Después de llegar a la montaña más alta, combatiendo el frio reinante y llevando en la mochila tu equipo fotográfico, ves la luz y decides sacar la cámara para conseguir la fotografía de tus sueños. Lo has conseguido. Pero cuando llegas a casa e introduces la tarjeta en el ordenador, para ver sólo esa imagen, descubres que está llena de motas de polvo. Es una de las cosas más dolorosas que nos podemos encontrar, junto con salir a hacer fotos sin batería o sin saber si has descargado los archivos que has borrado de la tarjeta.
El porqué del polvo
Siempre ha existido el polvo en la fotografía. Es uno de sus peores enemigos. Los motivos son la estática, la falta de cuidado y el ambiente. El continuo movimiento de todos los mecanismos internos y la suciedad del ambiente, así como las características físicas del carrete eran los culpables.En cuanto disparábamos la cámara, millones de motas de polvo en suspensión eran atraídas hacia la película y se quedaban ahí depositadas. Pero aquellas máquinas ahora olvidadas en el fondo del armario o en el mejor de los casos, en una vitrina (todavía hay quien las sigue utilizando, por supuesto), tenían un sistema infalible para evitar el polvo: Pasar la película.
Así se eliminaban casi todos los residuos que había en el interior de una cámara oscura. De vez en cuando encontrábamos un rayajo en toda la tira, uno de los mayores infortunios que podían tener nuestros negativos, y que suponía pasarse horas con la tinta china o un lápiz blando para camuflarlas en el positivo. Pero era algo poco frecuente siempre que tuviéramos cuidado.
Pero en el mundo digital el polvo se deposita sobre el sensor por los mismos motivos que antes, y además tenemos una mayor actuación de la estática, que es la acumulación de un exceso de carga eléctrica por diferentes motivos, en este caso por la presencia de componentes electrónicos y el calor que pueden llegar a generar.
El problema es que ahora no existe el desplazamiento de la película, y la suciedad queda depositada ad eternum encima del sensor. Y como no se mueve, tendremos el mismo patrón en todas las fotografías que hagamos ese día.
Cómo evitarlo
Tengo una mal noticia que dar. Espero que estéis preparados para escucharla. Muchos creías que teníais un truco infalible para evitarlo. Pero aquí viene la cruda realidad: es imposible evitar el polvo en el sensor. A lo mejor si viviéramos en una burbuja con vuestra cámara sería posible, pero como nosotros desprendemos polvo, tampoco serviría.Siempre habrá polvo en el ambiente. Y siempre llegará a nuestro sensor. Yo he visto manchas -y pelos- dentro de cámaras compactas... Sí podemos tener una serie de precauciones que paso a señalar a continuación:
- No cambiar el objetivo en medio de una tormenta de arena en una playa con niños jugando con palas y corriendo a la altura de tu cámara. (Lo he visto y luego he escuchado cómo se quejaba el dueño de lo malas que eran las cámaras digitales).
- Tener la precaución de tapar con nuestro cuerpo la dirección del viento y cambiar el objetivo con la cámara orientada al suelo.
- Procurar tapar los objetivos después de cada cambio inmediatamente, incluso antes de colocarlos en la mochila.
- No confiar nunca en los sistemas integrados de eliminación de polvo. En general no funcionan, pues sólo remueven el polvo, jamás lo quitan.
Cómo detectarlo y quitarlo
Uno de los grandes negocios es la venta de sistemas de eliminación de polvo. Y en la red circulan cientos de vídeos donde describen métodos milagrosos de dudosa eficacia. Lo primero que hay que hacer es no obsesionarse con el tema y asumir que es algo inherente a la fotografía. Siempre habrá motas de polvo en nuestra vida digital.Si queremos empezar a volvernos locos con el tema, sólo tenemos que disparar al cielo azul encima de nuestras cabezas con un diafragma cerrado (f11)... Y empezar a temblar por la invasión más que segura que tendremos en el sensor. Tenemos distintas opciones, todas inútiles:
- Llevar la cámara al servicio técnico cada seis meses. Aparte de dejarnos un dineral en algo que podemos hacer en casa, corremos el riesgo de quedarnos sin máquina unos cuántos días. Y todo para que hagan la limpieza en un puesto estanco. Algo muy eficaz, pero en cuanto salgamos a la calle el rey destronado recuperará su puesto en el sensor.
- Comprarnos un kit de limpieza que es infalible por lo que reza su publicidad. Nos dejaremos un buen dinero en algo que dejará residuos o peor aún, lo haremos mal y rayaremos el cristal que protege al sensor. El polvo volverá en cuánto terminemos.
- En muchos centros comerciales y tiendas especializadas, a lo largo del año, regalan limpiezas gratis iguales a las que haríamos en casa, pero con la ventaja de estar en manos de un profesional. Al día siguiente el sensor estará igual que al principio o peor. Nunca se sabe.
- El mejor sistema que he encontrado, y el más económico, y el más realista es una pera de aire de las más grandes que encontremos en una farmacia. Elimina todo lo que se ponga por delante. Eso sí, jamás deberá tocar el sensor, y sólo deberemos hacerlo con la cámara totalmente cargada y con el sistema de eliminación de polvo manual activado (ver los manuales de vuestras cámaras).
- Oscurecer temporalmente la zona sospechosa y empezar a eliminar marcianitos, digo manchas, con Tampón de clonar en el mejor de los casos o Pincel corrector puntual. Los mayores problemas estarán en los puntos con dos texturas distintas o con zonas de distinto contraste.
- En el caso de que hayamos intuido las manchas cuando todavía estamos trabajando con el archivo RAW, activar en Adobe Lightroom la función Visualizar tintas planas en el módulo Revelar cuando activamos la herramienta Eliminación de manchas o en ACR cuando activamos la herramientaEliminación de tinta plana.
Si damos a la tecla INICIO en el módulo Revelar o en Adobe Camera RAW cuando estamos al 100% de ampliación del archivo, la lupa se irá a la esquina superior izquierda de la fotografía, y dando a la tecla AV PAG el programa avanzará por todos los espacios de la fotografía sin dejarse ninguno.
Espero, sobre todo, que no os agobiéis con este tema. Eso sí, hay que estar muy atento cuando ampliemos una copia, pues entonces se verá el polvo en todo su esplendor.
Fuente: http://altfoto.com/2014/01/como-evitar-motas-polvo-sensor
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