A diferencia de los bits y bytes,
los humanos tenemos una fecha de vencimiento. Usualmente ubicada a los 75 años, pasado ese limite el resto de vida que nos queda es tiempo de descuento. A pesar de que debe haber cientos - sino miles - de fotografías en nuestros discos duros que hace años que no son vistas, toda nuestra colección supone nuestro trabajo y nuestro hobbie; aquello que en algún momento de nuestras vidas disfrutamos. ¿Que hacer con esa cantidad de información una vez que ya no estemos más aquí?
Opciones hay varias
y cada una tiene sus limitaciones. Veamos cuales son:
Archivo digital
Los archivos digitales llegaron para quedarse. Pueden transmitirse, duplicarse, borrarse y almacenarse de manera muy sencilla y a unos clics de distancia. Soportes hay miles y, al menos en un futuro cercano, el paradigma binario
no parece tener ánimos de cambiar. Guardar todas tus imágenes en un disco duro u óptico suena a buena idea, pero tiene el inconveniente de que a largo plazo sea un problema. Los CDs o DVDs, más haya de que su lecho de muerte esta más que cerca, tienen una vida útil de 10 años, ademas de que su tamaño es limitado al menos para los tamaños de archivos que manejamos hoy. Almacenarlos es otro problema, ya que son sensibles a la humedad y los hongos. Los discos duros tienen un panorama más despejado, aunque corren con la desventaja de que su tecnología pasa a ser obsoleta en poco tiempo. Así como hoy tenemos determinado conector, mañana existirá otro y la
retrocompatibilidad dejará de existir en pocos años.
La nube parece ser la solución coherente,
pero tiene el problema de que cuesta dinero. Almacenar información en la nube tiene un precio por mes y una vez muerto difícilmente puedas pagar las cuentas.
Licencias abiertas
La solución al problema del costo de la nube es lograr que este precio sea pagado por otra persona. Nadie en su sano juicio gastaría dinero por mantener la colección de fotos de gatitos de un tercero, pero sí alguien al cual tu fotografía le resulta útil. Wikipedia es uno de los tantos sitios que viven exclusivamente de los aportes de los usuarios, alojando sus imágenes y manteniendolas
vivas en sus servidores
sin costo alguno.
Las licencias abiertas, como Creative Commons, permiten que las imágenes se puedan utilizar con mínimos permisos
y perpetuar tu obra. El problema, claro esta, es que seria bastante raro que estén interesados en las fotografías de la ultima navidad con tu familia o la vez que tu perrito saltó para alcanzar la pelota.
Impresión física
La fotografía impresa
probablemente sea la mejor manera de apreciar las imágenes. Imprimir en papel fotográfico en libros o en
canvas son excelentes ideas, ya que
despegan tu trabajo de una plataforma que cambia todo el tiempo. Conservar un cuadro o un libro es mucho más sencillo y cualquiera que tenga una mínima relación contigo tendrá al menos algo de intención de conservarlo.
Libros con fotografías de tu familia, cuadros con imágenes de tu pareja y miles de fotografías en papel de tus eventos favoritos
son una excelente manera de pasar generación en generación tu trabajo. Resulta mucho más caro que las alternativas anteriores - y seguramente tendrás que seleccionar muy al detalle el trabajo que vas a imprimir - pero es la única solución a prueba del tiempo. Solo asegúrate de utilizar papeles de calidad e impresiones de altos DPI.
Dejar de preocuparse
Probablemente la solución más sensata.
Si tu trabajo es realmente bueno, tu publico se encargará de perpetuarlo. No significa que solo los artistas reconocidos pueden alcanzar el reconocimiento después de muertos, sino que también tu propia familia hará sus esfuerzos por conservar las imágenes que más la represente.
¿Si no hay un publico para tus imágenes,
por que debería haberlo una vez que ya no estés aquí? Esto no significa que
tus fotografías apestan sino que tal vez el valor que tienen para ti no es el mismo que tienen para los demás. La fotografía puede ser una catarsis o una fuente de inspiración a tal punto que puede serlo solo al momento de disparar. Más de una vez me ha pasado de salir a hacer fotos, volver muy contento y dejar las imágenes en la tarjeta por varias semanas, para luego tal vez verlas una sola vez. Si a veces ni siquiera yo soy mi propio publico, ¿por que quisiera conservar esas fotografías por toda la eternidad?
Deja de preocuparte y focalizate en ser un mejor fotógrafo. El tiempo solo dirá si tus fotografías merecen ser conservadas.
Foto:
Netherlands Architecture Institute (NAI)
Fuente:
http://altfoto.com/2013/01/como-hacer-que-tus-fotografias-te-trasciendan