Tanto para la vida diaria de los asuncenos como para la estancia de los turistas, dichos puestos ambulantes ofrecen desde las mas variadas comidas regionales, frutas y verduras, hasta un sinfin de artículos, tanto de uso corriente, (como un juego de termo tereré y bombilla, los cuales se pueden conseguir de los mas variados diseños y materiales de terminación, o una práctica valija rígida con rueditas, las cuales parecen haberse puesto de moda, porque las hay también, de a cientos), como también artículos de fabricación artesanal, generalmente de uso indumentario o decorativo.Y créanme, me quedo corto si les digo que la variedad es tremenda.
Además de los puestos callejeros, la Plaza de los Héroes alberga una feria artesanal estable, que ocupa prácticamente todo un lateral completo de la misma. Acá puede encontrarse también algo muy particular: Puestos a los que uno puede acercarse y alquilar su equipo de tereré, con la particularidad de customizar la yerba a gusto. Si señor, usted pide las hierbas, y mortero mediante, se lleva su yerba personalizada, única, e irrepetible.
Los Kioskos de lotería son otra de las cosas que rápidamente captaron mi atención: Pequeñas casetas con espacio para albergar sólo lo impresindible y no mucho más. ¿Y el Kioskero? Ah! Ahí, afuera, en la esquina, al reparo de un árbol, intentando mitigar el calor de la ciudad sorbo a sorbo de su tereré, mientras levanta una apuesta desde su terminal on-line.
Y por último, paseamos en la feria estable de la calle Palma, la cual los fines de semana convoca a todo feriante itinerante, y en donde todo lo descripto anteriormente, se potencia hasta el infinito.
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También podés verlas directamente desde Picasa.
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La semana que viene llegamos a la mitad del recorrido por Paraguay, haciendo un alto en algunas particularidades edilicias, costumbres, y recomendaciones gastronómicas…
