Los fotógrafos aficionados tienen a veces la sensación de estar atascados. No ven por dónde pueden mejorar, y lo achacan a sus equipos. Frases tipo "no puedo hacer mejores fotos porque mi equipo no es
full frame" o "mis objetivos no son luminosos, por eso hago las fotos que hago"...Están totalmente equivocados. Un buen fotógrafo no depende de su cámara, depende de su cabeza, y eso es lo que vamos a ver hoy.
La carrera de fotógrafo es una carrera de fondo y el único secreto para mejorar es, como he dicho tantas veces, trabajar. Pero no a lo loco, con jornadas maratonianas, con la mochila cargada y disparando sin ton ni son, sin pensar en lo que se hace.
La jornada de un fotógrafo aficionado muchas veces consiste en salir de vacaciones y plasmar todo lo que ve, bien guiado por su intuición o por alguno de los que le acompañan en el maravilloso mundo de las vacaciones en familia con un fotógrafo. Trabajar así supone disparar, en la mayoría de los casos, buenas fotografías pero, de nuevo en la mayoría de los casos, idénticas a las de todos los fotógrafos que hayan pasado por ahí.
Siempre pongo en mi clase el mismo ejemplo. Apostaros en el lugar más turístico de vuestra ciudad durante media hora. Y fijaos como todos los turistas fotógrafos hacen la misma fotografía, independientemente de si la luz es buena o mala en ese momento para ese encuadre. Todos quieren hacer el disparo que han visto en la guía de viajes o en los folletos del hotel. Y a lo mejor ninguno de ellos había fotografiado algo semejante, pero todos quieren tener el recuerdo.
Otros fotógrafos aficionados, hartos de hacer las mismas fotos que los turistas y los libros baratos de viajes, deciden salir solos de casa en busca y captura de momentos que les atrapen en su paseo, hasta la hora de comer, por zonas desconocidas de su entorno. Y mientras andan descubren cosas que les gustan y las fijan para siempre en la memoria de su tarjeta. Es otra forma de actuar.
Y esta forma de hacer las cosas, de enfrentarse a la fotografía, nos dista mucho de la manera de trabajar de muchos fotógrafos profesionales. Lo único que cambia es que unos no se ganan el pan con la cámara y otros sí, y eso supone tener que echar más horas, como es lógico.
Pero esa no es la clave para evolucionar y conseguir mejores trabajos. Lo que guía a un fotógrafo profesional es que tiene muy claro qué es lo que tiene que hacer, cuándo lo tiene que hacer y cómo. Es decir, tiene una idea en la cabeza, un tema o una frase.
Evita el acto fundamental de los aficionados, que es disparar a lo loco, disparar sin pensar a todo lo que le rodea porque sí, porque estoy ahí y tengo que hacerlo.
Un fotógrafo bueno es aquel que tiene una idea. Ni más ni menos. Conoce muy bien su cámara, domina más o menos los programas de edición, tiene más o menos tiempo... Lo único que le diferencia de un fotógrafo atascado es que sabe que sus fotografías tienen un fin y que no es otro que servir de vehículo a la idea que le circula por la cabeza. A partir de ella, se desarrollan las imágenes que se irán grabando en los discos duros. Busca el momento y lo encuentra, pero lo reconoce rápido porque lo tenía dibujado en su interior, o en una libreta, da igual.
Trabajar así supone mucho más esfuerzo, estar más atento a una parte de lo que te rodea, pero los resultados serán mejores, pues no ha andado por caminos que le llevaban a ninguna parte, sino que ha ido por el camino adecuado. A lo mejor no es el más recto, pero sabía que en todas las curvas iba a encontrar algo que sirviera para su proyecto, para su idea.
No hay que comprar mejores cámaras, ni tener mejores medios.
Una de las cosas que te hacen mejorar es pensar y encontrar una idea con la que te encuentres cómodo y comenzar a disparar sin distracciones. Así, te darás cuenta en tu viaje con la familia que a lo mejor no hace falta fotografiar el monumento de turno. A lo mejor lo que te interesa es la sombra del monumento, porque es tu idea y lo que hará que tengas una interesante serie sobre las sombras de los monumentos que has visitado. Por poner un ejemplo.
Fuente:
http://altfoto.com/2012/12/mejorar-como-fotografos