Podemos decir que existen distintas opciones a la hora de realizar macrofotografía . Habitualmente, los elevados precios de los objetivos macro llevan a los fotógrafos a experimentar técnicas alternativas con las que también puede realizar grandes ampliaciones de sus imágenes.
Independiente del método que se utilice, hay que tener en cuenta varias nociones en el momento de realizar este tipo de fotografía. Por ejemplo, siempre es recomendable el uso de trípode, evitamos así los movimientos y por lo tanto la obtención de imágenes borrosas. También hay que estar precavidos en cuanto a la difracción, la cual nos provoca una pérdida de nitidez así como de calidad en la imagen, y que normalmente podemos solucionar no usando aperturas demasiado abiertas.
Pero también es cierto, que en función de la opción que tomemos para realizar macrofotografía hay que valorar algunos aspectos concretos. Pasemos a analizar cada uno de ellos:
1. Objetivos macro
De todas las opciones supongo que es la más obvia. Como ya podremos imaginar, son objetivosespecialmente diseñados para realizar ampliaciones 1:1 (del tamaño real) o incluso más.
También es la opción que presenta menos dificultades a la hora de hacer este tipo de fotografía. No requiere la utilización de ningún accesorio y presenta muchas menos aberraciones en el resultado final, ya que sus materiales están especialmente pensados para este tipo de fotografía.
Podemos encontrarlos de diferentes distancias focales, deberemos elegir entonces el que más se adecue al tipo de macrofotografía que deseemos llevar a cabo. Hay que tener en cuenta que cuanto mayor sea la distancia focal de estos objetivos, menor será la profundidad de campo que tengamos, pero también se nos permitirá estar más alejado de nuestro objeto.
A pesar de todo, debemos decir que también es la opción más cara. Por esta razón son muchos los usuarios que recurren a otro tipo de herramientas más económicas que, aunque no sean tan indicadas, igualmente permiten realizar grandes ampliaciones en la fotografía.
2. Lentes suplementarias
Es una de las opciones más económicas para iniciarse en la fotografía macro. Se trata una lente convergente de dioptrías positivas que se enrosca en la parte delantera del objetivo, como si se tratase de un filtro. Su función es disminuir la distancia focal pero sin variar la extensión del objetivo. Básicamente, es como si pusiéramos una lupa delante de nuestra lente.
Normalmente suelen ir en un juego de 3 lentes que pueden variar desde +1 a +10 dioptrías. Se pueden combinar de la forma que deseemos para sumar la potencia entre ellas, esto variará dependiendo de la ampliación que queramos conseguir, pero la de mayor dioptría debe de ir siempre cerca del objetivo. Lo ideal es utilizarlo con lentes que posean distancias focales elevadas, ya que así lograremos una mayor ampliación del objeto.
A pesar de ser una alternativa barata, también debemos tener en cuenta que por lo general también son lentes de menor calidad. Además, en ocasiones su construcción no es la mejor y conlleva aberraciones o pérdida de nitidez, especialmente cuando empezamos a utilizar dioptrías superiores a +3.
3. Tubos de extensión
Son accesorios que aumentan la separación entre objetivo y el CCD, en estas condiciones, la distancia mínima de enfoque queda disminuida, por lo que es posible hacer fotografía macro. También debemos tener en cuenta que estamos aumentando el recorrido que la luz realiza al pasar por la lente, esto se traduce en una pérdida de luminosidad, ya que existe una mayor distancia hasta que la imagen se transforme en el CCD.
Al contrario que ocurría con las lentes suplementarias, el uso de los tubos de extensión no conlleva la aparición de aberraciones. Pero debemos tener cuidado, puesto que si ampliamos demasiado la distancia con respecto al CCD se puede producir viñeteado en la imagen final.
El juego completo de 3 tubos de ancho: 12mm, 20mm y 36mm y se mezclan como queramos. Los más baratos únicamente se dedican a alejar la unidad óptica del CCD, mientras que existen otros tubos de extensión (algo más caros) que permiten mantener la comunicación entre el objetivo y la cámara.
4. Fuelles
Siempre que nos imaginamos una cámara antigua tenemos en mente aquel típico fotógrafo, el cual utiliza un gran trípode sobre el que coloca una cámara que dispone de un enorme fuelle. Pues bien, ese fuelle tenía como objetivo variar la distancia mínima a la que enfocaría la cámara, modificando la distancia entre la lente y (por aquel entonces) la película fotográfica.
Actualmente, también venden fuelles adaptables a nuestra DSLR. Su funcionamiento es muy parecido al de los tubos de extensión, se colocan entre el objetivo y el objetivo para separar la lente del CCD, pero con la diferencia de que con el fuelle podemos regular la distancia mínima de enfoque a nuestro antojo. Debido a ello, proporcionan una disminución variable en la distancia de enfoque en función de cómo de extendido tengamos el fuelle. Así, podremos obtener el aumento que deseemos en la ampliación de un objeto.
Al igual que ocurría con los tubos de extensión, debemos estar advertidos sobre la pérdida de luminosidad que implica el uso de este accesorio, así como la posible pérdida de calidad en la imagen final en función de la construcción del fuelle.
5. Anillo inversor y objetivo invertido
Aunque hace tiempo ya os explicamos en que consiste este método, debemos recordar que este tipo de fotografía macro consiste en situar el objetivo a la inversa gracias a un anillo especial que se coloca entre el objetivo y el cuerpo de la cámara. Este anillo lleva por un lado el sistema de enganche de bayoneta, y por el otro una rosca capaz de sujetar el objetivo. De un modo más rudimentario y poco aconsejable, también se puede hacer con el objetivo sujetándolo con la mano.
Los objetivos suelen estar configurados para actuar de forma óptima para ser cuando son enfocados a infinito. Por lo tanto, al invertir el objetivo se invierte también este efecto, provocando que ahora la lente esté configurada para distancias cortas. Así, Cuanta más corta sea la distancia focal, más nos tendremos que acercar para hacer la fotografía, y por lo tanto tendremos una mayor ampliación nuestro objeto.
Es también una opción muy económica (el anillo inversor se puede encontrar por unos 10€ en Ebay), aunque obviamente también tiene sus puntos negativos. Sus opciones son muy reducidas, teniéndonos que limitar a la ampliación que nos ofrezca la distancia focal de nuestro objetivo, perdemos la capacidad del control del diafragma y del autofocus, y cierta tendencia a mostrar difracción.
6. Zoom en posición macro
Existen algunos objetivos zoom que en su cuerpo tienen la opción de activar la posición macro cuando se encuentran en su máxima distancia focal. Aunque la distancia mínima de enfoque se reduce, tampoco podemos esperar grandes milagros. Además, debemos considerar la gran pérdida de luz a la hora usar este tipo de objetivos en su máxima distancia, ya que tarda más en llegar al CCD.
También, tendremos que situarnos a una gran distancia del objeto fotografiado, a veces incluso excesiva. Respecto a la calidad de la imagen, esto dependerá del teleobjetivo utilizado, pero por lo general los teleobjetivos no suelen presentar su mejor calidad cuando utilizamos la mayor distancia focal que ofrecen.
No se pueden denominar como objetivos macro, pero si tenemos un teleobjetivo que incorpora esa herramienta es una opción que tampoco está de más.
7. Zoom con distancia mínima de enfoque reducida
Créditos: Lluvia artificial
También tenemos otros objetivos zoom que a pesar de no disponer de un modo macro, sí que poseen una distancia de enfoque mínima que nos puede permitir hacer ampliaciones cercanas. Obviamente, esta herramienta posee todos los puntos negativos señalados en el anterior apartado. Además, la trepidación aumenta muchísimo y nos veremos obligados a utilizar un trípode o una velocidad de obturación rápida, algo que conlleva una considerable reducción de luz en nuestra imagen.
Tampoco es una opción que se pueda considerar como macro, pero nos permite realizar ciertas ampliaciones que nos pueden ser de cierta utilidad cuando no tengamos otra mejor alternativa.
8. Combinación de alguna de ellas
Como última opción, no podemos olvidar que también se podrían combinar muchas de las propuestas señaladas en función de los resultados que deseemos lograr. Las lentes suplementarias con los tubos de extensión, o un zoom con el fuelle… etc. Las variantes son diversas, y las podemos adaptar según como nos convenga.Fuente: http://altfoto.com/2014/10/8-formas-diferentes-realizar-macrofotografia