Andrew Stanton inició su carrera como diseñador de Toy Story y como ayudante de dirección en la película A Bug´s life (Bichos, una aventura en miniatura). Pero sus proyectos en solitario fueron un rotundo éxito, pues ganó dos Oscar por la dirección de dos joyas de la animación de Pixar: Finding Nemo (Buscando a Nemo) en 2003 y Wall-E en 2008. Sin embargo, su último proyecto, John Carter, ha resultado un fracaso apoteósico en taquilla, y las pérdidas que Disney tuvo que asumir por el film ascendieron a 200 millones de dólares. En una entrevista realizada por el portal Comingsoon en febrero de este año afirmó su reticencia a la realización de una secuela, ante una pregunta que le demandaba sobre la posible realización de obras que continúen la vida de los personajes de Finding Nemo:
[Una secuela] Siempre deja mal sabor de boca, porque nunca lo planeé, y odio hacerlo… Y en Pixar hemos dicho lo siguiente. Tenemos una especie de acuerdo: no estamos en contra de las secuelas si amamos la historia tanto que morimos de ganas por hacerla.
Pero Stanton no está en posición de arriesgar en su filmografía tras las pérdidas ocasionadas por John Carter, así que ha debido aceptar el encargo. No obstante, su presencia siempre es garantía de una cierta innovación en el tratamiento de la animación, pues nadie apostaba antes por reducir casi al silencio el guión de una película de animación y ahora es imposible negar que los primeros minutos de Wall-e expresan una mayor intensidad emocional que la mayor parte de dramas sobre parejas con actores reales.
La duda se despierta ante la conveniencia de esta secuela. Finding Nemo es una auténtica road movie submarina, pues su búsqueda de Nemo es un viaje hacia el interior de su subjetividad, pues el contraste con la vida en la pecera ofrece una nueva perspectiva sobre su forma de vida en libertad en el mar. Gracias a ese adulto tratamiento de los personajes logró tal calidad en Finding Nemo. No obstante, el género road movie bloquea en numerosas ocasiones la secuela, pues normalmente finaliza con la llegada al destino, y si el destino no importa, sino el viaje, es difícil realizar un film sobre la vida en ese nuevo espacio. Así, deberemos esperar nuevas noticias para descubrir el argumento del film y ver qué puede aportar a Finding Nemo, que podría convertirse en una saga siguiendo la exitosa estela de Toy Story.
Fotos: Herocomplex
Fuente: http://extracine.com/2012/07/finding-nemo-2
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