Y claro, playa mansa toma su nombre de igual manera que su hermana, debido a la característica tranquilidad de sus aguas.
El recorrido aquí es menos monótono que en la costa este, dividiéndose en cinco etapas muy distintas entre sí, siempre desde la punta hacia el Oeste:
- La Rambla General José Artigas (I): Desde donde nos despedimos de la punta, mientras divisamos al horizonte la Isla Gorriti.
- El Puerto: Mas allá de las obvias funciones de guardería y punto de acceso por agua a la ciudad, el gran puerto de Punta del Este cuenta con un atractivo mercado de pescadores. Desde aquí también se pueden contratar excursiones a las islas. El puerto es tan grande como prolijo, dominando gran parte de las vistas que tendremos de aquí en adelante.
- La Rambla General José Artigas (II): Retomado la rambla no solo cambia el paisaje edilicio, sino que la misma abandona su forma de ancha calzada de concreto y borde de cordón de piedras, para recomenzar en un impresionante deck de madera, desde el cual se accede a una franja parquizada, la cual finaliza de cara al mar, en playa. A medida que vamos avanzando, ambas van ganando protagonismo costero.
- La Playa Mansa: Aquí la playa tiene ya espacio mas que suficiente para el disfrute de los días de sol. Con su fina arena y aguas calmas, sumado a su poca profundidad y pendiente, es la favorita de quienes desean tomar un placentero baño sin sobresaltos o riesgos, sobre todo, para los mas pequeños. Incluso en estaciones cálidas, Playa Mansa cuenta con guardavidas.
- Desde Parada 7 hasta playa Pinares: A medida que nos alejamos de la ciudad, la vegetación se hace mas visible, así como las playas se tornan menos concurridas, tal como sucede saliendo del centro de Punta, hacia el Este.
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También podés verlas directamente desde Picasa.
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La semana que viene, visitamos los vecinos barrios del este, desde La Barra hasta Beverly Hills.