Viedma es la capital de la provincia de Rio Negro, pero a pesar de esto, se mantiene con un perfil muy bajo y tranquilo, casi de un pueblo grande. Casas casi sin rejas, parque a la vera del rio, un par de plazas principales unidas por un pequeño centro comercial, y centro cívico.
La ciudad se encuentra descansando a la orilla del manso Rio Negro, a 30 km de su desembocadura en el mar Argentino, delimitada por sus rutas principales, las cuales dan acceso a los dos puentes que la comunican con su hermana en la margen bonaerense, Carmen de Patagones, (con la cual está conurbada), denominándose en conjunto «La Comarca Viedma-Patagones».
De hecho, la ciudad de Viedma nació en el mismo acto fundacional que su vecina Carmen de Patagones, cuando el 22 de abril de 1779 el comisionado real Francisco de Viedma y Narváez fundó en la margen sur del río Negro, en el lugar de emplazamiento de la actual ciudad de Viedma, un fuerte al cual denominó «Nuestra Señora del Carmen», nombre de la embarcación de la expedición que el comandaba.
A Viedma se accede desde cualquiera de sus dos puentes: Por la Ruta Nacional 3, cruzando por el puente Basilio Villarino, o bien, por el magnifico y recientemente reinaugurado Puente Ferrocarretero ubicado en el extremo sur de la ciudad. También llegamos a la ciudad gracias a El Tren Patagónico o bien por avión, hasta el Aeropuerto Gobernador Edgardo Castello.
Una característica que me pareció muy particular de la ciudad, es la increíble variedad de árboles que encontré en las calles. Realmente llamativo! Los hay en gran cantidad, de todas formas, tamaños, y con hojas de los mas diversos colores, sin ningún orden aparente, le dan mucha identidad a las tranquilísimas calles viedmenses.
Sin más, los invito a recorrer!
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También podés verlas directamente desde Picasa.
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La semana que viene, nos acercamos a algunos detalles de la ciudad…