Pese a la importancia del contacto visual, no hay muchos estudios sobre esta fundamental forma de comunicación. El contacto visual es clave en las relaciones interpersonales. Es el signo de que nos estamos prestando atención uno a otro. Las reglas de contacto visual son estrictas y esquivas. Agradecemos que se produzca y nos hace sentirnos importantes para la otra persona. Pero debe de ser breve. Un contacto intenso y prolongado es molesto e incluso se interpreta como un desafío. Por lo común, si hablas a un superior debes de medir su uso o incluso evitarlo. En el flirteo o galanteo es útil y peligroso. Por la calle, entre dos personas de distinto sexo es señal de reconocimiento. Y en todos los casos es inconfundible: me ha mirado o no, no hay intermedios. Evitar la mirada de desconocidos es esencial para no entrar en contacto con ellos.
El contacto visual es también muy demandante cognitivamente. Es difícil pensar en algo si miramos a los ojos del otro. Lo común es desviar la mirada mientras pensamos. De modo que lo normal en una conversación es tener contactos visuales frecuentes y cortos.
En la televisión se da en una única dirección, pero es igual de efectivo. “Mira a la cámara” es una orden vital para los comunicadores. Y en efecto, como espectador, percibes que el sujeto de la escena te está mirando a ti y no a otros aunque sabes que es una ilusión. Una poderosa ilusión. En sentido contrario también se aplica: un actor jamás puede mirar a la cámara, la magia de la escena se pierde al instante, el engaño del cine se pierde irremisiblemente ya que el actor no te está hablando a ti sino a su pareja.
En las videoconferencias este contacto visual se pierde por motivos técnicos. La videocámara que me graba está en un lugar distinto que la pantalla donde veo a mi interlocutor. El ángulo mínimo que detecta la mirada es muy inferior a la distancia que hay entre los dos aparatos. La ilusión de la mirada directa desaparece y hará falta una tecnología que hoy no existe para conseguirlo.
El contacto visual es inequívoco, rápido y a bastante distancia. Revela además problemas mentales. “Tiene una mirada rara” es algo que en alguna ocasión hemos pensado de otra persona. Buscando en publicaciones médicas, la literatura es abrumadora. El rechazo al contacto visual está muy ligado al síndrome del espectro autista y en menor medida a la esquizofrenia.
Entre los animales también existe el contacto visual. Y entre animales y humanos. Cualquiera que tenga un perro lo sabe. Los animales domesticados como perros o hurones sostienen mucho más la mirada de sus amos que la de otros humanos. Y a su vez, los animales domesticados sostienen más la mirada que los salvajes. Una recomendación a los niños para comportarse con un perro agresivo es no mirarle a los ojos. Para el animal supone un desafío. Pero si te sientes más fuerte, puedes dominarle con la mirada.
En un nuevo estudio se han encontrado neuronas responsables del contacto visual en monos macacos. Hace 30 millones de años que nuestras líneas evolutivas se separaron pese a lo cual nuestro sistema visual es muy semejante. Por ejemplo, nuestro área de reconocimiento de caras es muy similar.
Sin embargo, en el estudio se han identificado las neuronas en la amígdala, una parte del cerebro responsable de las emociones. Es lógico, el contacto visual suscita emociones. El estudio no ha buscado, pero seguro que existen, las neuronas en las áreas visuales. Lo novedoso es que las neuronas de la amígdala están especializadas en el contacto visual. Solo se excitan cuando las miradas se cruzan y entonces producen una descarga emocional. Dado que nos parecemos mucho a los macacos, es de esperar que los humanos funcionemos de forma parecida.
Algunas frases célebres
Por una mirada, un mundo; / por una sonrisa, un cielo; / por un beso… yo no sé / qué te diera por un beso.
(Gustavo Adolfo Bécquer)
El primer beso no se da con la boca, sino con la mirada.
(Tristan Bernard)
Las palabras están llenas de falsedad o de arte; la mirada es el lenguaje del corazón.La mirada lo dice todo. Pero sabemos poquísimo de ella.
(William Shakespeare)
Fuente: http://alt1040.com/2012/10/contacto-visual