Pero James Franco carece de los derechos de la película. Y es que, en realidad, no pretende realizar un remake fiel al film: lo que quiere es indagar en la sexualidad homosexual de forma directa. Así, su idea ha sido la realización de un remake de las escenas suprimidas del film, las más explícitas, que no pudieron integrarse en la narrativa ante su carácter excesivamente sexual. Esas escenas desaparecieron, así que Franco va a fabular con su leyenda para crear una narrativa fundada en el contacto sexual entre hombres. Y algo literal, pues va a filmar escenas de sexo reales, sin simulación. Todo ello sobrevolado por esa iluminación azul, de cierta frialdad sexual, que presidía cada imagen nocturna de Cruising.
En definitiva, el propósito de Inside. Leather. Bar es tratar de integrar la narrativa del porno en el pacto de verosimilitud, algo que no ocurre normalmente, pues como afirma Slavoj Zizek, la gran tragedia del porno es su tránsito desde un género realista hasta un género fantástico en el momento en que comienza el coito. Porque un relato verosímil para el espectador deviene increíble y bloquea su continuación: toda la narrativa comenzada en la presentación de personajes, aunque fuese mínima, se quiebra tras la pérdida de la ropa por los actores, y al espectador le resulta increíble la conexión de los estímulos sexuales con los personajes antes definidos. Si antes había un pequeño relato, ahora sólo quedan fragmentos de sexualidad que eyaculan sobre el espectador.
Así, con esta obra, Franco y Mathews pretenden realizar un análisis de la sexualidad en dos perspectivas. Por un lado, en la propia vivencia de la misma, abordando la supuesta liberación sexual vivida en occidente y las fronteras que todavía existen entre piel y piel: en definitiva, señalando esa imposible vivencia del placer absoluto en un occidente que todavía mantiene rigideces en la relación con la alteridad. Por otro lado, en el visionado de una escena sexual: el film pretende hacerlo creíble, impedir la huida del espectador tras la eclosión del orgasmo y poder aprehender el porno como un objeto artístico, y no puramente destinado a la estimulación sexual.
Inside. Leather Bar tendrá dos versiones: una más explícita, de distribución en museos a partir de finales de este mismo año, para su perfecta exposición como obra de videoarte; y otra menos explícita, que llegará a las salas. Ésta será la versión que se estrenará en el festival de Sundance de 2013, donde participará en la Sección Nuevas Fronteras. Veremos si obtiene una fecha de estreno en salas comunes, en este film que, por sus propósitos, es pura subversión.
Fuente: http://extracine.com/2012/12/trailer-inside-leather-bar-videoarte-porno-gay-james-franco
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