El cuarteto está muy enfocado al formato de canciones que no suenan a standards.
Mark Aanderud, David Gilmore, Luri Molina y Hernán Hetch. Foto: Especial
En el jazz, las complicidades no sólo son importantes: son fundamentales y, en muchas ocasiones, constituyen el motor de un proyecto. Así ha sucedido con el baterista Hernán Hetch y el pianista Mark Aanderud, quienes han convivido en diferentes agrupaciones desde hace cerca de ocho años.
Desde su llegada a México, Hetch, de origen argentino, se incorporó a la escena jazzística de México y le inoculó su vitalidad. Entabló contacto con el pianista mexicano y, como dice en entrevista, ha seguido tocando con él porque se da entre ellos un alto “intercambio de energía, de empatía. Compartimos ideas semejantes, energías y ganas de tocar. Eso hace que nuestros proyectos marchen”.
Hetch y Aaderud han trabajado juntos en diversas bandas, algunas con el pianista como líder o bien con el baterista al frente, pero también ha coincidido en proyectos de otros músicos. “Con él he trabajado en mil proyectos porque tomamos decisiones juntos, somos una sociedad. Nos gusta lo que hacemos, juntos funcionamos bien. Al estar funcionando bien, evidentemente sale música por todos lados, en proyectos que nos involucran. A veces él es director y en ocasiones yo cumplo esa función”.
Aunque oficialmente Mole Quartet toca desde hace dos años, es un proyecto que se viene gestando desde hace cuatro o cinco. El baterista comenta que el grupo “fue cambiando de nombre. A veces hacíamos cosas por separado, pero en realidad eran grupales. Las cosas se fueron acomodando hasta que nos dimos cuenta que estábamos en demasiadas cosas juntos, así que lo más lógico era hacer todo como si fuera siempre un grupo. Así surgió Mole Quartet”.
El grupo se presentará el 23 de agosto en el Lunario del Auditorio Nacional en el ciclo Concierta Independencia. En esta ocasión incluirá a David Gilmore, guitarrista estadunidense que ha tocado con figuras como Wayne Shorter, Dave Douglas, Sam Rivers y Steve Coleman, además de tener una carrera notable como solista.
Tanto Mark como Hernán pasan mucho tiempo en Nueva York, lo que les permite tocar con frecuencia con otros músicos. “Tenemos muchos gustos en común y, en el caso de Gilmore, a ambos nos gusta su sonido. Nos encontramos con él, platicamos, le gustó nuestro proyecto. Empezamos a tocar, grabamos algunas cosas y comenzamos a hacer conciertos”.
Para Hetch, Gilmore es “uno de los guitarristas más importantes de la escena jazzística mundial. Posee un sonido superprofundo, un lenguaje rítmico, melódico y armónico que nos gusta. Es jazzista, pero también rockea y groovea. Lo mejor es que es un ser humano increíble, un gran sideman y un gran instrumentista. Toca con quien sea y se acopla increíble. Es una escuela tener a alguien así en este proyecto”.
El grupo se complementa con la presencia del contrabajista Luri Molina, con quien también han coincidido en diversos proyectos (algo semejante ocurre con el contrabajista Aarón Cruz).
Mole Quartet grabó el año pasado What’s The Meaning para el sello Real Noise. “En general son composiciones de Mark, producidas por ambos y con arreglos de todos. Es jazz contemporáneo, pero bastante energético, con espíritu groovero más que swinguero, enfocado al formato de canciones, obviamente con mucha improvisación, pero canciones. Es jazz contemporáneo, un poco progresivo”, finaliza el baterista.
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