No por nada nuestros computadores tienen cortafuegos y antivirus. El afuera, como si se tratase de un infante, es un lugar peligroso y puede traer problemas. Claro que la mayor complicación es el acceso no autorizado a tus archivos —no significa la muerte de nadie— pero a la vez puede ser un real conflicto. Originalmente los puertos Wi-Fi de las cámaras tenían un papel maestro, esto quiere decir que la cámara era la que enviaba los archivos y dirigía las órdenes. Pero con la llegada de la posibilidad de controlarla, además de que ahora podemos elegir que archivos traer y cuales enviar, la cámara adopta un papel esclavo, que recibe órdenes y actúa en consecuencia.
Esto supone un peligro y es una puerta abierta a cualquiera que quiera entrar, que previamente tenga los conocimientos necesarios. ¿Exageración? No, al menos tomando en cuenta los últimos avances en el área. Daniel Mende y Pascal Turbing son dos consultores de IT de la firma alemana ERNW, quienes pudieron ingresar sin autorización a la Canon EOS-1D X, todo a través de conexiones Wi-Fi. Esta cámara tiene 4 maneras de conectarse a una red y las 4 maneras fueron interceptadas por el grupo.
Pero no solo lograron atrapar la información enviada —lo que supone comprometer las fotografías que tomaste— sino que también tomaron completo control de esta, pudiendo manejarla a distancia sin previa autorización del usuario. Esta es la primera prueba, al menos de concepto, que las conexiones inalámbricas de las cámaras no son seguras y deben ser tratadas con cuidado. La demostración de este exploit está dentro de la siguiente exposición que dura una hora (y que nadie va a ver). De todas maneras, lo interesante (si se puede llamar interesante como ingresan a la cámara vía línea de comandos) sucede a los 39 minutos.
Foto: Alessio Milan
Fuente: http://altfoto.com/2013/03/hay-riesgos-de-seguridad-al-utilizar-una-camara-con-wi-fi
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