Pero no todo es sencillo. El poder está ahí, el problema es dominarlo. Repasemos entonces algunos consejos simples que solucionan el 90% de los problemas usuales que los novatos se encuentran. La experiencia te ayudará a completar ese 10% restante así que ¡a practicar!
Audio
Así como antes todo el modo vídeo era un regalo, un extra en las cámaras de fotos, el audio sigue siendo parte de esta línea de pensamiento. Hay un gran contraste entre calidad de imagen y calidad de sonido, cuyo principal culpable es el micrófono interno de las cámaras. Usualmente es un pequeño micrófono mono, a un costado del cuerpo, que además de ser de baja calidad suele estar acompañado por AGC —Automatic Gain Control— que lucha con la ganancia de este, subiendo y bajando sus valores lo que arroja un hermoso festín de saturaciones y volúmenes bajos.El primer paso, si es que tu cámara te lo permite, es deshabilitar AGC. Algunas cámaras de gama alta traen la posibilidad, mientras que otras lo traen activado por defecto y no se puede cambiar. Los usuarios de Nikon en este último caso no pueden hacer más nada, mientras que los de Canon —y solo con unos cuantos modelos— pueden recurrir a Magic Lantern para deshabilitarlo a la fuerza.
Aunque la verdadera solución, ya más profesional, es recurrir o bien a la entrada externa de audio —que va a seguir siendo afectada por AGC— o directamente utilizar un grabador externo. En este caso es necesario sincronizar vídeo y audio, con la clásica claqueta, pero te asegura una calidad óptima.
Controles manuales
Si, el modo P —o automático— al tomar fotos es más que útil y probablemente lo utilices el 90% de los casos, pero el modo vídeo y los controles automáticos no se llevan bien. El cumpleaños de tu tía seguramente será perfecto para los controles sin control, pero si vas a grabar algo serio deberás ajustar los valores a mano. Por suerte todas las réflex de gama media/alta e incluso algunas de la baja soportan el ajuste manual, así que estas de suerte.El primer problema que te encontrarás es que ajustar los valores mientras grabas no es posible o no queda bien. Los saltos del diafragma se ven particularmente feos y ajustar la velocidad de obturación aun sigue siendo algo de la gama alta o las cámaras nuevas.
Pero no todos los valores los puedes ajustar a gusto, veremos en los próximos puntos como ciertos ajustes de grabación limitan tu rango de opciones.
Foco o profundidad de campo
El primer problema que entra en conflicto con el diafragma y la velocidad de obturación es el hecho de que el foco no es automático. Esto significa que debes tocar la rueda de enfoque dependiendo de la acción de la escena y se puede traducir en movimientos y trepidación de la imagen. Aquí debes tomar una decisión: debes elegir entre una profundidad de campo pequeña y enfocar constantemente o una profundidad de campo muy grande y dejar el foco tranquilo.En la mayoría de los casos es más sencillo cortar por lo sano: un diafragma de f/8 o más y dejar el foco en su lugar. Pero esto te obliga a iluminar con más intensidad y a la vez eliminas el hecho de aprovechar un sensor tan grande como el de una réflex con una profundidad de campo tan pequeña y agradable a la vista.
ISO automático
Cambiar la velocidad —si es posible— o el diafragma produce saltos en la exposición de la imagen. Debido a que no puedes hacer una transición suave, la exposición cambia de repente y suele verse feo. Esto no sucede con el ISO, al menos en su modo automático. El ISO automático puede ser utilizado con los controles manuales y produce transiciones de exposición muy suaves que no saltan a la vista.Es ideal para situaciones de contraste cambiante o cuando, por ejemplo, estas grabando desde un interior y sales al exterior. El cambio es muy gradual y poco perceptible. Y lo mejor: varios modelos te permiten configurar un techo, por lo que si tu cámara a cierto número de ISO es un festín de ruido, puedes hacer que evite llegar a ese punto.
Cuadros por segundo y resolución
La resolución es un tema sencillo: cuanto más grande mejor. No tiene sentido grabar a 720p si tu cámara soporta 1080p, salvo que realmente necesites aprovechar al máximo el espacio disponible. Las resoluciones más pequeñas sufren del efecto moiré y no están aprovechando al máximo la resolución del sensor —tampoco lo hace el 1080p, pero eso es otra historia.Los fps es algo más complejo. Todo depende que uso le vayas a dar al vídeo. Por regla general, casitodo se ve bien a 24 fps, que le da el "efecto film" que tanto gusta. 25 fps es igual de bueno, con un cuadro extra que ayuda a que el video no parezca tartamudear a veces. 60 fps, por otro lado, es ideal para secuencias de mucho movimiento que quieres ralentizar.
Lo importante es decidir un fps determinado y no cambiarlo en posproducción. Retirar o agregar cuadros significa generar información en donde no la hay y nunca se ve bien.
Extras
Algunos extras te hacen la vida más sencilla a la hora de grabar pero también requieren de más experiencia y más dedicación al momento de editar. Magic Lanternes la primera recomendación, ya que desbloquea y agrega muchas funciones relacionadas con la toma de vídeo.Otra opción es utilizar perfiles de color plano, comoTechnicolor CineStyle, que crean imágenes muy poco contrastadas, muy feas a la vista pero que conservan muchísima información que puedes ajustar en posproducción.
Con estos 6 básicos consejos podrás tener una idea general de como tomar vídeo HDSLRcorrectamente. ¿Tú tienes un consejo extra? Compártelo aquí debajo.
Foto: Sebastiaan ter Burg | Elsamuko
Fuente: http://altfoto.com/2013/10/6-consejos-para-la-grabar-video-hdslr-correctamente
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