El equipo de emprendedores 3D imparte talleres para el uso de su impresora 3D y busca que su materia prima sea hecha a partir de botellas de plástico.
3D es el nombre del proyecto que ha llevado a niños y público en general a conocer las impresoras 3D, cómo se arman y las muchas cosas que se pueden producir con esta tecnología. Su idea es que en algún momento, en un futuro cercano, todas las personas tengan su propia impresora 3D como tienen un celular. Francamente su idea es genial y parece cada vez es mucho más viable.
Quieren lograr que los materiales para impresión sean producidos también por ellos mismos
Con un bajo costo, US$600, su impresora y los talleres de 3D en Uruguay están haciendo historia. El armado de la impresora no tiene como requisito que se deba ser un ingeniero, se comenta en la nota que un niño de 9 años logró armarla y hacerla funcionar. No todo queda en eso, los emprendedores de 3D quieren lograr que los materiales para impresión sean producidos también por ellos mismos a partir de botellas de plástico. Esto me recordó la impresora Ekocycle Cube que busca el mismo objetivo. Parece este el camino correcto, sin duda, para aprovechar los materiales de uso diario y darles un uso, no sólo desecharlos.
Son varias áreas de conocimiento que fortalecen los talleres que realiza este grupo de emprendedores encabezados por Alejandro Lozdziejski, quien iniciara con un interés personal en las impresoras 3D, para más tarde formar un equipo que comparte su visión. Lo más importante que observo es como se entretejen las disciplinas cuando los niños se integran a los talleres, Lozdziejski comentó:
Creemos que es una herramienta para motivar a los niños a aprender de varias disciplinas: geometría (por el movimiento de los ejes), robótica (por el control con los motores), física (por las gráficas de temperatura para derretir el plástico) y modelado 3D (por el diseño de piezas).
El bajo coste se debe a la simplicidad del diseño de la propia impresora
Se pueden realizar desde tazas hasta carcasas para celular en el taller. 3D trabaja con un tipo de impresoras llamadas FDM, que usa plástico fundido que es su materia prima, es por esto la idea de realizar su propio material a partir de botellas de plástico. La impresora va depositando capa tras capa el plástico hasta formar el modelo deseado que mediante computadora se mandó imprimir. Una cosa más es que el bajo coste se debe a la simplicidad del diseño de la propia impresora, ya que otros modelos usan piezas solo por motivos estéticos.
Por un lado se trata de un tema sumamente interesante, las impresoras 3D están presentes cada vez más en distintas áreas y usadas para muchas aplicaciones. Puedo decir que casi cada semana me entero de algún proyecto de impresión 3D y no ha dejado de sorprenderme su evolución y alcance. Por otro lado lo que estos jóvenes uruguayos están realizando es un gran tarea y el conocimiento que hacen llegar a los demás puede estar construyendo el futuro que de muchos niños que aprenderán, desde muy pequeños, el uso y reuso de los materiales que consumen, además de que cambia completamente su forma de tener algo y en vez de decir “lo voy a comprar” dirán “lo voy a imprimir”.
Fuente: http://alt1040.com/2014/06/impresora-3d-bajo-coste-uruguay
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