Horizontes torcidos
Pocas veces queda bien un horizonte torcido en nuestras fotografías. Cuando vemos, por ejemplo, una puesta de sol, nuestra prioridad es captar esos colores. Todo lo demás deja de tener importancia. Y sí, conseguimos retener para siempre esos colores, pero de repente nos damos cuenta que el horizonte no es tal. Esas fotografías ya han perdido todo su impacto, y requieren un posterior trabajo de edición que repercutirá en la calidad final.Para solucionarlo tenemos varias opciones. Como siempre digo un trípode, pero si no queremos ir cargando con él (muy mal, encima se hace ejercicio, se adelgaza y se coge fuerza) podemos utilizar un sencillo nivel de burbuja que se coloca en la zapata del flash. O la opción más moderna, que es activar en los últimos modelos de cámara el nivel electrónico. No son sistemas tan eficaces como el primero que os he dicho, pero funcionan.
Falta de profundidad de campo
En las mejores fotografías de paisajes apreciamos con suma nitidez tanto el primer plano como el fondo. Sin embargo, nuestras fotos sólo tienen enfocada una parte, como la piedra del medio del río o la planta que aparece en la esquina. Si nos fijamos en los metadatos, veremos que el diafragma está muy abierto porque el modo P, o peor aún, el modo Auto, ha preferido evitar la trepidación dejando pasar la mayor cantidad de luz posible.Para conseguir buenos resultados hay que cerrar el diafragma a f5,6-8 y enfocar en un punto medio de la composición. Según leyes ópticas, cuando enfocas a un punto el campo de nitidez va 1/3 hacia el fotógrafo y 2/3 al fondo, aproximadamente. Según vayas cerrando el diafragma, ese campo de nitidez va aumentando. Lo ideal sería trabajar con la famosa distancia hiperfocal que hoy han simplificado tanto las apps de los móviles. Simplemente marcas la distancia focal, el diafragma que quieres utilizar y te dan el punto donde tienes que enfocar. Pero os aseguro que, salvo en contadas ocasiones, funciona perfectamente el método que os he comentado, sobre todo si trabajáis con una compacta o una réflex APS-C.
Falta de un primer plano
Cuando veas a la gente en los miradores, podrás saber si la fotografía que van a hacer es buena o mala si se pegan o se alejan de la barandilla. El 90% de las personas disparan pegadas a una valla. Y eso es un error.Para que las fotos de paisaje impacten tienen que tener un buen primer plano que de profundidad y sea una referencia para saber realmente el tamaño de las cosas que estamos viendo. La fotografía corriente carece de la tercera dimensión, y con un buen primer plano lo recreamos sin problemas.
Calidad de la luz
Uno de los problemas más evidentes de los aficionados es disparar sea cuál sea la luz. Una vez que está en el campo, aunque sea verano al mediodía en un día de mucho calor, el aficionado disparará aunque le cueste la vida o una insolación.Las buenas fotografías lo son, entre otras cosas, por la luz que atrapan. Aunque muchos crean que sí, no es lo mismo la luz del mediodía veraniego que una luz invernal a las doce de la mañana. Hay iluminaciones bonitas e iluminaciones feas. No es obligatorio hacer fotos. Por eso, la próxima vez que el día no sea estupendo en el tema que estamos tratando, lo mejor es guardar la máquina y disfrutar del paseo. Y se puede aprovechar para buscar localizaciones para otro momento más oportuno.
Si vigilamos estos errores la próxima vez que vayamos al campo, nuestras fotografías mejorarán muchísimo. El secreto no es hacer muchas foto porque sí; lo que hay que hacer es pensar mucho antes de hacerlas. Entonces, y sólo entonces, mejoraremos.
Fuente: http://altfoto.com/2013/09/los-errores-mas-comunes-en-la-fotografia-de-paisaje
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