La lente por excelencia para probar esta técnica es el 85mm, o incluso con un 50mm, que aprovechando las grandes aperturas resultan en imágenes con un fondo muy difuminado, que recortan y separan la figura del fondo, ademas de tener darle un aire onírico a toda la fotografía.¿Pero que tal si solo tienes una lente de 400mm?
Este fue el desafío de Von Wong, fotógrafo canadiense, que tras recibir un 400mm prestado de Nikon le tomó unos retratos al músico Andrew Kesler en la terraza de un edificio. Unas cuantas fotografías después y algo de tiempo uniéndolas, dieron como resultado este perfecto retrato ycremoso fondo:
Como extra, la iluminación vino de la mano de tres iPhone, dos a su costado y uno detrás. Si quieres leer la experiencia completa, puedes visitar su blog. A continuación, el backstage:
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