Recorriendo Viedma, los amantes de los pequeños detalles nos encontraremos plenamente a gusto…
Monumentos y monolitos adornan las plazas y parques, así como las expresiones artísticas tienen su lugar, sobre todo en el paseo de la costanera, interviniendo y dándole vida, armoniosamente, a cuanto rincón se presente como un lienzo en blanco.
Por otra parte, muchas de las casas, sobre todo céntricas, se presentan con una decoración muy cuidada.
Y no me voy a cansar de señalar la variedad de especies y colores que uno encuentra en la vegetación que hace que la urbe respire, tanto en las calles como en plazas y parques.
Un absoluto placer fue el caminar cada cuadra de una ciudad tranquila, limpia, y llena de calidez.
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También podés verlas directamente desde Picasa.
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La semana que viene, les muestro la parte verde de Viedma, desde sus plazas, boulevards, y el parque de la costanera del Rio Negro…