AVISO: Este artículo puede contener spoilers.
Gravity es de esas películas que, entre tanto producto comercial y trillado, brilla por la genialidad de su ejecución y su gran voluptuosidad estética que viene dada por la firme mano de Emmanuel Lubezki (The tree of life, Sleepy Hollow, Children of man). Gravity sobresale como la punta de un iceberg con 90 minutos de cine en estado puro que se sustenta en tres pilares: su magnífico sonido, la detallada iluminacion y el magistral uso del 3D.
En primer lugar, me gustaría hablar de el sonido de la película. Si bien yo no soy un profesional en la materia, éste me ha parecido uno de los aspectos más esenciales en la obra para que, junto a la fotografía, el espectador profundice en el film y se deje arrastrar todavía más por la fuerza de sus imágenes. El sonido se encuentra medido al detalle, y como la fotografía, es tremendamente realista cuando quiere serlo y es muy verosímil cuando el sonido es música extradiegética.
La iluminación: cuando el detalle se convierte en norma
Junto al sonido se encuentra la iluminación del film. Según he podido leer, Cuarón quería que toda la película fuera realista, y aunque se tratara de una obra de ficción y no un documental, todo debe estar medido porque el espectador ya no busca únicamente la espectacularidad, sino que también busca el detalle, que todo sea lógico y empírico. Unas palabras que creo que traspasan el papel y quedan plasmadas en la obra de forma indefectible.La cinematografía nace de la unión de dos aspectos diferentes pero estrechamente relacionados: luz y encuadre. La tarea del Director de Fotografía es gestionar estos dos elementos para crear imágenes lo más potentes posibles para que la película impacte al espectador y lo ancle a la silla, una tarea que Lubezki ha gestionado magistralmente.
En cuanto al encuadre, debo destacar la grandiosidad de Lubezki para planificar un plano secuencia de 20 minutos emplazado en el comienzo del film. Huelga decir que Cuarón y Lubezki tuvieron que realizar una fantástica preproducción para que ese plano fuera realidad, midiendo cada movimiento tanto de los actores como de la cámara. Este tipo de planos son más duros cuantos más actores vemos en la escena, pero me atrevo a decir que el de Gravity, a pesar de tener únicamente a tres protagonistas, no debe haber sido nada fácil de rodar. Conforme la película se va desarrollando, los planos son sensiblemente más cortos, aunque, en general, los planos tienen una duración mayor de lo normal por la priorización de los movimientos de cámara a la hora de reencuadrar frente al cambio de plano por corte que veríamos en cualquier película convencional.
La luz es el otro elemento importante en la Dirección Fotográfica, y me ha asombrado el tratamiento que le han dado durante todo el film: siempre correcta, detallada e impecable. Personalmente, me ha impresionado enormemente el momento en el que Bullock se encuentra dando vueltas en el espacio, y cómo la luz se mueve con ella mientras vemos el sol reflejado en su escafandra, para mí uno de los mejores planos de toda la película.
Para este tipo de trabajos se empleó el Lightbox, un diseño original de Emmanuel Lubezki que consiste en un amplio cubo de 6 metros de alto en el que se insertaron más de 4.000 LED's y que permiten generar imágenes del espacio o la Tierra en movimiento. Tras esto, se coloca a los actores dentro y mientras éstos actúan, se les puede iluminar el rostro como se crea conveniente. En el caso de la secuencia que tanto me gustó en la que Bullock se encuentra dando vueltas en el espacio, no era ella la que se movía, sino esos más de 4.000 LED's que iban iluminándose dentro del cubo, pudiendo iluminarla de una forma muy realista, tal y como vemos en la fotografía justo debajo de estas líneas.
El 3D como medio, no como fin
Siendo la película un espectáculo visual de tales dimensiones, creo que verla en 3D fue la mejor decisión que tomé. El 3D de Gravity debe ser la nueva forma de grabar en 3D, utilizándolo como medio y no como fin; un estilo que debería contagiarse a todas las producciones para poder sacarle el máximo provecho.En muchas películas, el 3D se encuentra en una escala inferior, se trata de un añadido y no se tiene en cuenta como debería, es decir, como un elemento que ayuda al espectador a sumergirse de lleno en la película. En la mayoría de cintas, se incluyen solamente un par de detalles que resulten vistosos y nada más. En Gravity, el 3D es un elemento más en la cinematografía, no sólo un detalle, y se conjuga como un elemento tan importante como cualquier otro, encontrándose su peso durante todo el metraje, no solo en momentos puntuales.
Los tipos de planos ayudan notablemente a que los personajes muchas veces se encuentren totalmente comprendidos en la imagen, haciendo que las imágenes creen un verdadero efecto 3D y tengan una profundidad extraordinaria. Obviamente, que se use el 3D de forma global no quiere decir que éste no tenga algunos planos en los que se le permita sacarle punta al efecto, y por supuesto que los tiene —como ese George Clooney cogiendo un tornillo que se escapa volando—, pero la diferencia entre esta y cualquier otra película en 3D radica en que, a pesar de tener planos concebidos para 3D, ésta es una herramienta que se encuentra muy presente durante todo el metraje de la película.
En líneas generales, Gravity es una de las mejores películas del año, sobre todo en cuestiones técnicas, y rezuma realismo y detallismo por todas partes. Es, sin duda, una gran película para los amantes de la fotografía que quieran ver un gran tratamiento de la fotografía en el cine de la mano del maestro Lubezki. Os aconsejo además que, si vais a verla, vayáis en 3D e incluso en IMAX 3D porque no os arrepentiréis.
Fuente: http://altfoto.com/2013/10/gravity-cuando-el-detalle-se-convierte-en-norma
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