- Aunque se ha hablado mucho de la estafa de las pulseras de iones, como Power Balance, aún siguen a la venta en muchos países
- Dentro del marketing promocional se muestran vídeos que intentan probar que, realmente, generan "iones" y muestran medidores de campos electromagnéticos para certificar el funcionamiento.
- Amal Graafstra sometió una pulsera de iones a un medidor de radiación y, según sus pruebas, realmente emiten radiación pero aunque su investigación intenta ser alarmista, la realidad es que no es para tanto.
- Las pulseras de iones son una verdadera estafa y su "supuesto funcionamiento" se apoyaba en la radiación natural que emiten muchos materiales.
Hace un par de años, solíamos ver a políticos, deportistas y presentadores de televisión lucir unas pulseras de siliconallamadas Power Balance que prometían grandes beneficios para nuestra salud gracias a los iones que generaban. Tras el marketing, finalmente, se escondía una gran estafa que, a pesar de todo, ha seguido activa y las pulseras siguen estando presentes en el mercado con incautos usuarios que las compran pensando en que los iones 'restaurarán' el equilibrio electromagnético de su cuerpo. Si alguien aún piensa que las pulseras de iones son beneficiosas, quizás, se pueda replantear las cosas tras conocer los hallazgos de Amal Graafstra, un hacker experto en RFID y dispositivos RF que ha llegado a la conclusión que estas pulseras están realizadas con materiales radioactivos.
Amal Graafstra es un personaje bastante curioso, un entusiasta de algo que él mismo llama "bio-hacking" y que consiste en el desarrollo de implantes y dispositivos para llevar en nuestro cuerpo (él mismo lleva en sus manos implantes RFID). Precisamente, dentro de su actividad, ha llegado a ejercer de consultor para una compañía que fabricaba pulseras de iones y ha visto, en primera persona, algunos de los falsos mitos sobre estas pulseras como, por ejemplo, que el color del plástico afecta a la concentración de iones de la pulsera.
Obviamente, una pulsera de silicona no puede generar un campo electromagnético así como así; para que un material genere un campo electromagnético es necesario algún tipo de excitación eléctrica o mecánica. En su opinión, la única explicación posible para el funcionamiento de la pulsera es que, en realidad, estuviese fabricada con materiales que emitiesen radiación ionizante.
Sometiendo la pulsera a un medidor de radiación, Graafstra comprobó que la pulsera que tenía en sus manos estaba generando una radiación de 3,8 microsieverts por hora lo que implica que, anualmente, un usuario recibiría una radiación de 33,288 milisieverts. Según la regulación de Estados Unidos, ningún producto que se ponga al mercado puede superar el límite de 1 milisievert de radiación ionizante al año, así que en base a estas medidas, Graafstra afirma que las pulseras del tipo Power Balance, más que ayudar, perjudican al usuario que las utiliza (aunque, realmente, está exagerando en su afirmación).
Para empezar, se considera una intoxicación leve por radiación cuando alguien ha sido expuesto a una radiación de entre 0,5 y 1 sievert y, a partir de esa cantidad, sí que estaríamos hablando de una exposición grave con probabilidad de causar la muerte. Aún así, no se recomienda una exposición anual superior a 50 milisieverts al año y, obviamente, la pulsera que analizó Graafstra queda por debajo del umbral (así que, está dentro de los parámetros normales).
Como curiosidad, Graafstra, como proveedor de la empresa de pulseras, cuenta que contactó con la misma, les expuso el análisis realizado y parece que la empresa le escuchó y piensa revisar el producto.
De todas formas, hay que evitar ser alarmistas o sacar conclusiones precipitadas. Al cabo de un año, cualquier persona recibe, de manera natural, alrededor de 3 milisieverts de radiación, si nos realizan un TAC abdominal recibiremos 10 milisieverts de radiación y, por ejemplo, la tripulación de un avión recibe 20 veces más radiación natural, durante su vida, que una persona que permanece en tierra (según los datos del Consejo de Seguridad Nuclear de España).
Por tanto, si bien el dato que presenta Graafstra es curioso, hay que evitar el pánico y, sobre todo, no caer en el timo de los "productos milagro" que, por cierto, en el caso de Power Balance ya fueron sancionados por estafa.
Fuente: http://alt1040.com/2014/01/power-balance-radiacion-natural