Son probablemente la marca de equipo de audio más identificable con la iconografía del rock, pero además de atronar en conciertos multitudinarios o en ensayos caseros en Marshall también saben embutir calidad y estilo en algo sonoramente más discreto y menos molesto para el vecindario como estos cascos Monitor.
Con un precio de $200 y haciendo gala, entre otras cosas, de un sistema especial marca de la casa de filtro de vibraciones, parece que pocos auriculares como estos proporcionarán una reproducción cristalina del sonido, además de llevar todo el estilo que habitualmente asociamos con Marshall a nuestra cabeza.
Se emplean materiales excepcionales como oro y piel auténtica (de color negro, no podía ser de otra manera) y añade algunos detalles prácticos como la presencia de un conector adicional de 3,5 mm para poder compartir la escucha con un compañero que puede enchufar ahí sus propios cascos. Si eres de los que les gusta llevarse este accesorio de viaje te alegrará saber que el mecanismo de plegado de Marshall Monitor consigue reducirlos bastante hasta que ocupen un espacio compatible con no necesitar porteadores watusi.
En cuanto a rango de reproducción de sonidos, Marshall asegura que son capaces de bajar hasta los 10Hz, donde probablemente no seas capaz de distinguir esas frecuencias pero estar están. En el lado opuesto de la tabla y quitando los filtros, se alcanzan los 3KHz ofreciendo sin distorsión un sonido puro, claro, brillante y sin exceso de bajos.
vINQulo Marshall Monitor
Fuente: http://www.theinquirer.es/2013/04/25/ademas-de-amplis-marshall-ahora-tambien-hace-auriculares.html
jueves, 16 de mayo de 2013
¿Fotografia en blanco y negro o color?
Blanco y negro o color es un pregunta que sale a flote, con frecuencia, en mis cursos. Y siempre hay disparidad de opiniones. Normalmente alguien dice que el blanco y negro es más artístico. Creo que es uno de los errores más grandes que suele tener la gente.
El blanco y negro no es más elegante que el color, ni viceversa. No tiene nada que ver la elegancia con el color o su falta, sino con el estilo del fotógrafo, el encuadre o el mensaje. No es fácil decidirse por uno u otro. Y muchas veces esa decisión nos puede ayudar a mejorar un trabajo o a estropearlo.
La fotografía nació en blanco y negro. Las primeras emulsiones sólo eran capaces de registrar la luminosidad de los objetos. Sin embargo, el objetivo era conseguir reproducir el color, para lograr un mayor realismo. Y aunque parezca mentira en 1860, gracias a la investigación de James Clerk Maxwell, se vio la primera fotografía en color. El problema es que era muy difícil, pues había que hacer la foto tres veces, con un filtro distinto cada vez. El primer sistema en color que se comercializó fue el famoso Autochrome en 1907, de los hermanos Lumiere, los creadores del cine. Lo consiguieron gracias a la fécula de la patata. Hasta 1935 fue la única forma de fotografiar en color, cuando apareció la fantástica Kodachrome, que prácticamente acaba de morir.
Algo muy curioso de toda esta evolución es que las fotografías digitales son originalmente en blanco y negro, pues los sensores sólo registran la luminosidad. El color es fruto de la interpolación de la matriz Bayer RGB que está colocada encima del sensor. El color digital, dicho de otra forma, no es real, es inventado. De hecho, la famosa Leica en blanco y negro, la M Monochrom, dicen que tiene mayor calidad precisamente por evitar dicha matriz en su configuración.
En el pasado, muchos fotógrafos empezábamos en blanco y negro porque era más sencillo, más barato y mucho menos complicado. Ese era el motivo principal. Cualquiera podía montar un laboratorio en el baño, con tres tristes cubetas a temperatura ambiente y conseguir unas copias de calidad en aquel maravilloso papel baritado que afortunadamente ha vuelto. El blanco y negro era más rápido, menos exigente con las temperaturas y encima podías ir de autor. El blanco y negro era como la reserva de los artistas...
Cuando apareció la tecnología digital, todo el mundo se olvidó del blanco y negro, pues ya era posible disparar en color sin gastarse un dineral y teníamos la posibilidad de darle el aspecto que quisiéramos en el ordenador. Pero enseguida las cámaras ofrecieron un filtro artístico que consistía en pasar la fotografía a escala de grises... Y aparecieron miles de técnicas y cursillos para conseguir un blanco y negro de verdad.
Y así llegamos al día de hoy, donde todavía la gente no sabe qué hacer: si seguir con el color o pasarla a blanco y negro. Y elegir una forma u otra de expresión depende de muchos factores que el fotógrafo debe estudiar a fondo antes de decidirse por uno o por otro.
Elegir blanco y negro o color tiene que estar justificado. La famosa respuesta -porque sí- de los niños pequeños, o de los padres desesperados con ellos, no tiene cabida en este mundo. Cuando preparamos una serie hay que estudiar si el color o su falta va a completar nuestro mensaje. Hay que ver si el color despista o atrae al espectador. O a lo mejor el blanco y negro ayuda a que se fijen más en las formas o en el mensaje. Y sobre todo hay que ser lógico y consecuente, pues carecería de sentido trabajar en blanco y negro en la fiesta holi de la India. O a lo mejor no. Siempre depende de lo que se quiera comunicar.
El blanco y negro es mucho más fácil que el buen color, que es aquel que parece blanco y negro porque todos los colores pertenecen a una misma gama o se complementan perfectamente como puede ocurrir con el negro y el azul, o el verde con el magenta. Como dice el gran Tino Soriano:
Fuente: http://altfoto.com/2013/04/fotografia-en-blanco-y-negro-o-color
El blanco y negro no es más elegante que el color, ni viceversa. No tiene nada que ver la elegancia con el color o su falta, sino con el estilo del fotógrafo, el encuadre o el mensaje. No es fácil decidirse por uno u otro. Y muchas veces esa decisión nos puede ayudar a mejorar un trabajo o a estropearlo.
La fotografía nació en blanco y negro. Las primeras emulsiones sólo eran capaces de registrar la luminosidad de los objetos. Sin embargo, el objetivo era conseguir reproducir el color, para lograr un mayor realismo. Y aunque parezca mentira en 1860, gracias a la investigación de James Clerk Maxwell, se vio la primera fotografía en color. El problema es que era muy difícil, pues había que hacer la foto tres veces, con un filtro distinto cada vez. El primer sistema en color que se comercializó fue el famoso Autochrome en 1907, de los hermanos Lumiere, los creadores del cine. Lo consiguieron gracias a la fécula de la patata. Hasta 1935 fue la única forma de fotografiar en color, cuando apareció la fantástica Kodachrome, que prácticamente acaba de morir.
Algo muy curioso de toda esta evolución es que las fotografías digitales son originalmente en blanco y negro, pues los sensores sólo registran la luminosidad. El color es fruto de la interpolación de la matriz Bayer RGB que está colocada encima del sensor. El color digital, dicho de otra forma, no es real, es inventado. De hecho, la famosa Leica en blanco y negro, la M Monochrom, dicen que tiene mayor calidad precisamente por evitar dicha matriz en su configuración.
En el pasado, muchos fotógrafos empezábamos en blanco y negro porque era más sencillo, más barato y mucho menos complicado. Ese era el motivo principal. Cualquiera podía montar un laboratorio en el baño, con tres tristes cubetas a temperatura ambiente y conseguir unas copias de calidad en aquel maravilloso papel baritado que afortunadamente ha vuelto. El blanco y negro era más rápido, menos exigente con las temperaturas y encima podías ir de autor. El blanco y negro era como la reserva de los artistas...
Cuando apareció la tecnología digital, todo el mundo se olvidó del blanco y negro, pues ya era posible disparar en color sin gastarse un dineral y teníamos la posibilidad de darle el aspecto que quisiéramos en el ordenador. Pero enseguida las cámaras ofrecieron un filtro artístico que consistía en pasar la fotografía a escala de grises... Y aparecieron miles de técnicas y cursillos para conseguir un blanco y negro de verdad.
Y así llegamos al día de hoy, donde todavía la gente no sabe qué hacer: si seguir con el color o pasarla a blanco y negro. Y elegir una forma u otra de expresión depende de muchos factores que el fotógrafo debe estudiar a fondo antes de decidirse por uno o por otro.
Elegir blanco y negro o color tiene que estar justificado. La famosa respuesta -porque sí- de los niños pequeños, o de los padres desesperados con ellos, no tiene cabida en este mundo. Cuando preparamos una serie hay que estudiar si el color o su falta va a completar nuestro mensaje. Hay que ver si el color despista o atrae al espectador. O a lo mejor el blanco y negro ayuda a que se fijen más en las formas o en el mensaje. Y sobre todo hay que ser lógico y consecuente, pues carecería de sentido trabajar en blanco y negro en la fiesta holi de la India. O a lo mejor no. Siempre depende de lo que se quiera comunicar.
El blanco y negro es mucho más fácil que el buen color, que es aquel que parece blanco y negro porque todos los colores pertenecen a una misma gama o se complementan perfectamente como puede ocurrir con el negro y el azul, o el verde con el magenta. Como dice el gran Tino Soriano:
El armazón de cualquier imagen se construye básicamente con líneas, texturas, tonos y volúmenes. La fotografía en blanco y negro utiliza estos recursos para ordenar el contenido de las imágenes.Personalmente, cuando empiezo una serie nueva, o hago un viaje, hago una previsualización de cómo puede quedar el resultado final. Si el color no es importante, recurro al blanco y negro. También me puedo dar cuenta que a través del color puedo dirigir la mirada más fácilmente. Y muchas veces depende de mi estado de ánimo. ¿Vosotros qué hacéis?
El color, sin embargo, estorba en un principio la comprensión de la estructura de una foto, porque es lo primero que apreciamos. Esa circunstancia relega la gramática de las líneas, texturas, tonos y volúmenes a una inspección más tardía, una vez la mente determina sus conclusiones tras valorar lo primero que percibió: los estímulos cromáticos.
Fuente: http://altfoto.com/2013/04/fotografia-en-blanco-y-negro-o-color
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5/16/2013 07:00:00 p. m.
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Fotografia
The Lone Ranger: Armie Hammer cabalga junto a Johnny Depp
Ante el estreno de The Lone Ranger a mediados de julio, Walt Disney comienza a mostrar las primeras piezas promocionales en torno a los personajes interpretados por Johnny Depp y Armie Hammer, que hace ya algo más de un año viéramos caracterizados como Tonto y John Reid. Si tenemos en cuenta que se trata de una producción de Jerry Bruckheimer, dirigida por Gore Verbinski, responsables juntos de Pirates of the Caribbean, y por separado el segundo de la oscarizada Rango, nos podemos hacer una idea de lo que podemos esperar de la adaptación cinematográfica de las aventuras del llanero solitario que fuera héroe radiofónico en la década de los años treinta, primero, para serlo después a lo largo de ocho temporadas en la televisión a finales de los años cuarenta.
Echando un vistazo al tráiler de The Lone Ranger, podemos hacernos una idea del trabajo de los cuatro guionistas encargados de llevar al cine lo que será una aventura repleta de acción y humor en la que el héroe enmascarado adquiere una faceta totalmente nueva. Tonto, rebautizado en español como Toro, es un guerrero espiritual, nativo americano, que relata las fabulosas historias que convirtieron a John Reid, un hombre de la ley, en una leyenda de la justicia. Un guión escrito por Ted Elliott & Terry Rossio, habituales guionistas de Disney que no sólo han colaborado juntos en Piratas del Caribe y sus secuelas, además de en películas como Aladdin, The Mask of Zorro, The Road to El Dorado o Shrek, y a quienes se une Justin Haythe, que ha colaborado en los guiones de The Clearing, Revolutionary Road o Snitch. Sin duda un equipo que podrá hacer realidad las ilusiones de director, que pretende transportar al público a través de un épico viaje con muchas sorpresas:
Siempre he estado intrigado por los personajes que existen en tiempos de cambios monumentales. Ellos de alguna manera son arrojados contra los acontecimientos que los engullen y les amplían. The Lone Stranger es una historia de dos marginados unidos por la adversidad en un momento en que las líneas entre el bien y mal se han difuminado sin límites bien definidos que los ayuden y sin tribu a la que retornar, son un glorioso par de inadaptados: una banda aparte.
- Johnny Depp interpreta a Toro, un comanche errante, expulsado de su tribu, que cabalga sólo y que va en busca de los dos hombres responsables de la ruina de su pueblo. En su camino se cruza fatalmente el joven abogado herido John Reid, a quien contribuye a transformar en el Llanero Solitario.
- Armie Hammer es John Reid, un idealista incondicional que se opone firmemente a la ética violenta de la frontera, donde la justicia se impone normalmente con un arma de fuego. Cuando se sube a un tren de regreso a Colby, Texas, dispuesto a ejercer la abogacía con un título de la costa este, se produce su encuentro con Toro, que pondrá en marcha una serie de acontecimientos que le convertirán irremediablemente en el enigmático héroe enmascarado.
- Rebecca Chaid, que tendrá las facciones Ruth Wilson, es una mujer que, aún habiendo nacido para merecer algo mejor y con el coraje y la independencia de cualquier vaquero, su espíritu se encuentra atrapado entre dos hombres, su marido Dan y su cuñado John, el hermano menor de Dan.
- Y la actriz que más personajes extravagantes debe haber interpretado a lo largo de su carrera,Helena Bonham Carter, se pone en los zapatos de Red Harrington, la propietaria de un establecimiento ambulante de excéntrico entretenimiento, sin pelos en la lengua, con un insólito peinado y una pierna de marfil. El reparto se completa con las presencias de Tom Wilkinson, Barry Pepper, William Fichtner y James Badge Dale.
Galería de imágenes
Pulsa sobre una imagen para verla más grande.Fuente: http://extracine.com/2013/04/trailer-de-the-lone-ranger
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5/16/2013 05:00:00 p. m.
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Cine y Video
Cómo realizar copia de seguridad de aplicaciones con Carbón
Carbón en su versión gratuita nos ofrece total funcionalidad para crear copias de seguridad de todas nuestras aplicaciones sin ni tan siquiera tener que ser usuarios root.
Como ya os he dicho, la versión gratuita de la aplicación es totalmente funcional, aunque disponemos de una versión PRO de pago con algunas funciones yherramientas extras.
Carbón es una alternativa de calidad a aplicaciones tan conocidas comoTitanium Backup, aunque con menos opciones en su configuración y copia de archivos de sistema.
Características de la aplicación
- Copia de seguridad de aplicaciones y datos sin necesidad de ser usuarios Root.
- Opción de sincronización de nuestra cuenta de Google para subir el Backup a Google Drive
- Opción de copia en memoria interna.
- Opción de copia en la sdcard externa
- Disponible una versión de escritorio para PC y complementaría a la aplicación móvil.
Cuando digo con sus datos incluidos me refiero, por ejemplo a que si guardamos un juego, este se nos guardará en la ruta especificada tal y como lo teníamos en el momento de hacer el Backup, lo que quiere decir que se salvará con todos los progresos que hayamos conseguido hasta ese momento.
Otra cosa recomendable es que una vez tengamos realizada la copia de seguridad o Backup, copiemos la carpeta llamada Carbón en nuestro ordenador personal o soporte de almacenamiento externo, con esto evitaremos su perdida en caso de formateo accidental de la memoria interna o externa del terminal.
Más información - Cómo crear copia de seguridad usando Titanium Backup, Cómo usar la tienda de aplicaciones de Android desde el PC, Google Play
Descarga – Carbón gratis
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5/16/2013 03:00:00 p. m.
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Android
¿Son los gráficos lo más importante de los videojuegos?
La calidad de un videojuego no tiene que ver solamente con tener un apartado gráfico de lujo. Crytek cree que los gráficos son lo más importante de un juego, pero están muy equivocados. Es la suma de una gran trama e historia, buena jugabilidad y su aspecto visual.
En el evento de la presentación de PlayStation 4 quedó demostrado como Sony nuevamente sorprende en calidad gráfica. La calidad de detalle, textura y sombras en cada vídeo de supuesto gameplay que presentaron para el nuevo KillZone, Watch Dogs o el próximo título de la sagaInfamous, fue casi increíble. Pero incluso en la generación actual de consolas se cuentan con gráficos asombrosos, y ni hablar del potencial de unir dos de las más modernas tarjetas gráficas en un PC para juegos.
Aún así nace la pregunta: ¿Son los gráficos lo único que importa en los videojuegos? Y la respuesta es muy sencilla: No.
De hecho, la calidad gráfica debe quedar desplazada al segundo lugar de importancia o para algunos incluso el tercero, por debajo de la historia y la jugabilidad. Simplemente es ilógico que un juego sea más valorado por "el efecto y realismo del fuego luego de una explosión" antes de por la historia que nos cuenta, la trama y cuánto disfrutamos el desarrollarla.
Esta duda nace gracias a que esta semana los responsables de Crytek, estudio creador de la reconocida saga de juegos de acción y disparos que lleva el nombre de Crysis, aseguraran que "los gráficos son lo más importante en un juego", atreviéndose a cuantificar el nivel de importancia de cada cosa, dando a la calidad gráfica la mayoría con "el 60%".
Cevat Yerli, uno de los creativos de estos estudios sencillamente invita a las personas que dudan de que los gráficos son importantes a que jueguen Crysis 3, para que comprueben lo contrario. Yo lo he jugado, y sí, el juego sorprende en lo visual y tiene algunas características que lo hacen bastante divertido, pero en mi caso sería incapaz de poner el apartado visual de este juego por encima de grandes obras en este ámbito de los años 90, que me hacían vivir una historia más que cualquier otra cosa.
Aún así, conocemos títulos (y estudios) que gustan de ofrecer espectaculares historias junto a espectaculares gráficos. Podemos tomar el caso de los estudios de Quantic Dream, responsables de juegos tan grandiosos como Heavy Rain, que prácticamente es una película interactiva, o el caso de Metal Gear Solid, saga que nace de la mente del gran Hideo Kojima, que con cada historia nos sorprende más. O el caso más reciente, el nuevo hijo de Ken Levine: BioShock Infinite, una obra de arte como juego de este año cuyo análisis lo demuestra muy bien.
¿No existen actualmente juegos que pongan primero trama y jugabilidad antes de calidad gráfica? Sí, y muchísimos, especialmente bajo la responsabilidad de desarrolladores independientes, desde donde hemos visto nacer grandes obras como Bastion, Deadlight, Hotline Miami e incluso desde estudios medianos los reconocidos y galardonados Journey y el juego de The Walking Dead.
Aunque es innegable que disfrutamos de ver nuestros juegos con detalle e imágenes agradables o acordes a la temática, sencillamente no es necesario poner todo el empeño del desarrollo en el apartado gráfico y así descuidar el desarrollo de una trama que podría ser épica, y que finalmente es lo que más nos queda al haber pasado por completo la campaña o modo historia de un videojuego.
La saga Crysis se hace divertida y siempre ha sido reconocida por ser de los mejores juegos FPS en el apartado gráfico que existen, pero aún así, en muchos años seguiré recordando mis aventuras en la ciudad de Hyrule o mientras me infiltraba en torres de la ciudad de Dunwall, más que cualquier partida de multijugador en un juego de acción, y estoy seguro de no ser el único que piensa de esta forma.
Fuente: http://alt1040.com/2013/04/graficos-importancia-de-los-videojuegos
En el evento de la presentación de PlayStation 4 quedó demostrado como Sony nuevamente sorprende en calidad gráfica. La calidad de detalle, textura y sombras en cada vídeo de supuesto gameplay que presentaron para el nuevo KillZone, Watch Dogs o el próximo título de la sagaInfamous, fue casi increíble. Pero incluso en la generación actual de consolas se cuentan con gráficos asombrosos, y ni hablar del potencial de unir dos de las más modernas tarjetas gráficas en un PC para juegos.
Aún así nace la pregunta: ¿Son los gráficos lo único que importa en los videojuegos? Y la respuesta es muy sencilla: No.
De hecho, la calidad gráfica debe quedar desplazada al segundo lugar de importancia o para algunos incluso el tercero, por debajo de la historia y la jugabilidad. Simplemente es ilógico que un juego sea más valorado por "el efecto y realismo del fuego luego de una explosión" antes de por la historia que nos cuenta, la trama y cuánto disfrutamos el desarrollarla.
Esta duda nace gracias a que esta semana los responsables de Crytek, estudio creador de la reconocida saga de juegos de acción y disparos que lleva el nombre de Crysis, aseguraran que "los gráficos son lo más importante en un juego", atreviéndose a cuantificar el nivel de importancia de cada cosa, dando a la calidad gráfica la mayoría con "el 60%".
"Quien dude de la importancia de los gráficos, lo invitamos a jugar Crysis 3"
Cevat Yerli, uno de los creativos de estos estudios sencillamente invita a las personas que dudan de que los gráficos son importantes a que jueguen Crysis 3, para que comprueben lo contrario. Yo lo he jugado, y sí, el juego sorprende en lo visual y tiene algunas características que lo hacen bastante divertido, pero en mi caso sería incapaz de poner el apartado visual de este juego por encima de grandes obras en este ámbito de los años 90, que me hacían vivir una historia más que cualquier otra cosa.
Aún así, conocemos títulos (y estudios) que gustan de ofrecer espectaculares historias junto a espectaculares gráficos. Podemos tomar el caso de los estudios de Quantic Dream, responsables de juegos tan grandiosos como Heavy Rain, que prácticamente es una película interactiva, o el caso de Metal Gear Solid, saga que nace de la mente del gran Hideo Kojima, que con cada historia nos sorprende más. O el caso más reciente, el nuevo hijo de Ken Levine: BioShock Infinite, una obra de arte como juego de este año cuyo análisis lo demuestra muy bien.
¿No existen actualmente juegos que pongan primero trama y jugabilidad antes de calidad gráfica? Sí, y muchísimos, especialmente bajo la responsabilidad de desarrolladores independientes, desde donde hemos visto nacer grandes obras como Bastion, Deadlight, Hotline Miami e incluso desde estudios medianos los reconocidos y galardonados Journey y el juego de The Walking Dead.
Aunque es innegable que disfrutamos de ver nuestros juegos con detalle e imágenes agradables o acordes a la temática, sencillamente no es necesario poner todo el empeño del desarrollo en el apartado gráfico y así descuidar el desarrollo de una trama que podría ser épica, y que finalmente es lo que más nos queda al haber pasado por completo la campaña o modo historia de un videojuego.
La saga Crysis se hace divertida y siempre ha sido reconocida por ser de los mejores juegos FPS en el apartado gráfico que existen, pero aún así, en muchos años seguiré recordando mis aventuras en la ciudad de Hyrule o mientras me infiltraba en torres de la ciudad de Dunwall, más que cualquier partida de multijugador en un juego de acción, y estoy seguro de no ser el único que piensa de esta forma.
Fuente: http://alt1040.com/2013/04/graficos-importancia-de-los-videojuegos
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