Obviamente, hay muchos factores que no se tuvieron en cuenta, como si los padres del entrevistado fueron asesinados a la salida del teatro o si fue expuesto a algún arácnido radioactivo, y el estudio no es el más serio que ha realizado esta institución. Pero la conclusión de este experimento sobre superpoderes es, cuanto menos, esperanzadora.
Para llegar a ella, los investigadores reunieron a un grupo de 60 personas (30 hombres y 30 mujeres) en su laboratorio de interacción humana virtual (VHIL, por sus siglas en inglés), donde podían 'volar' gracias a una simulación virtual. Pero ni siquiera la elección del superpoder fue sencilla.
La idea era que tenía que ser algo que los sujetos identificasen de forma subconsciente como un poder 'para hacer el bien'. "Pensamos en darles visión de rayos X, pero era un poco escalofriante", explica Jeremy Bailenson, profesor asociado de comunicación y director del VHIL. También consideraron la posibilidad de que pudiesen respirar de bajo del agua, pero la descartaron porque "no parecía un superpoder" (no te hagas el sorprendido, Aquaman). Finalmente se decantaron por una de las habilidades de Superman.
Los participantes entraron de uno en uno y fueron transportados (virtualmente, claro) a una ciudad devastada en la que, según les explicó una voz, había desaparecido un niño diabético. Y ellos, aparte de la capacidad de volar, tenían una inyección de insulina, así que debían encontrarle antes de que fuese demasiado tarde.
Sin embargo, en este estudio también hay villanos. Y en este caso son quienes no tienen superpoderes. Estas personas también sobrevolaron la ciudad, pero lo hicieron en un helicóptero. De todos modos, tanto unos como otros encontraban al niño pasados dos minutos.
Hasta aquí todo normal. Nadie se negó a cumplir su misión (tampoco habrían podido). Pero el experimento continuaba, aunque ellos no lo sabían, en la siguiente sala. En ella, una entrevistadora les hacía unas preguntas (irrelevantes) y en un momento determinado tiraba al suelo 'accidentalmente' un recipiente con 15 bolígrafos. Aquí es donde entran nuestros héroes.
El resultado fue revelador: aquellos con el superpoder de volar tardaron apenas tres segundos en ofrecer su ayuda. Mientras, a los que hicieron la simulación en el helicóptero les llevó una media de seis segundos (es decir, un segundo más que a la propia entrevistadora). Pero eso no es todo, los héroes también se esforzaron más, pues cogieron una media de un 15% más de bolígrafos. Y, por supuesto, todos ayudaron, mientras que 6 de sus archienemigos no lo hicieron.
Este tipo de prueba es muy común para medir la empatía y en opinión de Bailenson, en este caso podría significar que el comportamiento heroico en un entorno virtual se puede convertir en comportamiento altruista en el mundo real. Y si esto fuese así, creen que se podrían usar los videojuegos para 'entrenar' a la gente en este sentido. "Está claro que si diseñas juegos que son violentos, el comportamiento agresivo de la gente aumenta. Si podemos identificar el mecanismo que fomenta la empatía, tal vez podríamos diseñar tecnología y videojuegos que la gente disfrute y que promuevan exitosamente comportamientos altruistas en el mundo real".
No obstante, todavía no tienen claro cuál es la importancia que tienen los superpoderes en este caso. "Queremos tener un conocimiento más preciso de por qué ocurre esto", matizó. "¿Qué es más importante para fomentar el comportamiento altruista: ser capaz de volar o ser activo a la hora de elegir ayudar?" Para responder a esta pregunta, repetirán el estudio, pero en este caso los participantes podrán pilotar el helicóptero, mientras que los supermanes tendrán que seguir una ruta preestablecida.
Por ello, hasta que las conclusiones estén claras, tal vez lo mejor sea recordar que un gran poder conlleva una gran responsabilidad.
Fuente: http://alt1040.com/2013/02/tener-superpoderes-te-hace-mejor-persona