Una revisión de la historia detrás de una de las obras rock más sonadas de los 90’s y los hechos que la convirtieron en el disco definitivo de los GN’R
En materia discográfica, el año 1991 estuvo repleto de hitos musicales. Coincidieron en ser editados ese año el debut de los Smashing Pumpkins (“Gish”); el disco negro de Metallica, que los lanzó a los charts mundiales; el “Blood Sugar Sex Magik” de los Red Hot Chili Peppers, quizá el disco más celebrado de los californianos; el “Nevermind” de Nirvana, segundo elepé de Cobain y compañía que marcaría el inicio de su meteórica escalada al estrellato; los irlandeses de U2 se sumarían con el revolucionario “Achtung Baby”, repleto de hits; el debut de Pearl Jam, “Ten”, se sumaría a Nirvana para poner de moda los términos “grunge” y “alternativo”, pero a punta de un visceral e introspectivo rock n’ roll; hasta el “Dangerous” de Michael Jackson, con el megahit “Black or White” y un sinfín de exitosos sencillos sería editado ese año.
Pero ese también fue el año en que el sleazy rock de Guns N’ Roses se puso traje de gala, creció en ambición y le puso epitafio al glam ochentero con el lanzamiento simultáneo del “Use Your Illusion I & II”, un 17 de setiembre.
Con sietes discos de platino cada uno, la obra doble probó a la larga que un lanzamiento de tal envergadura comercial y artística sí era posible, a pesar de que era infrecuente que los grupos entonces tuvieran discos dobles. Ese día, salieron al mercado 4,2 millones de copias, uno de los lanzamientos de mayor dimensión en la historia de la música.
En los albores de la era del disco compacto, los UYI fueron editados también en cassette y en vinilo: suman más de dos horas y media de música, a lo largo de 30 canciones, de entre las cuales la gigantesca disquera Geffen (que también editó el “Nevermind”) lanzó nueve sencillos de enorme éxito cada uno.
Se podría decir que se trata del momento en que la banda se pone seria. Para empezar, se deshacen de su baterista original, Steven Adler, por su incapacidad para cumplir con su trabajo a causa de su adicción a las drogas (contratan a Matt Sorum de The Cult): Adler solo completa la percusión en “Civil War”. Izzy Stradlin completa las grabaciones, pero lo complejo de una gira con ese repertorio también lo terminó alejando del grupo, lo que supuso la entrada de su reeemplazo, Gilby Clarke, y un nuevo avance en la lenta pero inminente caída de la banda en su formación original.
En segundo lugar, W. Axl Rose se sienta en el piano a componer y esa vena se figura claramente en las canciones; de hecho, Dizzy Reed y sus teclados se convierten en un ingrediente permanente de la banda, en estudio y de gira.
En tercer lugar, se atreven los gunners a lo que no se atrevieron otras bandas de su promo (dígase Poison o Mötley Crue a quienes, quizá injustamente, se suele meter en el mismo saco con los GN’R): componen largas canciones, de cinco, siete, ocho, nueve y hasta diez minutos. La millonaria producción permitió darle forma a los intrincados pasajes musicales de Rose, Slash, Duff McKagan e Izzy Stradlin y con ello pudieron ver la luz obras monumentales como “Estranged”, “Coma” o “Breakdown”. Una movida ciertamente riesgosa en lo comercial.
Cuarto, el punto anterior también se hizo evidente en los videos. En el clímax de la cultura del videoclip, los GN’R armaron una breve trilogía fílmica dirigida por Del James con “Don’t Cry”, “November Rain” y “Estranged”. Este último tuvo un presupuesto mayor a los US$4 millones, cifra de escándalo aun hoy. En los dos primeros videos, la supermodelo Stephanie Seymour, la novia de Rose entonces, protagoniza junto al cantante las escenas sobre las tensiones amorosas y una boda que acaba en tragedia. Para “Estranged”, la pareja ya se había roto y más bien el tema era la ruptura, la soledad, el ostracismo y la miseria detrás del estrellato, con un renacer final.
Quinto punto, la gira mundial que acompañó el lanzamiento. De enero de ese año, 1991, a julio 1993, los gunners ofrecieron 194 conciertos en 27 países, en lo que en un momento se llegó a conocer como el tour más peligroso del planeta, por la cantidad de sucesos oscuros que naturalmente surgen en giras tan ambiciosas. Tardanzas por el eterno majadero de Axl Rose, cancelaciones a última hora, suspensión de tocadas por engreimientos, la quemadura de James Hetfield en la gira conjunta con Metallica, incluso la imposibilidad de la banda para salir de Venezuela, cuando dos días después de su concierto ahí Hugo Chávez lideró un fallido golpe de Estado que sumió en la convulsión al país llanero. Este fue el punto de inflexión del grupo, pues a poco de iniciada la gira, Stradlin dejó el grupo por su creciente tensión. Acabada la gira, la relación entre el tridente original remanente (Rose-McKagan-Slash) se resquebrajaría para siempre y acabaría con la banda original por completo en 1997, con la salida de Duff.
En sexto lugar, lo más importante: las canciones. “Estranged”, “Coma” o “November Rain” son claros ejemplos de las aspiraciones mayores de Rose en la composición, con marcadas y diversas secuencias melódicas en cada canción, ruptura de las estructuras convencionales de sus piezas, a diferencia del célebre “Appetite for Destruction”. Solos de guitarra memorables y de compleja ejecución, que supusieron interminables tomas en estudio (“Breakdown” fue una de estas grabaciones, con un Sorum a quien le costaba no perder el ritmo). El homenaje a un par de monstruos del rock como Bob Dylan y Paul McCartney con “Knockin’ on Heaven’s Door” y “Live and Let Die”, que se convirtieron inmediatamente en imprescindibles del catálogo gunner. Y canciones de perfil más bajo como “Right Next Door to Hell”, “Double Talkin’ Jive” (con la secuencia flamenca del disco), “Pretty Tied Up”, “Dead Horse”, “Yesterdays” o “Get in the Ring”, en las que la escencia glam continuaba viva, bullente y fulgurante, aunque, ciertamente, con un sonido de mayor robustez y más afiatado.
Según Slash, varias de las canciones se terminaron en una amanecida de dos noches en su casa de Los Ángeles, con toda la banda. Otras se concibieron, tal cual quedaron, años antes, como “November Rain”, aunque debieron ser ampliamente pulidas y arregladas. La guitarra de “Coma”, por ejemplo, confiesa en una reciente entrevista para la revista “Total Guitar”, fue escrita por él en su delirio de heroína, aunque durante gran parte de las sesiones de grabación logró dejarla y quedarse en el medio galón de vodka diario que solía tomarse con jugo de naranja.
“Civil War”, por ejemplo, fue una de las primeras en ser escritas luego del “Appetite…”, pero su grabación debió ser relegada porque no encajaba en el concepto acústico del predecesor de los “UYIs”, el “Lies”.
La lápida del glam rock debe lucir las carátulas amarilla/roja y azul/violeta (obras del artista plástico Mark Kostabi que son una reinterpretación de “La escuela de Atenas” de Rafael) de los “UYIs”. Los Guns no volverían a editar un disco con material inédito —en el 93 vino el disco de covers “The Spaghetti Incident?” y recién en 2008 el “Chinese Democracy”, con Axl como único miembro original en la formación—. Y, nuevamente, el desplazamiento de Los Ángeles realizado por Seattle como capital estadounidense del rock por esos años sería la consecuencia de la cimentación de las carreras de Pearl Jam y Nirvana (que, repetimos, saltaron al estrellato ese mismo año) y de una oleada de bandas amigas, hermanas o primas como Soundgarden, Alice in Chains y Stone Temple Pilots. Un hecho que no solo enterró rock del mainstream sino también algunos subgéneros del heavy metal menos comercial.
Fuente: http://elcomercio.pe/espectaculos/1304330/noticia-use-your-illusion-guns-roses-cumplen-20-anos
Mi tributo desde la batería: http://www.nouslandia.com.ar/2010/11/november-rain-guns-n-roses-y-yo.html