Esta semana comenzó una ola de relanzamientos de su discografía y se abrió una muestra en Londres, mientras la BBC prepara un documental y se rodará una película
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Febrero de 1971. Freddie Mercury, un adolescente con ambiciones de estrella; Brian May, un estudiante de astronomía que había creado su propia guitarra eléctrica; Roger Taylor, un baterista que se había escapado de su padre para no terminar como dentista; encontraron en John Deacon al bajista perfecto, un nerd de la electrónica con un perfil bajísimo que cuajaba a la perfección con el ego del resto de los integrantes. Era el nacimiento oficial de Queen, la banda que cambiaría la cara del negocio del rock, vendiendo más de 170 millones de discos y que sería capaz de lograr que un tema incomprensiblemente hipnótico y largo como "Rapsodia Bohemia" se transformara en un hit radial de época, ya que se las ingenió para imponerse a los cambios culturales y sónicos desde los tiempos del glam rock, pasando por el rock progresivo y el punk, para crear esa extraña criatura pop ampulosa y excéntrica que mantendría la monarquía de los top ten durante largos períodos, volviendo una y otra vez a la "vida", a pesar de la muerte de Freddie Mercury, en 1991.
Enero de 2011. Esta última semana los lanzamientos de moda -en el top ten de Inglaterra se ubican Bruno Mars, Jessie J, Rihana y Adele- tendrán que vérselas con el flamante relanzamiento de los Greatest Hits I y II, dos discos imbatibles de Queen en ventas, que abrieron oficialmente la celebración del 40 aniversario de la banda. Con Freddie Mercury cantando desde la tumba, es difícil que los favoritos de la actualidad consigan emular los récords que ostenta la Reina: 18 álbumes número uno contando los discos en vivo y los compilados, y la histórica actuación de 1986 en el Live Aid en el estadio Wembley, que fue vista por una audiencia televisiva de dos mil millones de personas.
Pasaron casi diez años de la muerte del icónico Freddie Mercury a causa del sida y, sin embargo, la Reina entrará en su año de mayor productividad -relanzamientos de su discografía, películas en Hollywood y documentales de la BBC, muestras multidisciplinarias y la continuidad del musical "We Will Rock You" -tras la última gira en 2008 que había puesto a Brian May, a Roger Taylor, (los originales integrantes de Queen) y al cantante Paul Rodgers (Bad Company) sobre el escenario, recordando los hits de la banda y estrenando las canciones del disco The Cosmos Rock.
El 40° aniversario les vino como anillo al dedo a los sobrevivientes de Queen y a todos sus fieles seguidores alrededor del mundo, para que la banda "despierte" nuevamente. El sello Island Record firmó un acuerdo para la remasterización y el relanzamiento de sus 15 álbumes de estudio, que tendrán nuevos diseños y material inédito, en onda con una tendencia de las majors de recurrir a los tesoros de su catálogo (ver recuadro). A los Greatest Hits le seguirán una serie de cinco discos que trazarán una panorámica vital por los orígenes del súper grupo británico, que sorprendían, desconcertaban y dividían a la crítica de la época con ese sonido de capas de guitarras hard rock, atmósferas espesas y barrocas, letras que hablaban de ogros, reyes y descontento social, ademas del inquietante charme de ese cantante nacido en Tanzania que todavía se hacía llamar Freddie Bulsara.
"O son el futuro del rock o son un grupo de maricones lunáticos intentando subirse al tren de Bowie, haciendo una mala imitación de Black Sabatth", señalaba una crítica del respetable medio inglés Melody Maker . "No hay duda de que este cuarteto inglés tiene todas las herramientas para reclamar el trono al que abdicó Led Zepellin dentro del rock pesado y para convertirse en una fuerza verdaderamente influyente en el mundo del rock. Su álbum debut es excelente", prometía la revista Rolling Stone , ya en 1973.
Freddie Mercury era el que más disfrutaba con la controversia que generaba la estética del grupo en aquellos primeros años salvajes y acuchillaba por la espalda el rumbo solemne que estaba tomando el rock por esos años, al elogiar a Liza Minnelli por sobre Led Zepellin, autoproclamarse los Cecil B. de Mille del rocanrol y contratar a la diseñadora Zandra Rodhes para vestir las performances de sus conciertos, que se transformarían en el punto más fuerte de la banda. "Siempre hemos querido ser estrellas pop y el grupo sabe como utilizarlo. Aunque el campo de la imagen ya ha sido establecido por gente como Bowie y como Bolan (T. Rex) nosotros lo estamos llevando a otro nivel. El concepto de Queen debe ser real y majestuoso. El glamour es parte de nosotros", declamaba la voz cantante por aquellos primeros años.
En vivo, Queen explotó al máximo el recurso de la imagen como ningún otro grupo de la época. Ni hablar de su cantante, que se pavoneaba con exuberante naturalidad por el escenario con diseños extravagantes, que influenciaron y marcaron a toda una generación pop, desde Lady Gaga a Siccors Sisters, con una estética propia que escandalizaba y llamaba la atención del publico. Y ese será el eje central de la muestra Stormtroopers in Stilettos (Soldados de asalto en stiletos): Queen, The Early Years, que se inaugurará el mes próximo en corazón de East End de Londres. La exposición es una retrospectiva por la protohistoria del grupo (los años de Smile, el primer grupo de Brian May, Roger Taylor y Freddie Mercury) pasando por los excesos, drogas y fiestas glamorosas como celebrities de rápido ascenso hasta la transformación en la gran bestia pop de 1976, cuando congregaron a más de 150 mil personas en Hyde Park. Tiempos que iniciarían tours monstruos, aquellos que en 1981 los traería al recordado concierto en Vélez junto a Diego Maradona.
Tan jugosa historia no podía pasar inadvertida para Hollywood (ver aparte) y también tendrá un documental de la prestigiosa BBC con entrevistas y material inédito de archivo durante este "año homenaje".
Cuarenta años después la banda formada por Mercury, May, Taylor y Deacon es una leyenda difícil de olvidar. Como decía en los setenta Freddie Mercury, su principal mentor: "En cuanto conseguimos ser conocidos, supimos que no había límites para lo que podíamos hacer". Profecía cumplida: el mito sigue vivo.