La calidad de los sensores disponibles en las DSLRs modernas se va a la basura si no acompañamos con un lente pertinente. Para poder elegir un lente, tenemos que considerar primero qué clase de fotografía queremos hacer. Por ejemplo, si queremos hacer macrofotografía, vamos a necesitar un objetivo de longitudes focales de 60, 90, 105 y 180mm. Y hay que considerar además en qué estado de conocimiento estamos: ¿necesitaremos algo básico, como para ir aprendiendo? ¿O algo un poco más avanzado, si ya tenemos las nociones básicas? Por ejemplo, un lente de 50mm f/1.8, que nos permite trabajar con una profundidad de campo más pequeña para fotografía de retratos.
Un aspecto a tener en cuenta en principio es la exclusividad de los lentes. Esto quiere decir queun lente de Canon no funcionará en una cámara de Nikon, y un lente de una cámara analógica que tengamos dando vueltas en casa no funcionará en una DSLR moderna, a menos que hagamos algunos trucos posibles, pero demasiado complicados para el estado en el que nos encontramos. Las cámaras tienen diferentes monturas que están allí para conectar los dispositivos electrónicos presentes en el objetivo, y los que se encuentran en la cámara. Parece que estamos diciendo una obviedad, pero puede que el precio resulte atractivo y terminemos comprando algo que no funciona para nuestro equipo.
Y hablando de compras baratas, también podemos optar por comprar un lente genérico, fabricado por las múltiples compañías que se dedican a esto. Estos objetivos tienen prestaciones similares, por un precio más económico, lo que puede resultar más que tentador. Marcas comoTamron, Sigma y Tokina ofrecen productos compatibles con los modelos de Canon y Nikon, y hasta Sony, Pentax y Minolta, que desarrollan a través de ingeniería invertida desarmando los productos y mirando sus entrañas para replicar el funcionamiento. Los lentes “oficiales” cuestan más caros por la cantidad de tiempo de desarrollo que hay detrás. ¿Conviene comprarlos? La realidad es que, en lo que respecta a la calidad, un lente de Tokina nunca va a igualar a uno de Canon y Nikon. Pero si tenemos ganas de probar con otros objetivos para explorar qué otras posibilidades tenemos, entonces quizás conviene gastar un poco menos. Depende de las necesidades personales.
También tenemos que considerar los diferentes tipos de objetivos que están disponibles en el mercado. Cada tipo de lente responderá a una necesidad en particular que tengamos, y un tipo de fotografía al que decidamos dedicarnos en un primer momento. Una clasificación básica comprende:
- Objetivos normales: van de los 40 a 55mm, y son los que nos ofrecen un campo más similar al ojo humano. Así, obtendremos fotografías que son casi iguales a la escena que está capturando nuestra visión.
- Objetivos gran angular: utilizados en fotografía de gran campo, van de los 28 a 35mm.
- Teleobjetivos: de 135 a 500mm, se usan para fotografías de objetos más definidos, y cuentan con una distancia focal fija. Son ideales, por ejemplo, para la macrofotografía en sus versiones hasta 180mm.
- Ojo de pez: denominados también ultra gran angular, nos permiten tener un ángulo de visión de 180 grados con distancias focales de 8 a 16mm. De más está decir que ya conocemos el encantador efecto que generan en nuestras fotografías.
¿Cuál es el mejor consejo? En este caso, lo mejor que podemos hacer es no limitarnos con el equipo. Cuantas más opciones tengamos entonces más posibilidades tendremos de descubrir lo que realmente nos gusta. Por eso, tenemos que seleccionar un lente versátil, entre los 24-70mm, que nos permite jugar bastante con todo. Por supuesto, dependerá de nuestras necesidades. Lo mejor sería adquirir un lente de 50mm, que es el más versátil de todo, y como dijimos, ideal para los retratos. Y también pueden volver a leer nuestra guía de compras para principiantes.
Fuente: http://altfoto.com/2013/01/compra-de-lentes-para-principiantes
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.