En este artículo vamos a hablar de la profundidad de campo, que es como las anguilas. Hemos oído hablar de ellas, sabemos cómo son pero desconocemos cómo saben realmente. Hay muchas ideas equivocadas y contradictorias, y vamos a tratar de aclararlas para disfrutar más de nuestros paseos fotográficos.
La profundidad de campo es un concepto fotográfico del que siempre se habla y poco se sabe. Y muchas veces tenemos ideas equivocadas. Ideas que hemos leído o escuchado y que poco a poco se van transformando y desvirtuando, como aquello de que según el objetivo tenemos más o menos profundidad de campo. Concretamente yo siempre había creído ciegamente en esta máxima. Pero no es así.
La profundidad de campo es, según la Wikipedia:
Espacio por delante y por detrás del plano enfocado, comprendido entre el primer y el último punto aceptablemente nítido reproducidos en el mismo plano de enfoque.
Es decir,
la profundidad de campo es el campo nítido que observamos, desde un primer plano hasta el último, de lo más cercano a lo mas lejano, en una fotografía. Depende de varios factores que vamos a ver a continuación.
Diafragma
El diafragma, que
regula la cantidad de luz que llega hasta el sensor. Cuánto más abierto esté el diafragma, menor será la profundidad de campo. Y cuánto más cerrado, mayor será. Esto es lo que nos han enseñado en los libros, las escuelas y los foros. Un f2,8 da menos profundidad de campo que un f8. Es algo que nunca falla y de lo que no podemos dudar.
Si comparamos dos objetivos cualquiera, da igual incluso su distancia focal, con el mismo diafragma en la misma cámara,
darán exactamente la misma profundidad de campo.
Tamaño del sensor
El tamaño del sensor es especialmente importante hoy en día por la variedad que tenemos en el mercado. En la época clásica pasaba lo mismo, pero era raro ver a alguien por la calle con una cámara de placas o una de formato medio. Cuánto más pequeño sea el sensor, mayor podrá ser la profundidad de campo.
Con una cámara de formato completo (24x36mm) es más fácil tener una profundidad de campo menor que con un móvil, que tiene un sensor muy pequeño. Con un
smartphone es más complicado conseguir un enfoque selectivo auténticamente óptico que con una
Canon EOS 5D Mark III, por ejemplo, aunque ambas vayan equipadas con un objetivo con idéntica alta luminosidad.
Distancia
La distancia es el otro factor que influye en la profundidad de campo. Cuando vamos deprisa o entendemos las cosas a medias, como ha sido mi caso durante mucho tiempo, siempre decimos que la distancia focal influye en la profundidad de campo. Y no es así, por mucho que algunos lo dudéis.
Un 35mm a f8 tiene la misma PDC que un un 500 mm a f8. Es del diafragma de quien depende, no del ángulo de visión. Lo que hace que tenga más o menos profundidad de campo es la distancia a la que estemos del objeto.
Para entenderlo lo mejor es hacer una foto con nuestro mayor teleobjetivo a una farola que tenga detrás un edificio, por ejemplo. Y desde la misma posición hacemos otra foto pero con nuestro angular. Si recortamos esta última imagen en el ordenador para que la farola tenga el mismo tamaño relativo, observaremos que la PDC será la misma en ambos casos, siempre y cuando hayamos disparado con el mismo diafragma. Yo no me lo creía, pero cuando lo hice, entendí toda esta cuestión.
En resumen,
es la distancia del objeto a la cámara lo que hace que parezca que se comprime el espacio entre ellos. Siempre se ha dicho que un tele comprime más que un angular, pero no es culpa de la distancia focal, como hemos dicho, sino de lo lejos o cerca que estemos del objeto.
Sólo tenemos que saber, para empezar con buen pie, que
para conseguir una buena profundidad de campo necesitamos jugar con el diafragma y elegir el punto de vista adecuado, la distancia correcta entre el objeto y la cámara, y en función de lo que estamos buscando poner el objetivo que necesitemos. Y tener en cuenta que si tenemos un sensor pequeño cualquier esfuerzo en este sentido será en vano.
Fuente:
http://altfoto.com/2014/08/profunidad-campo