Desde
Petapixel nos llega este interesantísimo post acerca de las situaciones que nos ocurren mientras realizamos nuestros trabajos como fotógrafos, y de las que acabamos aprendiendo alguna valiosa lección que aunque simple, nos facilita muchísimo las cosas. Por esto, hoy vamos a repasar esos
11 consejos fotográficos que aprendermos tarde o temprano, mientras vamos aprendiendo en este maravilloso mundo que es la fotografía.
Descarga siempre las imágenes de la cámara
El último que he aprendido yo, y que me ha ayudado a organizar mejor mis fotografías. Descargar la tarjeta después de realizar los disparos que hayamos realizado es importantísimo, ya que muchas veces acumulamos y acumulamos fotografías hasta llenar, por ejemplo, nuestros 16Gb de tarjeta de memoria, y probablemente
después nos haremos un lío para organizarlas en carpetas. Vaciándola rápidamente, después seremos capaces de encontrar nuestros trabajos mucho más rápido.
Tras descargar, formateamos la tarjeta y la tendremos siempre lista y a máxima capacidad para usarla.
Siempre dispara en RAW
"Si te interesa seriamente la fotografía, ¿para qué disparas siempre en JPG?", es una de las primeras frases que oímos cuando hablamos con algún compañero acerca de nuestra nuevísima y flamante nueva cámara, y le confesamos que disparamos en JPG. Yo durante muchísimo tiempo estuve disparando en JPG porque no me veía en la necesidad de tirar de RAW por pura ignorancia de toda la capacidad de edición que te permite.
Disparar en
RAW te va a permitir mayor margen de actuación en la postproducción SIEMPRE, y tal vez ahora no lo valores, pero cuando lleves dos años con tu cámara y pienses "vaya, esta foto de hace año y medio es muy buena, pero la podría procesar mejor", echarás mucho en falta tener un RAW de la toma.
Evidentemente, podemos usar el JPG para
fotografías más casuales en los que únicamente vayamos a tocar unas pocas curvas y saturación, pero si hacemos un retrato que vayamos a querer imprimir en grande o en el que queramos trabajar detalladamente en postproducción, deberemos disponer de un RAW tanto por su calidad de imagen como por su resolución.
Si tienes que trabajar con bebés, adáptate a ellos
La fotografía de bebés es un tipo de fotografía delicada que exige que siempre trabajemos en torno a los horarios del bebé para evitar molestias tanto al infante como a la madre, por lo que
debemos conocer el horario del recién nacido en relación a las tomas de leche, sus descansos y hábitos higiénicos, para que cuando acordemos una sesión, el protagonista esté calmado, saciado y limpio para evitar interrumpir la sesión, o incluso no realizarla.
Usa objetivos luminosos
Hacerse con un objetivo de mediozoom como el Tamron 17-50mm f./2.8 apenas cuesta unos 300€, o podemos optar por un fijo 50mm f./1.8 por unos 100€. En cualquier caso,
trabajar con objetivos más rápidos significa tener un equipo más polivalente en situaciones donde no podamos hacer uso de luz artificial.
Estos equipos también están mejor construidos que el clásico 18-55 de kit, por lo que si queremos dar un salto cualitativo en nuestras fotografías, especialmente en situaciones donde podamos cerrar el diafragma para aumentar la calidad, lo más recomendable es que usemos objetivos luminosos.
Las luces de modelado se calientan —y mucho—
Si somos primerizos con los flashes de estudio, debemos saber que el flash está compuesto por el propio flash pero también por una bombilla que nos muestra cómo va a caer el flash cuando disparemos la fotografía. Yo, que he trabajado con luz continua en mis cortometrajes, me he quemado no pocas veces al tocar un foco sin unos guantes. Un valioso consejo para evitarnos alguna que otra ampolla es
siempre tener cuidado con las luces de modelado de los flashes, porque queman después de tenerlas encendidas cinco minutos.
Comprueba tu equipo y lleva siempre repuestos
Que se te gripe la cámara, que se te caiga un objetivo o que de repente, el flash debe de funcionar son situaciones que pueden provocarte un ataque cardíaco si estás en una boda. Este tipo de eventos son recuerdos que perdurarán toda la vida, por lo que siempre
pon a punto tu equipo para cualquier evento y siempre lleva
repuestos para todo lo humanamente posible —véase baterías, tarjetas, pilas—, para que si algo se llena o vacía, puedas cambiarlo.
Si nuestro equipo ha sufrido aún fallo en algún momento anterior durante su uso, debemos hacer una revisión y puesta apunto por un servicio de confianza para evitarnos problemas posteriormente.
Explora las localizaciones antes de trabajar
Explorar las localizaciones en las que van a realizarse la sesión o evento social es imprescindible para poder saber el
espacio y luz de la que dispondremos durante la realización del reportaje. El espacio es tan importante como la luz, y debemos tener en cuenta que una mala posición en el peor momento puede fastidiarnos el 'momento clave' de la ceremonia.
El trípode, ese gran olvidado
Los equipos y accesorios fotográficos han ido bajando estos últimos años con la generalización de las réflex, y hoy por hoy, hacerse con
un trípode decente no cuesta más de 150€, pero siempre son un accesorio que se deja muy de lado a pesar de su tremenda utilidad. Ten en cuenta el uso que le vas a dar —si interior o exterior—, porque
el peso es uno de los factores más importantes, especialmente cuando viajamos o tenemos que recorrer distancias a pie para llegar a donde queramos llegar para realizar nuestras fotos.
Un flash para controlarlos a todos
El flash es
el accesorio más importante de tu equipo fotográfico y te ayudará a comprender y jugar con la luz, por lo que es una de las piezas clave cuando vas a hacer fotografías. Lo mejor es comprarse un flash externo con un trigger inalámbrico, con el que podremos iluminar nuestros retratos o rellenar con luz los eventos que documentemos, dando mucha más vida y color al escenario.
Cuanto más domines esta importante pieza, mejor dominarás la técnica fotográfica, distanciándote mucho de lo convencional y creando
tu propio estilo.
Visualiza tus fotografías al 100%
Si estamos realizando fotografía de producto o retratos que después necesiten un postprocesado avanzado y detallado, necesitamos que la fotografía sea nítida cuando la veamos a 100%, cosa que no siempre pasa por efectos de trepidación apenas perceptibles en la pantalla de la cámara.
No comprobar el detalle de la toma al 100% puede arruinarnos una impresión de gran formato, debido a que estos fallos durante la impresión se magnifican y se notan muchísimo, máxime si además la foto la tomamos en un JPG de baja resolución, y con baja resolución me refiero a menos de 2500 píxeles el lado más ancho.
Agua y polvo, los archienemigos de tu cámara
Si te compras una cámara en la que no figura resistencia al agua ni al polvo, puedes asegurarte de que tu equipo no está sellado, por lo que debes tener mucho cuidado en situaciones donde el agua o el polvo pueden representar un serio problema, como puede ser una playa debido a la ligera brisa. Si nos vemos en la situación de hacer fotografías en este tipo de escenarios, podemos intentar
'sellar' nuestra cámara con una bolsa de plástico, atando una goma al objetivo, pero manteniendo fuera del equipo pequeñas partículas de arena y evitando pequeñas filtraciones.
A largo plazo, la mejor elección es optar por equipos sellados, que además de ser resistentes a este tipo de problemas, son mucho más duraderos y nos evitarán pasos por el SAT.
Fuente:
http://altfoto.com/2014/03/11-consejos-fotograficos-que-aprenderas-tarde-o-temprano