En 1997 los ví por primera vez, cuando volvieron a visitarnos en el marco de su reunión con Ace Frehley y Peter Criss, en su primera visita maquillados. En ese momento, (y habiendo visto a AC/DC en el mismo lugar, presentando Ballbraker), y me hicieron verdaderamente sentir el ser parte de una época de gloria, de bandas fundadoras con shows increíbles, y de momentos que pasaron, pero que serán eternos. Ese show contó con todo lo mejor que la banda podía ofrecer en su momento, con el agregado de los penosos solos de Frehley y Criss, cuyo virtuosismo con sus instrumentos nunca fué de destacar.
En 1999, con la misma formación, venían a presentar Psycho Circus. Un disco que dejaría su corte de difusión en el repertorio de las giras siguientes, pero que pasó sin pena ni gloria por las bateas, salvo por la llamativa edición con la tapa animada. El show prometía una revolución 3D, y así fué que todos los asistentes a River, ese día, recibimos a la entrada nuestros anteojos a dicho efecto. El show no fué lo que había sido en la experiencia anterior, tanto por la química entre los músicos, como por los recursos usados en el mismo. Rammstein como soporte, se llevaría la corona del mejor show de la noche.
En 2009 vinieron como parte del Quilmes Rock. No fuí, y lo bien que hice. Los videos de un show sin aditivos, con un Paul Stanley disfónico, y con una tirolesa que dejó prestar servicio cuando quiso, sumado a los comentarios de algunos conocidos que se hicieron presentes, me hizo pensar que esta banda estaba ya en su ocaso.
Pero… Volvieron.
Y el 2012 nos encontró con una renovada formación de la banda, pisando de nuevo la arena riverplatense.
Y qué formación!
Paul Stanley en guitarra y voz, junto a Gene Simmons en bajo y voz, impecables. Tommy Thayer en guitarra y voz, cruza el virtuosismo sobre el instrumento y carisma de Bruce Kulick, con la emblemática imágen de Ace Frehley. Lo mismo aplica para Eric Singer, este gran virtuoso de la batería y muy buen cantante, vistiendo el maquillaje de Peter Criss.
Simplemente lo mejor de lo mejor.
El show empezó con media hora de demora, luego del por demás extenso set de Rata Blanca.
Sinceramente, el escenario, no prometía nada. Sin las clásicas banderas de la Kiss Army a los costados, con una estructura prácticamente desnuda, y, con dos pantallas pequeñas a los costados, que parecían de los años ‘90. El panorama no era alentador, sobre todo teniendo la experiencia de shows de la banda cada vez peores, pero, confiamos.
Y no nos defraudaron.
Kiss dió su mejor show en Buenos Aires, ante lamentablemente una cancha que no terminó de completarse.
Cayó el telón, y tras un acercamiento en video que nos llevó desde el espacio hasta los mismísimos pasillos de river, en donde se veía a la banda viniendo al escenario, el panorama cambió radicalmente.
Fuegos artificiales sincronizados con la música, fuego, plataformas móviles, increíble iluminación y efectos de todo tipo, adornaron un show impresionante. En el fondo, una gran pantalla gigante animaba la escenografía, así como, los cantos de los desniveles del escenario, formaban parte de este despliegue de sonido, humo y colores nunca antes visto. Las luces tuvieron tal intensidad que fué imposible para la cámara registrar algo coherente, durante su mayor esplendor. Todos los recursos fueron usados una y otra vez, muy oportunamente.
Los solos de todos estuvieron increíbles. Gene Simmons escupiendo fuego, sangre, y volando para cantar desde el techo del escenario “God Of Thunder”, Paul Stanley tuvo grandes momentos, cuando cantó junto al estadio la intro de “Black Diamond”, en un clima de gigantezca intimidad, muy difícil de transmitir. La infaltable tirolesa, también lo llevaría a cantar “Love Gun”, desde el centro del estadio. El cumpleañero Tommy Thayer demostró en todo momento que es merecedor de su puesto. Y finalmente me dí el gusto de ver a Eric Singer, uno de mis bateristas favoritos, en vivo. Sin igual.
El playlist estuvo muy bien intercalando clásicos y solos con unas 6 canciones del disco nuevo. Incluso me sorprendieron con War Machine. Los que extrañé: Deuce y Firehouse, pero nada es perfecto.
Y para el final, un show de fuegos artificiales, como nunca ví en mi vida. Mas de 5 minutos que nos tuvieron a todos en vilo y de sorpresa en sorpresa. Un cierre de oro, para un show que quedará en la memoria.
Dejo el video que compilé con algunas partes del show, incluyendo fragmentos de la apertura con Detroit Rock City, Hell or Hallelujah, Los solos de Tommy Thayer, Eric Singer y Gene Simmons, Love Gun, Black Diamond, Rock and Roll All Nite, y el final pirotécnico casi casi completo. La calidad no es muy buena, pero, permite tener una idea de lo que fué.
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