Mientras compañías como Motorola sigue de cerca los avances de las impresoras 3D de cara a la producción en masa de teléfonos modulares personalizables por los usuarios, los investigadores de la Universidad Cornell miran ya al mañana e imaginan dispositivos íntegramente fabricados mediante esta técnica. Un primer avance de este futuro inevitable es el altavoz que tienes sobre estas líneas, que fue impreso en 3D pieza a pieza; desde su carcasa de plástico a los componentes magnéticos (fabricados con una masa viscosa de ferrita de estroncio) y la bobina de su interior. Todos los componentes fueron después conectados con tinta conductora de plata.
Por supuesto, los chicos de Bang & Olufsen están muy lejos de temblar ante las propiedades acústicas de este dispositivo pionero, pero la calidad de sonido es mucho menos importante que el hito alcanzado por los ingenieros responsables del proyecto, que dicho sea de paso, no lo tuvieron nada fácil. Para fabricar el altavoz hicieron falta dos impresoras dedicadas a la producción de componentes distintos, y siempre está el problema del precio. Aún queda mucho hasta que puedas fabricarte tu propio home cinema, pero si quieres, ya puedes escuchar el (algo carrasposo) sonido del futuro a continuación.
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