Conocer el fenómeno físico mediante el cual se toman fotografías y el cómo alteran la
naturaleza de la luz es algo esencial para cualquier fotógrafo, especialmente cuando tenemos que decidir qué objetivo comprar. Para saber cómo funcionan, debemos tener en cuenta siempre distintos elementos como son la apertura del diafragma, la estabilización, así como los grupos de lentes que lo forman. Aquí te damos toda la información que necesitas saber para que sepas elegir cuál vale el precio de su etiqueta.
Grupos y elementos
Los
grupos y los
elementos de una lente son de las partes más importantes, pues dependiendo de la calidad de éstos depende directamente la calidad del resultado final que consigamos. Cada lente tiene un determinado número de grupos y elementos que cambian la forma en la que desvían la luz y la introducen en nuestra cámara, y es la forma en la que se desvíe la luz la que determina el
detalle y la luminosidad que llega al sensor.
Existen diferentes tipos de grupos y elementos, y los más comunes son aquellos que ofrecen una superficie redonda llamados
"esféricos", denominados así porque podrían encajar en la circunferencia de una esfera. Son bastante baratas de producir, pero dan malos resultados al modificar la onda de luz, degradando en nitidez e imperfecciones la imagen. Estas distorsiones resultarán corregidas con las lentes
"asféricas" que explicaremos más adelante.
Los cristales
"apocromáticos" -normalmente indicados con las siglas APO en los objetivos- son aquellos que reducen lo que llamamos
"aberraciones cromáticas", que son pequeños haces de luz que se cuelan en las zonas de mayor contraste. Por su mejor construcción y conducción de las ondas, ayudan también a que la nitidez y el resultado general de la imagen sea mayor. Son cristales muy usados en los teleobjetivos, los cuales son más propensos a generar aberraciones cromáticas debido a su construcción.
Los objetivos de mayor categoría -como los L de Canon, por ejemplo- incorporan además elementos "flotantes" que se ajustan según la distancia focal y que ayudan a reducir la
"curvatura de campo"que provoca la pérdida de calidad en la fotografía.
Cristales pulidos y cristales moldeados
La construcción física del cristal
afecta directamente a su rendimiento. Existen tres grandes procesos de construcción de lentes. El primero es el
pulido de lentes asféricas, que es el más costoso y caro de todos y el que mejor calidad ofrece por tener un mayor control del resultado final de la lente, ofreciéndose únicamente en lentes de alta calidad.
El segundo proceso de construcción es el del
moldeado de lente asférica, o, en terminología de Nikon,
"Precision Glass Mold" (PGM). En este caso, el vidrio es calentado hasta el punto en que es moldeable y su forma y contorno son fácilmente variables. Nikon asegura que la calidad de estos cristales es muy alta, y es que miden el rendimiento de la misma en micrones o milésimas de milímetro. Tienen una peor construcción que las lentes pulidas, pero aun así es el método utilizado para fabricar lentes para usuarios avanzados y entusiastas que quieran dar un salto de calidad desde el nivel más básico.
El tercer proceso sigue una técnica híbrida entre las dos anteriores, consistente en el uso de
plástico de alta calidad moldeado que ofrece una calidad más pobre y que es más propenso a los cambios ambientales como la temperatura y la humedad, por lo que no son un tipo de lentes que sean apropiadas para el campo profesional, no así para el mercado más masivo.
Recubrimiento de las lentes
El recubrimiento de las lentes es harto importante cuando hablamos de
instrumentos de precisión como un objetivo fotográfico. Por regla general, cada elemento del grupo que conforma la lente resta mediante los reflejos aproximadamente un 5% de luminosidad a la luz que pasa por el objetivo. Si en una lente pudiéramos observar 10 elementos, esto equivaldría a la pérdida de un 50% de luz, es por ello que el recubrimiento es capaz de
dejar pasar unas ondas y rechazar otras, tal y como hacen nuestras gafas de sol.
Los objetivos de mayor calidad de Canon ofrecen 10 capas de recubrimientos que permiten una transmisión excelente de la luz, y abarcan el 99,9% de las ondas, desde el espectro infrarrojo hasta el ultravioleta.
Distorsión y aberración
La
cantidad y
calidad de la distorsión son también factores que debemos tener en cuenta a la hora de comprar un objetivo, y es que la
curvatura de la construcción de una lente da como resultado la curvatura de las líneas rectas en una fotografía, un efecto que se da de forma muy notable al trabajar con líneas rectas, como puede ser la fotografía urbana y de edificios. Este efecto recibe el nombre de
"distorsión de barril". Sin embargo, en casi todos los objetivos existe una distancia focal determinada en la que las líneas rectas aparecen verdaderamente rectas; yo me atrevo decir sin haber comprobado nada que en mi Tamron 17-55 son los 35mm.
Estas distorsiones son un quebradero de cabeza en aplicaciones profesionales como pueden ser para arquitectos, aunque existen lentes de gama alta con una construcción muy detallada que permiten
minimizar las distorsiones y las aberraciones logrando muy buenos resultados. En el caso contrario en el que quisiéramos trabajar con distorsión para, por ejemplo, hacer fotografías deportivas en las que la distorsión de barril queda muy bien, deberíamos buscar objetivos de ojo de pez con una buena calidad de sus elementos, porque este tipo de objetivos tienden a aberrar muchísimo en las esquinas, por lo que la
calidad de la distorsión aquí es importante para que la imagen sea nítida y sin imperfecciones en toda su superficie.
Las
aberraciones cromáticas de las que hemos hablado antes son un tipo de aberraciones en las que un color entra como parásito en zonas de alto contraste y líneas muy definidas. Se solucionan con la incorporación de
elementos apocromáticos que minimicen este efecto, así como una pasadita por Camera RAW y su plugin, que permite el manejo de este tipo de elementos para que los detalles de nuestras fotografías sean perfectos.
Apertura
La apertura determina la profundidad de campo que tiene la lente, así como las posibilidades que da en condiciones de poca luz, pero personalmente para mí es un reflejo muchas veces de la calidad de una lente. Para saber la calidad de una lente en una cámara compacta siempre me fijo en su
apertura, y en que cuanto más alto sea el número mínimo, peor calidad dará. Sé que no es una práctica del todo correcta, pero fijaos en ello cuando reviséis cámaras compactas. Las de
mayor calidad presentan un diafragma mínimo de 2.8, mientras que las
peores lentes de esta gama presentan un 6.3, que te obligará a olvidarte de las fotografías de noche o al atardecer si no quieres un montón de ruido por la ISO o tener que usar el flash.
La apertura viene delimiatada normalmente por
la distancia focal, no así por su diámetro. Para poder visualizarlo mentalmente, os diré que un objetivo de 50mm puede alcanzar un diafragma mínimo de 1.2, pero que, sin embargo, para que una lente de 100mm alcance dicho diafragma, el diámetro de la construcción del mismo aumentaría en 4 veces.
Lo que permite a una lente teleobjetiva mantener una
luminosidad aceptable es la incorporación de elementos frontales grandes y de muy alta calidad que permiten el paso de mucha luz, así como mejorar la calidad de la imagen, y es por ello que el precio de estas lentes llega hasta los 12.000€ ($13.000), como el caso del Canon 800mm f./1:5.6L IS USM.
Bokeh
El bokeh para quien no sepa lo que es, es el
desenfoque que se da en nuestras fotografías si hacemos zoom y enfocamos al mínimo nuestro objetivo, y también se da en el fondo si hacemos algún retrato con zoom. Esta distorsión y la calidad del mismo depende en gran medida del
número de palas que tenga el diafragma, y es que cuantas menos palas presente, más geométrico y menos estético quedará.
Estabilización
La
estabilización es uno de los elementos más populares. Algunos modelos de cámara presentan estabilización en el cuerpo -como las de Sony-, pero normalmente este sistema viene incorporado en la lente. La mayor utilidad es que permiten disparar a velocidades más lentas que si lo hiciéramos sin él. Básicamente se trata de unos
sensores de movimiento que captan las vibraciones producidas por la mano y envían esta información al procesador que se encarga de neutralizar estos movimientos, todo esto en
milésimas de segundo.
Conclusión
En este artículo hemos repasado los elementos más importantes que hay que tener en cuenta a la hora de saber si un objetivo es de mayor o menor calidad. De todas formas, en el mundo de la fotografía, como en casi todos, la calidad se paga, por lo que aunque no sepáis muy bien por qué, seguramente un objetivo más caro que otro será de mayor calidad por uno u otro detalle.
Fuente:
http://altfoto.com/2013/08/que-objetivo-comprar