La idea del viaje por el litoral, era seguir la línea del Paraná hacia el norte, por lo que subí al colectivo rumbo a la costanera, ya que de todos los destinos, Resistencia es el mas alejado de la márgen. Pero, en el colectivo, sucedió el siguiente diálogo con el chofer:
- Hasta la costanera, ¿Dónde mas o menos me tendría que bajar?
- Después del puente.
- Pero yo voy de éste lado. El lado correntino lo quiero visitar cuando pase por Corrientes…
- No va a poder ser, nosotros no tenemos costanera.
Ah mirá…
Así que como destino sorpresa, veinte minutos mas tarde, me encontraba bajando en el puerto de Corrientes, listo a recorrer la maravillosa costanera de la ciudad.
Un lugar precioso de punta a punta. Y la ciudad… Mágica. No se como, pero me contuve de sacar fotos de la ciudad, e incluso de verla demasiado. Corrientes, será un destino para un próximo viaje. Este día, mi dedicación fué exclusiva al Río Paraná, y acá te lo muestro:
La semana que viene, subimos al micro y bajamos en Formosa, a recorrer su inolvidable capital...