Speakerexpo
"¿Puede escribir ahí sus datos?", la responsable de recepción del hotel en el que nos vamos a alojar estira el brazo y nos acerca un documento junto con un boli. Os habrá sucedido en más de una ocasión, pero ya el simple hecho de sostener el bolígrafo entre los dedos nos incomoda. Comenzamos a escribir torpemente nuestro nombre y es fácil que nos equivoquemos en algún punto. ¿Qué nos está sucediendo? Que son tantos los años que llevamos escribiendo con el ordenador, móvil o tablet que ya hemos perdido el hábito. Puedes pensar que esto es un daño colateral lógico en un proceso evolutivo, pero lo cierto es que sin ser realmente conscientes de ello, nos estamos perdiendo mucho por renunciar a la escritura a mano.
La mala noticia es que al escribir únicamente mediante un teclado, renunciamos a una serie de recompensas en nuestro cerebro medidas en términos de productividad y más memoria. ¿Cómo es posible el gesto aparentemente inocente de dibujar trazos con la mano desencadene una serie de procesos en nuestra cabeza? Pues sí, son muchos los estudios llevados a cabo que concluyen en que los que escriben a mano cuentan con una comprensión mucho más elevada del contenido de lo que escriben que la gente que simplemente memoriza o teclea la información en un dispositivo. Escribir a mano enciende la mecha en nuestras neuronas y nuestro cerebro se pone a trabajar a pleno rendimiento, y el fruto de este esfuerzo nos llega en forma de comprensión o creatividad.
Se dispara nuestra comprensión
No es casual que muchos novelistas (cada vez menos), opten por iniciar sus obras en hojas en blanco y con un simple bolígrafo o estilográfica, como tampoco es casual que los que escribimos disciplinadamente un diario, disfrutemos de un momento de lucidez que roza la clarividencia cuando comenzamos a inmortalizar los sucesos del día, y en especial aquellos que nos han planteado alguna dificultad o conflicto: es posible que te haya sucedido alguna vez, pero es curioso cómo a medida que describimos eso que nos ha acontecido, vamos viendo con calma la solución o quitando peso a situaciones en las que antes veíamos un problema. Es escribir a mano y describir con detalle lo sucedido lo que desenmaraña el peor de los problemas.Pero esto no es todo: esta forma de escritura nos convierte en una suerte de supermanes en materia de comprensión. Según un estudio llevado a cabo por la Universidad de California, las personas que escriben a mano cuentan con una capacidad de comprensión muy superior sobre lo escrito y lo que también resulta muy interesante, es que recuerdan mejor lo escrito. Las conclusiones de esta averiguación han puesto en tela de juicio la corriente actual de llenar las aulas de portátiles y tablets y renunciar poco a poco a los bolígrafos o lápices: parece que se está sacrificando mucho más que un aspecto meramente sentimental. Sin embargo, no creas que se trata únicamente del formato (boli o teclado), sino de la forma de escribir: los expertos aseguran que estos resultados se repiten si se toman notas a mano sobre la pantalla de un tablet o bien con lápiz electrónico.
Nuestra cabeza, más organizada
Llegados a este punto sorprende descubrir todo lo que se nos activa en el cerebro en el momento en el que sujetamos con la mano un lápiz y comenzamos a dibujar o escribir, pero espera porque los expertos también han encontrado pruebas científicas que vinculan la productividad con el hecho de escribir a mano. Según parece, los psicólogos han encontrado que al escribir a mano se crea una 'relación espacial' con la información que escuchamos. Dicho de otra manera, consolidamos de una manera gráfica la información que nos está llegando y de esta manera conseguimos no sólo comprenderla mejor, sino hacerlo durante más tiempo.Pero lo realmente interesa es que al escribir a mano obligamos a nuestro cerebro a organizar previamente la información. Es posible que no seas consciente de ello porque sucede muy rápido, pero antes de comenzar a escribir nuestra cabeza ordena rápidamente las ideas, algo que no tiene lugar cuando aporreamos el teclado. Así que ya sabes, merece la pena valorar la posibilidad de volver a utilizar el boli o lápiz en aquellas situaciones que exijan comprensión o atención elevada. Puede que lo consideres como una pérdida de tiempo, pero lo cierto es que se trata de justamente lo contrario: el cerebro adelanta parte del trabajo de forma que aprovechemos al máximo cada segundo en ese momento.
Fuente: http://hipertextual.com/2014/12/escribir-a-mano
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