John Carmack, director técnico de la empresa de videojuegos id Software, asegura que los títulos violentos pueden servir como válvula de escape para reducir la agresividad en los jugadores adultos.
El responsable de títulos míticos como Doom o Quake pone en tela de juicio la creencia de que los videojuegos tienden a aumentar la violencia de sus usuarios.
El desarrollador comenta que ha estado toda su vida profesional dedicado a juegos con altas dosis de violencia, y recuerda que eso no ha tenido consecuencias negativas en su desarrollo ni le ha vuelto una persona más agresiva.
Es más, Carmack defiende que “los asistentes a un encuentro de fans de Quake probablemente sean personas más pacíficas que las que se pueden encontrar en un equipo de atletismo universitario”.
El experto concluye que en la mayoría de casos los videojuegos tienen efectos positivos y reducen los niveles de agresividad, y asegura que en el peor de los casos son neutrales y no llegan a influir sobre los usuarios.
vINQulos TechRadar
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