Una de las principales reglas que aprendemos al estudiar la fotografía es que
a mayor profundidad de campo, mayor nitidez. Esto claro no es tan sencillo como lo acabo de exponer, pero es una versión simplificada de como funciona la lente. Al cerrar el diafragma, una mayor porción de la composición estará enfocada y por lo tanto la
acutancia final será mayor. Una apertura de f/64 nos asegura que casi todo lo que pongamos frente a la lente, estará enfocado. La difracción de la lente es una de esas excepciones a la regla.
Cuando la luz atraviesa la lente y el diafragma, puede que pase directamente, solo interactuando con los cristales,
o puede ser interferida por las palas de este. En aperturas grandes, como f/1.8 a f/4, la luz pasa por el medio y no sufre ningun tipo de rebote. Cuando la apertura es más cerrada, la luz rebota y es redirigida por la accion de las palas.
Difracción es un termino físico para denominar el comportamiento de las ondas
al chocar contra otros objetos. El concepto en si es bastante complejo y excede a mis capacidades, pero todos aquellos interesados pueden leer
el interesante articulo de la Wikipedia acerca de este fenómeno. De todas maneras, con solo entender su funcionamiento básico alcanza para entender la difracción de la lente.
Suponiendo que estés fotografiando una pared amarilla, si lo hicieras a f/2.8, por ejemplo, la luz que alcanzaría el sensor seria perfectamente redonda, en concordancia con el elemento frontal de la lente, que también es redondo. Al ir subiendo la apertura y por lo tanto cerrando el diafragma, la luz sería difractada por este y este circulo amarillo perfectamente definido
empezaría a difuminarse, creando bordes suaves en vez de duros como lo haría una apertura más grande.
Cuando las aperturas son grandes, los rayos de luz alcanzan cada pixel del sensor
y lo ocupan plenamente. En aperturas muy pequeñas, en cambio, la luz esta profundamente difractada y cada pixel es “rellenado” de manera suavizada, por lo que en vez de recibir rayos de luz definidos, llegan masas de colores que pueden ser tomados por 2 o más pixeles en conjunto, interfiriendo su información entre si.
Si lo he explicado bien, habrás entendido cual es el problema de la difracción. A medida que vas haciendo más chico el diafragma, la luz empieza a difuminarse y a perder acutancia, por lo que en la imagen final, lo que se suponía que debería estar extremadamente enfocado,
termina pareciendo ligeramente difuminado.
La difracción actúa solo en aperturas extremadamente cerradas, y estamos hablando de números
como f/32 o f/57. A estas increíbles aperturas, la luz esta tan difuminada que las imágenes pierden acutancia y terminan, para los
pixel peepers, viéndose algo desenfocadas. El siguiente ejemplo,
que puedes apreciar mejor a tamaño completo, muestra el efecto de las aperturas muy cerradas en un billete de un dolar. Demás esta decir que el foco no ha variado en ninguno de los disparos.
Una apertura de f/57 hace estragos en el enfoque de la imagen, a pesar de que a diferentes aperturas parecía perfecto. Esto es, sencillamente,
la difracción de la lente en acción.
¿Como nos afecta esto? Para los mortales que carecemos de lentes con diafragmas tan cerrados es inexistente su efecto. Incluso a f/32, el alcance del lente kit, la difracción de ínfima y solo observable al ver las imágenes al 100%. Para aquellos que tengan lentes más versátiles, se trata de balancear que tanto quieres una profundidad de campo muy grande y cuanto enfoque aparente te hace falta. La practica te hará descubrir el punto dulce de la lente y si es necesario o no abrir un poco el diafragma para no comprometer la acutancia final.
Fotos, imágenes y fuente:
FStoppers |
Royal Institution
Fuente:
http://altfoto.com/2012/06/acerca-de-la-difraccion-de-la-lente