Conceptos simples, el encuadre
En este último tiempo, venimos notando varias consultas o búsquedas relacionadas con
la composición. Por eso, decidimos realizar una
guía maestra con la información básica sobre la composición, la regla de los tercios y los puntos áureos. Estos dos últimos conceptos están también relacionados íntimamente con la composición, y es importante tenerlos en cuenta a medida que vamos avanzando. Avanzaremos, entonces, con
qué es la composición, para qué nos sirve y cómo la podemos usar.
La composición en fotografía es
la manera en la que ordenamos los elementos dentro de un cuadro, los objetos que vamos a usar. La composición de una fotografía toma prestados casi todos sus elementos del arte pictórico, y también toma en consideración algunas cuestiones relacionadas con la forma de percepción del ser humano.
La composición se basa también en una serie de herramientas que se tienen que tener en cuenta a la hora de plantear una toma. A la hora de componer una fotografía, no estamos simplemente retratando un momento, sino que estamos pensando
de qué forma queremos comunicarlo. Por eso, dónde ponemos los elementos está relacionado también con qué queremos decir sobre ellos. La composición nos ayuda a dar a entender lo que queremos decir fortaleciendo nuestra imagen.
Consideraciones antes de componer
Hablábamos hace unas líneas sobre las herramientas que tenemos a mano para componer una imagen. Un elemento importantísimo que responde a la pregunta de qué es la composición está relacionada con lo que queremos hacer con nuestra foto. En este sentido:
- Una fotografía con una composición pensada tiene que tener un motivo que cuente con un elemento que atraiga nuestro interés. Justamente, este centro de interés será fundamental para implementar el resto de las herramientas.
- La forma en la que podemos componer una foto también involucra el juego con líneas, repeticiones y curvas que terminan creando ritmos y texturas que evocan diferentes sensaciones en las personas que las miran.
- Hay que tener en cuenta también la profundidad de campo que vamos a estar trabajando, y la manera en la que ordenamos los elementos teniéndola en cuenta. Además de la profundidad, otros elementos importantes como los contrastes –un recurso muy utilizado- los colores y las fuentes de iluminación son claves para realizar una buena composición.
Con esto en mente, comenzamos trabajar sobre el encuadre.
El encuadre
Nuestra composición será un recorte de la realidad (o un recorte de una fantasía pensada por nosotros pero recorte al fin) donde ubicaremos nuestros elementos dentro de un
encuadre. Una misma escena, con una reorganización de los elementos, puede evocar sensaciones diferentes. Por ende, la organización del encuadre a través de la composición es
una etapa muy importante del proceso creativo. A veces, porque el tiempo apremia, no tenemos demasiado tiempo para pensarlo. Por eso conviene tener dominada la cuestión de la composición.
Como anticipábamos hace unas líneas, hay que entender que nuestra composición tiene que tener un motivo, aquello que será la estrella, que será el
centro de interés. El motivo estará acompañado también por un fondo, que no necesariamente tiene que ser estático, y que también puede tener su propio protagonismo, dependiendo de la situación. Con esto se puede jugar para generar diferentes sensaciones. La ubicación del centro de interés en la imagen es el primer paso a la hora de componer.
En segundo lugar, algo que veremos en más profundidad cuando hablemos de la regla de los tercios, tenemos que considerar la
línea del horizonte. La recomendación general es mantenerla de manera horizontal, para generar una estabilidad en la imagen. Si queremos usarla de otra manera, estaremos llamando la atención sobre ello y tendrá una cierta intención artística de inestabilidad, inquietud. La línea del horizonte generalmente no va ubicada a mitad de la composición.
En tercer lugar, también tenemos que considerar la
profundidad de campo. Cuando hablamos de ella, nos estamos refiriendo a la zona enfocada de la imagen, la que presenta nitidez. Por ejemplo, si tenemos una imagen completamente en foco con el fondo completamente desenfocado, tendrá poca profundidad de campo. Si tenemos una imagen con fondo y motivo en foco, tendrá una profundidad de campo más amplia. En composición con esto vamos a poder jugar para crear diferentes dimensiones dentro de una fotografía.
Finalmente, debemos hablar también del
formato del encuadre. Dependiendo de lo que queremos comunicar, tendremos un formato horizontal y uno vertical. Los formatos horizontales generalmente son más estables, es decir, nos dan una sensación más equilibrada y “en paz” que los verticales. Estos, por otro lado, son más firmes. Por eso, se usan más en retratos, mientras que los horizontales se usan más para la fotografía de paisaje, por dar un ejemplo.
Ubicar los elementos dentro del encuadre
En occidente, estamos acostumbrados a leer y escribir de arriba hacia abajo, y de izquierda a derecha. Pero además, el interés mientras “leemos” no será uniforme, sino que se concentrará en determinados
puntos que atraen nuestra mirada. Esto es particularmente válido a la hora de consumir una imagen, e importante para considerar en qué es la composición.
Estos puntos, que veremos con más detalle más adelante, concentran el interés de nuestros espectadores y por ende serán importantísimos a la hora de componer una foto. Y estos puntos de interés son también la fuente de nacimiento de la llamada
regla de los tercios, que también veremos con más profundidad porque necesitamos dedicarle varias líneas. Adelantaremos que se trata de dividir la imagen en dos líneas verticales y dos líneas horizontales. Los puntos en donde estas líneas se cruzan son nuestros puntos de interés, también conocidos como puntos áureos.
En nuestra entrega de mañana hablaremos en profundidad sobre la regla de los tercios y los puntos áureos, así como también las maneras de atraer la atención del espectador usando las líneas de los tercios para organizar un encuadre. También hablaremos sobre las formas de jugar con la profundidad de campo para crear composiciones interesantes y diferentes, y las maneras en que la iluminación puede jugar a nuestro favor en una composición bien pensada.
la regla de los tercios, puntos áureos, consejos
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11 DE JUNIO DE 2013, 00:43
La semana pasada les presentamos la primera parte de nuestra
guía básica de composición. Hoy, continuaremos en el mismo hilo que inauguramos, cubriendo algunas de las cuestiones que quedaron en el aire en la entrega anterior. En esa oportunidad, hablamos de algunas consideraciones antes de componer (el motivo, la profundidad de campo, la línea de horizonte), el encuadre, y la ubicación de los elementos dentro del encuadre. Hoy, vamos a ver en profundidad la
regla de los tercios y los
puntos áureos, así como también las diferentes formas de atraer al espectador con la composición. Esperamos de esta forma responder con más claridad la pregunta qué es la composición y cómo podemos usarla para
enriquecer nuestras fotos.
Solamente para recordar, la composición en fotografía es la forma en la que nosotros
ordenamos los elementos dentro de un encuadre de acuerdo a una intención determinada. Toma sus elementos prestados, en su gran mayoría, del arte pictórico, así como también algunas cuestiones relacionadas con la percepción humana. La composición no nos ayuda nada más a retratar un momento o evento, sino a pensar la
forma en la que queremos comunicarlo.
La regla de los tercios
Esta regla es una parte íntegra de la composición fotográfica. Hablar de la regla de tercios es fundamental cuando hablamos de qué es la composición. No solamente en la fotografía, sino también en otras artes visuales como la pintura y el diseño, esta regla nos permite
ordenar los objetos dentro de nuestro encuadre. La imagen se divide en nueve partes iguales, a través de dos líneas imaginarias paralelas que la cruzan de forma horizontal y dos líneas que hacen lo mismo de manera vertical. Aquí podemos ver un ejemplo:
Los
puntos de intersección entre estas líneas son los más importantes, dado que en algunos de ellos vamos a ubicar los objetos más importantes de la composición. En estos puntos se ubicará en centro de atención, permitiendo que la imagen esté equilibrada. Si tenemos dos centros de interés, lo que se hace es ubicarlos en puntos diagonalmente opuestos.
Dentro de la regla de los tercios, tenemos que considerar también la
ley del horizonte en los paisajes. Esta ley indica que el horizonte se tiene que ubican en una de las líneas horizontales de la composición. Así, ubicándolo sobre el primer tercio vamos a poder darle prioridad a los elementos que se encuentran en el cielo. Ubicándolo sobre el segundo tercio, podemos darle protagonismo a lo que está sucediendo sobre la tierra.
Los puntos áureos
Hablábamos hace algunas líneas sobre los puntos de intersección que se generan al aplicar la regla de los tercios a una imagen. El punto áureo es el
punto más adecuado donde se debe ubicar el elemento más importante de una composición, para que esta tenga una relación armoniosa y equilibrada. Hay todo un halo místico que rodea a la composición con puntos áureos, dado que está basada en una antigua ciencia llamada
geometría sagrada. De aquí se derivan las proporciones matemáticas de las cuales podemos extraer las líneas verticales y horizontales.
Los puntos áureos o puntos de interés son aquellos en los que
las líneas verticales y las líneas horizontales de la regla de los tercios se unen. En estos cuatro puntos vamos a ubicar nuestro objeto de interés, dependiendo de lo que estemos trabajando.
Algunos consejos para trabajar con la composición
- Uso de las líneas: no estamos hablando de las líneas de la regla de los tercios, sino de las líneas que aparecen naturalmente dentro de la misma imagen. Estas líneas nos ayudan dirigir la mirada del espectador –esto lo veremos dentro de algunas líneas también- y nos permiten generar una atmósfera. Con los contornos de los objetos también podemos jugar en la composición.
- Ritmo y texturas: las líneas nos ayudan también a crear un ritmo y una textura. Esto es particularmente cierto, a la hora de buscar ejemplos, en la fotografía de arquitectura, donde se juega mucho con las líneas generadas por las estructuras edilicias.
- Repetición: dentro de este ritmo, no solamente podemos contar con las líneas sino también con la repetición como herramienta. Así, repitiendo uno de los elementos podemos otorgar un sentido de relación a las partes de la foto. La repetición de ciertos elementos, además, servirá para apuntalar lo que queremos comunicar, siempre y cuando se haga de una forma sutil y que no desmerezca a nuestros espectadores.
- Enmarcado natural: muchas veces, podemos confiar en el ambiente o en la naturaleza para obtener un enmarcado natural. Es decir, ciertos elementos que ya están presentes en la naturaleza nos permiten poner un marco en la foto. Por ejemplo, tapan una parte de la foto, como pueden ser las puertas y las ventanas. Nos ayudan a encerrar el punto de interés y concentrar la atención donde nosotros queremos que esté.
- Colores: los colores también pueden ser importantes a la hora de componer. Tenemos dos tipos de colores, los cálidos (rojos, naranjas y amarillos) y los fríos (azules, verdes y violetas). Los colores nos ayudan a relacionar al espectador con diferentes emociones (es interesante leer sobre la psicología del color). En nuestra composición, podemos jugar con los colores para dar a entender determinadas emociones, así como también jugar con el contraste para poder destacar algunas partes de la misma.
- Curvas: si tomamos fotografías de la carretera, las curvas en S será conocidas. Las curvas, claramente, están relacionadas a la sensualidad, pero también nos remiten al movimiento y nos ayudan a dirigir la mirada del espectador. Las curvas en S se pueden encontrar en muchos lugares, no solamente en la carretera. Jugar con el movimiento que nos da la curva en la imagen puede ser un buen recurso para la composición, dependiendo de la situación.
- Flujo y dirección: el flujo es la forma en la que la mirada de la persona que está mirando nuestra foto se desplaza de una parte a otra. Nosotros podemos definir el flujo de diferentes maneras, con curvas, repetición, con líneas, y más elementos que mencionamos en esta lista. La dirección, por otro lado, está más relacionada con el movimiento que nosotros podemos dar a entender aún cuando la fotografía esté quieta. Nos permite crear esta ilusión encontrando el objeto en la dirección en la que parece estar moviéndose.
- Números impares: los números impares, particularmente el tres, también pueden ser de importante interés en la fotografía. Si elegimos usar un único elemento, nos encontraremos con una sensación de soledad. Con dos elementos, quizás no podemos dar a entender el desequilibrio que debería tener nuestra imagen. El número tres, o el número que convierte a la cantidad de elementos en impar, nos permite jugar y distribuir los elementos de la composición.
- Espacio Negativo: el espacio negativo es el espacio vacío, que puede ser en blanco y negro, que se encuentra habitualmente en uno de los costados. Es un relleno del resto de la foto que nos permite concentrar la atención de nuestro espectador en el punto más importante de la imagen.
- Frente y fondo: en relación con la profundidad de campo que mencionamos en el primer artículo sobre la composición, en el fondo y el frente podemos jugar de diferentes maneras en cuanto a colores y líneas. A la hora de componer, tenemos que considerar que no podemos tener demasiados puntos que terminen distrayendo al espectador del punto de interés.
Fuentes:
http://altfoto.com/2013/06/que-es-la-composicion |
http://altfoto.com/2013/06/que-es-la-composicion-parte-2