoramas, pero aplicada a los retratos. Volviendo al ejemplo de la hoja, la de tamaño mas chico, esta luz que la excede se pierde, pero se puede hacer un pequeño truco para utilizarla. Imaginen que no tienen una sola hoja pequeña, sino que tienen cuatro. Su pusieran estas cuatro hojas en dos filas y dos columnas tendrían un gran área para abarcar toda la luz, incluso mas de la que la lente puede producir. De esto se trata los panoramas bokeh.
En vez de tomar una sola foto a nuestro sujeto, podemos tomar varias y luego unirlas en nuestro programa de stichtingfavorito. El resultado, tal como la imagen que acompaña este post, es una fotografía de poquísima profundidad de campo, pero de una baja longitud focal (al menos de manera aparente). El mínimo serian cuatro fotografías, para obtener el mismo rectángulo (o lo mas parecido) al que produce una foto normal. Pero existen casos de hasta 25, 50 y 55 imágenes. Lo importante es mover la cámara manteniendo el punto de vista. Lo ideal es realizarlo con un trípode, ya que la cámara se podrá mover de derecha a izquierda, arriba y abajo, pero sin desplazarse. En caso de que no tengas acceso a uno, mueve tus brazos y limita el movimiento tal como si la cámara estuviese colocado en uno de estos.
Si quieres algunos ejemplos ilustradores, no dejes de pasar por el grupo de Flickr dedicado especialmente a esta técnica.¡No olvides agregar tus resultados a nuestro pool!
Foto: Ryan Brenizer – Fuente: http://altfoto.com/2011/05/los-panoramas-bokeh-o-elmetodobrenizer
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