Cuando queremos convertirnos en
fotógrafos profesionales, el mayor de los problemas a los que nos podemos enfrentar somos nosotros mismos y nuestros miedos irracionales. Identificarlos y superarlos puede ser la clave para el éxito.
Estamos todos de acuerdo con que convertirse en un
fotógrafo de éxito es, hoy en día, más complicado que nunca. Que tu afición se transforme en tu forma de ganarte la vida, que tus deseos de la infancia se vean recompensados tras años de estudio y llegues a ser ese fotógrafo profesional con el que habías soñado. Sí, es difícil y actualmente más. Hay un montón de fotógrafos de éxito, con una técnica increíble, artistas con gran sensibilidad con unas imágenes que nos hacen reaccionar de alguna forma. A veces, una de las causas que no nos permiten desarrollarnos profesionalmente se debe, no a los conocimientos ni a la técnica o a que nuestras fotografías no transmitan nada, sino a que nuestros miedos se interponen en nuestro camino hacia el éxito. A veces no sabemos ni que los tenemos, otras no nos permiten ver más allá de lo que consideramos fracasos, por eso es importante identificar y superar los
miedos en fotografía y abrir así un camino para convertirte en un fotógrafo de éxito.
Veamos unos cuantos de esos miedos que pueden estar rondando por nuestra cabeza. No quiere decir se nos manifiesten todos a un tiempo, sería un desastre, pero seguro que alguna vez hemos experimentado alguno de ellos:
Miedo a perder dinero
Hay etapas en nuestro proceso productivo en que tenemos que realizar
inversiones para mejorar y progresar. La inversión inicial suele ser importante o, más adelante, cuando queremos renovar material o invertir en marketing o comprar cosas nuevas. En estos momentos nos rondará por la cabeza esa gran pregunta: ¿estoy tirando el dinero? o ¿conseguiré ese retorno de la inversión? También son interesantes las preguntas que nos hacemos cuando nos decidimos a dar el gran paso: ¿ganaré lo suficiente para cubrir gastos?
Son preguntas complicadas, de hacerse, de responder y sobre todo superar con éxito. Vamos a analizarlo. Invertir en material o en la mejora de nuestro recién arrancado negocio es síntoma de que confías en ti mismo, tanto que has decidido invertir tus ahorros. Y si tú estás dispuesto a invertir en tu trabajo, seguramente no serás el único. Gastarte tus ahorros es difícil, ¿pero qué mejor que hacerlo en algo que te hará feliz y de lo que conseguirás beneficios?
Piensa en los que podrás hacer con tus nuevos objetivos, con tu nuevo set de iluminación o con ese flash que tanto deseabas comprar.
Miedo al fracaso
Generealizando podríamos decir que
nadie quiere fracasar. A todos nos gustaría ser los mejores en nuestro trabajo, los más exitosos, influyentes, referentes... Y a veces podemos sentir que no vamos por ese camino, que estamos perdiendo del tiempo, que no somos lo suficientemente buenos; en definitiva, inseguridades en todos los ámbitos de nuestra carrera profesional que pueden suponer una traba: fallar en una sesión de fotos, en la organización de tus facturas, fallar en la selección de unos determinados ajustes para tus fotos, etc. El fracaso no debería ser un problema en sí, es más ni siquiera voy a seguir hablando de fracaso, lo llamaré fallo o error. No es el final de una carrera para nada, hay que verlo desde el otro lado, es una oportunidad para aprender, para reinventarte o para buscar una solución.
Las inseguridades impedirán que crezcas como profesional
¿Que te equivocas en una sesión de fotos? Somos humanos, nos puede pasar. Analiza qué hiciste mal, vuelve a llamar a tu modelo (o a tu cliente) y se honesto. Seguramente preferirá repetir la sesión y que sus fotografías sean buenas a llevarse un mal producto.
¿Te equivocaste en las facturas? A lo mejor no es tu punto fuerte, pero está en tus manos o aprendes a hacerlas bien a partir de las que hiciste mal (no te volverás a equivocar en lo mismo si tu sustento está en juego) o externalizas y contratas a un asesor. Fuera problema.
¿Tu negocio va mal? Párate y analiza por qué y cómo puedes mejorar. Seguramente hay algo que se te ha escapado que no estás haciendo bien: el producto, el márketing, los precios; analiza dónde te equivocas, busca una solución y vuelve con fuerza.
Los
errores son pequeños tropiezos en el camino al éxito y hay que aprender a esquivarlos o atravesarlos.
Miedo al rechazo
No nos gusta ser rechazados. Ni por una pareja, ni en un proceso de selección, tampoco en un concurso y menos en el desarrollo de nuestra profesión, porque hacemos cosas demasiado diferentes o porque no llegamos al nivel buscado. Y puede ocurrir, porque gustos hay tantos como personas. Si a un cliente no le gusta tu trabajo, seguramente habrá otros a los que les encante. Y a tu alrededor; seguro. El problema puede ser que no estás llegando a ellos.
Habrá clientes que rechacen nuestro trabajo, o mejor, no lo rechazan, si no que se decantan por otro profesional más acorde a sus gustos y necesidades. Y eso
no es malo, sobre todo si somos nosotros mismos quienes lo recomendamos (seguro que eso hace que se acuerden de uno).
A veces el que seleccionen a otro y no a nosotros puede bloquearnos porque nos sentimos rechazados. Es lo que tenemos que evitar y afrontar con entereza.
Miedo al aumento de precios
Puede sonar extraño, pero a veces no tenemos miedo a ganar menos, si no a
ganar más, a poner precios demasiado altos o a subirlos a medida que nos vamos convirtiendo en fotógrafos más y más exitosos. Miedo a que nuestras primeras tarifas sean demasiado elevadas o a que, una vez consolidados, decidamos subirlos cuando ya tenemos unos precios estipulados.
Es complicado. No queremos ponernos un precio demasiado alto que ahuyente al cliente, pero tampoco demasiado bajo que haga que nuestro trabajo se vea incluso devaluado o que esté por debajo de los precios de mercado, algo nada beneficioso ni para nosotros como profesionales ni para el sector. Definir la estrategia de ventas es importante y es otro tema aparte. Lo que debemos tener en cuenta es que, si uno mismo no valora su trabajo es difícil que lo valore un cliente.
Una vez que nos hemos establecido y nuestro trabajo habla por sí mismo, no debemos tener miedo al aumento de los precios, aunque provoque que perdamos a algún cliente que no se pueda permitir un incremento de la tarifa. Y no me refiero a volvernos locos y marcar precios de escándalo, simplemente a un aumento de un % lógico.
Miedo al éxito
Horrible. Difícil de identificar. Puede manifestarse como impaciencia, susceptibilidad o reacciones que implique sabotearnos a nosotros mismos. ¿Y cómo es de extraño el ser humano que tiene miedo al éxito? Es más
complicado de asumir que un fracaso, del que te levantas y sigues. Tener éxito significa caminar por lo desconocido y ya conocemos el refrán: Más vale malo conocido que bueno por conocer.
Tener éxito es tener
nuevos retos, nuevos encargos, sin saber si el resultado será óptimo o si estaremos cualificados para ello. Con lo cómodos que estamos ante las situaciones que controlamos, para qué vamos a cambiar. Pues está claro, si has sabido llegar a donde estás, si has sido listo para llegar a donde estás y para salir los peores momentos, aprender de tus errores y superar tus miedos, ¿por qué ahora éste? Lánzate a la piscina y sin miedo, pero con cabeza enfréntate a todos esos retos que se te presenten.
En definitiva, lo importante es
ver las cosas de forma positiva, con iniciativa y analizar antes de lanzarse a lo loco. Convertir nuestros puntos débiles en oportunidades que superar y mejorar y evolucionar. Enfrentarnos a nuestros miedos el complicado y requiere de valentía, pero sólo por ver los resultados merece la pena.
Fuente:
http://altfoto.com/2014/01/miedos-fotografia