Hablamos en varias oportunidades sobre el riesgo de
la suciedad y los hongos en nuestra cámara. Pero hoy hablaremos de otra cosa que algunos imaginarán y otros no tanto. Una
DSLR, de acuerdo con un estudio reciente, es básicamente un
nido de bacterias. De hecho, en el periódico
Chicago Tribune la existencia de bacterias en la cámara es llamado
“una selva tropical de bacterias”, después de analizar un equipo en el
Argonne National Laboratory de esa misma ciudad. Sin embargo, no deberíamos preocuparnos: el 90 por ciento de las células del cuerpo, de acuerdo con el investigador que llevó a cabo el estudio, son bacterias y otros microorganismos.
La historia es así: uno de los fotógrafos del Chicago Tribune,
Alex Garcia, visitó el laboratorio para hacer una pieza sobre las investigaciones del microbiólogo
Jack Gilbert, un científico que está tomando y analizando las muestras de microbios presentes en objetos cotidianos, como teléfonos y zapatos. Gilbert también tomó como objeto de estudio la
Canon 1D Mark IV de Garcia, y los resultados fueron una larga hoja de unidades taxonómicas en la que se detallaban
más de 20 especies de bacterias en la cámara, entre las cuales destacan como preponderantes las “micoplasma”.
Para Garcia, fue una revelación importante. Su suegro murió recientemente debido a una infección intrahospitalaria, una condición de la que no se habla demasiado y que se adquiere en el mismo lugar donde supuestamente asistimos para curarnos. Así que Garcia cierra su nota con un consejo especial para los fotógrafos:
lavarse las manos cuidadosamente durante las temporadas de gripe y resfríos, y también cuidarnos del equipo que manejamos todos los días, sobre todo si tenemos un sistema inmunológico con tendencias a comprometerse o
acabamos de salir de un tratamiento con antibióticos. En este caso, las bacterias en la cámara podrían representar un peligro, aunque no se trate de una situación demasiado común.
La realidad es que las bacterias están en todas partes, incluso en nuestro organismo. En general, se encuentran de forma balanceada, para mantener todo bajo control. Sin embargo, en algunas ocasiones, pueden hacer que nos enfermemos. Garcia nos presenta además una entrevista con Gilbert mientras toma las muestras de los lugares más comunes donde aparecen las bacterias, como por ejemplo, el disparador, donde nuestro dedo está constantemente en contacto. De acuerdo con un estimado de Gilbert (antes de recibir los resultados) la cámara de Garcia contaba con
una cantidad de bacterias de 1 a 10 millones.
Las bacterias en la cámara no solamente se obtienen del contacto con el ser humano, sino también
de las superficies donde se apoya, y también del mismo aire. Sin embargo, antes de que nos asustemos, Gilbert aclara que es muy poco probable que en la cámara haya una bacteria que sea dañina para el que la está operando. La explicación de Gilbert (en inglés) es bastante detallada como para alejarnos de cualquier peligro que pueda provenir de nuestro mismo instrumento de trabajo.
Fuente:
http://altfoto.com/2013/02/bacterias-en-la-camara