La fotografía es un medio fantástico que en unas ocasiones ha estado al servicio de otras artes, y en otras muchas ocasiones ha formado parte de otras. En nuestro caso, hablaremos de
la fotografía y su relación con el cine, así como las aportaciones que realiza, los usos y por supuesto hablaremos de sus responsables: los invisibles directores de fotografía.
La fotografía en el cine es un aspecto esencial que no siempre ha tenido la consideración que debiera. El cine, al igual que la fotografía, se basa en la captura de la luz pero la diferencia radica en que el cine la captura de forma continua.
El buen uso de la luz es capital y según como se iluminen las escenas, pueden salir magistralmente reforzadas o por el contrario destrozarla y quitarle una parte importante de interés. En el cine se utilizan equipos de luz continua llamados "focos", que son fuentes de luz continua de una gran potencia las cuales se rebotan o se combinan entre sí para crear la iluminación necesaria en el set de rodaje, las cuales además intervienen directamente en diversos parámetros en la cámara, como por ejemplo la profundidad de campo.
El cine y su fotografía se sustentan en dos elementos básicos:
luz y encuadre. La
luz en referencia a qué equipos usamos y cómo lo situamos en la escena; y el
encuadre en referencia a cómo encajamos dentro del cuadro de la cámara ese set iluminado. Existe un tercer elemento, el
color, el cual tiene un gran poder para provocar sensaciones al espectador, aunque considero que el color amplía las posibilidades creativas de la luz, pero no abre un camino nuevo en la misma.
El director de fotografía es el responsable de manejar estos dos elementos con la mayor maestría posible para conseguir una imagen que capte toda la atención del espectador. Considero que el director de fotografía tiene la responsabilidad de
manejar la estética del film, y para ello debe planificar muy bien cómo trabajará con la luz, el encuadre y el color. Para hacer un buen trabajo, la fotografía debe ser un trabajo original, para que cuando llegue al espectador, la curiosidad haga que no pueda dejar de ver la pantalla sabiendo que lo que está viendo es totalmente diferente a lo que suele ver.
Una cosa que debe saber todo aquel que esté estudiando para lograr ser un director de fotografía, es que una vez aprendido a planificar y preproducir una película, así como a manejar los equipos de iluminación y cámaras, ya no hay más que aprender. Suena raro, pero la dirección de fotografía no pende de un título universitario, sino de que
el profesional debe ganarse el puesto participando en distintas producciones y realizando un buen trabajo. Con creatividad, originalidad, y la forja de un estilo, un aspirante a director de fotografía puede llegar muy lejos.
Las fases en las que la figura del director de fotografía se encuentra mas presente son
la preproducción y la producción. La preproducción es la fase del film en la que se planifica la película, además de la más importante, puesto que se debe conseguir una planificación milimétrica del dinero que se va a invertir para conseguir aprovecharlo al máximo, así como un planteamiento estético que sorprenda. La producción, por otra parte, es la fase en la que el rodaje empieza y en la que la planificación debe entrar en juego para que todo quede grabado en el plazo de tiempo previsto.
Durante la
preproducción, los responsables de cada departamento creativo se reúnen para poner de acuerdo la estética del film, así como decidir los puntos clave en la película en las que la imagen debe anclar al espectador en la silla, además de otras muchas consideraciones. Tras ello, se realizan distintas planificaciones, pruebas y conceptos, los cuales se detallan milimétricamente para conseguir la máxima eficiencia del tiempo y el dinero en la fase de producción.
Durante la
producción, el director de fotografía y todo el equipo encargado de operación de cámaras y luces se ponen manos a la obra y mientras el set de grabación se va montando, las cámaras y las luces toman sus posiciones, para que cuando la cámara empiece a grabar solamente sea necesaria la intervención del actor en el set.
Existe una tercera fase del rodaje, la
postproducción, en la que se realiza el montaje de la película así como el diseño y aplicación de los efectos especiales, una fase en la que el director de fotografía no debería involucrarse debido a que el montador debe pensar únicamente en los planos que narrativamente transmitan lo deseado.
En muchísimas ocasiones
la figura del director de fotografía queda invisible para la mayoría del público, aunque quien se ha interesado por el campo sabe que a lo largo de las últimas décadas siempre han habido grandes maestros del campo como pueden ser
Gregg Toland (
"Citizen Kane",
"The grapes of Wrath"), aunque de las grandes figuras hablaremos en otra ocasión.
Fuente:
http://altfoto.com/2013/10/entendiendo-la-fotografia-en-el-cine-y-sus-funciones