“No fue un show mediocre, malo, pésimo ni calamitoso. No tuvo errores: fue un error”, señaló la revista Rolling Stone una vez finalizado el espectáculo. El medio además, analizó parte del show del famoso guitarrista: “Mientras su banda tocaba una canción, Berry tocaba otra, o nada, o sólo rasgaba en random, completamente fuera de tono y tempo como si lo suyo fuera una experimentación noise descubierta en la profunda tercera edad”. Y agregan que a poco andar del concierto “incluso algunos ya emprendían retirada con gesto triste, por la gloria incendiada pero más por no querer presenciar la ruinosa explotación de un anciano”.
En tanto, Rock.com señaló: “El pobre Chuck dio lástima. Se olvidó de las canciones, intentó meter fills erróneamente y falló en el 90% de la hora de show. ¡Tocó algo totalmente distinto al resto de su banda! Por un lado podría ser entendible y hasta perdonable -tiene ochenta y seis años-, pero lo que realmente aflige es que sus propios hijos le permitan hacer giras continentales en ese estado”, increpando directamente a sus hijos Charles Berry Jr. (guitarra) e Ingrid Darlin Berry-Clay (armónica y los coros).
Punto en lo que concuerda revista Rolling Stone: “Su familia, su entorno, más que dispuesto a pasearlo por el mundo como si fuera un freak de circo para cobrarle un último cheque a su leyenda. Por otro los organizadores locales, que vendieron entradas a $950 sabiendo que ‘el padre del rock’ que tanto promocionaron no estaba, ya no en condiciones de honrar su mito, sino ni siquiera de tocar música”.
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Para el recuerdo, un show de 1972:
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