Desde 2012 no iba a un show internacional. Y es que desde entonces no recibíamos a nadie que me despertara ganas de ir a ver, claro, a excepción de la Dave Matthews Band, a la que deliberadamente no fuí a ver no por gusto, sino por el marco en el que se presentaban. Por eso cuando me enteré que Dweezil Zappa y equipo venía, y encima, a hacer íntegramente mi disco favorito de su padre, no dudé un segundo en ir a sacar la entrada.
La cita era a las 21:00 y el show comenzó más que puntual. Aún estaban ingresando los asistentes cuando las luces se apagaron y los titanes salieron a escena, así, sin más, con la sencillez de los grandes.
Apenas saludaron, intercambiaron miradas, e iniciaron la obra que jamás pensé que iba a ver en vivo. En su 40 aniversario, el hijo del mismísimo Frank Zappa, nos traía de punta a punta el genial “One Size Fits All”, disco con el que Zappa cerró la era de “Mothers of Invention”, tras algo mas de veinte discos en su haber.
Cuando el último acorde de Sofa No.2 dió por concluida la primera etapa del show, creo que todos supimos que el ver semejante despliegue ya de sí había amortizado el valor de la entrada. Pero lo que nadie sabía, es que restaban algo mas de dos horas de show.
Y es que entre los casi 60 discos que Zappa lanzó en vida, (mas una decena de discos póstumos), este monstruo incomparable nos dejaba un legado que recorre desde el rock y jazz, a la música de cámara y contemporánea. Toda una titánica tarea para su virtuoso hijo curar una lista de temas apropiada, pero lo hizo a la perfección.
Pero una cosa es elegir, y otra muy distinta interpretar. Bueno, casi siempre, porque en este caso, las interpretaciones estuvieron a la altura y más!
La tremenda formación estuvo compuesta por músicos tremendamente virtuosos y versátiles:
- Dweezil Zappa: Guitarra y voz.
- Ben Thomas: Voz principal, guitarra, trompeta, trombón, armónica y percusión.
- Chris Norton: Teclados, voz y percusión.
- Kurt Morgan: Bajo y voz.
- Ryan Brown: Batería, percusión y voz.
- Sheila González: Saxo, flauta traversa, teclados, percusión y voz.
Los risueños momentos de improvisación colectiva e incluso el pedido que todos le cumplimos con gusto de cantarle el felíz cumpleaños a su hija, que estaba en Los Ángeles, matizaron las pocas pausas que la banda tomó entre algunos clásicos como “Torture Never Stops”, “The Black Page”, “Uncle Remus”, “More Trouble Every Day”, “The Grand Wazoo” (Increíble!), “Baby Snakes”, “I´m So Cute”, “Willie The Pimp”, “Cosmik Debris”, “Outside Now”, “Yellow Snow” y “Sinister Footwear”.
En este momento ya los pasillos estaban colmados de admiradores de todas las edades, bailando, saltando y hasta coreando cada una de las frases emblemáticas de cada obra, ante un incrédulo y felíz Zappa que nos alentaba a gritar mas fuerte, como viviendo finalmente el público argentino del que le contaron. “Peaches in Regalia”, “Dirty Love”, “Dancin Fool”, “I'm The Slime” y “Muffin Man” cerraron una noche memorable.
Y la última sorpresa, la dieron nuevamente los músicos, cuando al finalizar, se quedaron en el escenario, brindándose con todo su afecto a fotografiarse, dar la mano, y firmar autógrafos con cada admirador que se acercaba contento a su encuentro. Grandes de verdad!
Gracias por tanto Zappa Plays Zappa!!!!
Les dejo a continuación el video que hice al inicio del show, con el grandioso Inca Roads:
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