domingo, 24 de abril de 2016

Jornada de trekking en el Parque Nacional Sierra de las Quijadas


Hoy cerramos esta nueva visita a San Luis desde uno de sus atractivos naturales mas imponentes: El Parque Nacional Sierra de las Quijadas.

El Parque Nacional Sierra de Las Quijadas es una magnífica obra de arte del viento y el agua. Yace en el noroeste de la provincia de San Luis, extendiéndose en 150 mil hectáreas de colores rojizos y exóticas formaciones. Instituido como espacio protegido en 1991, con el objeto de conservar uno de los ecosistemas desérticos de Sudamérica, este milagro natural ha logrado un lugar privilegiado entre los atractivos argentinos.

Testimonio de la antigua ocupación humana de estas tierras, el Parque Nacional Sierra de las Quijadas resguarda a pocos kilómetros de su portal de ingreso, un atractivo sitio arqueológico caracterizado por la existencia de más de veinte hornillos que habrían sido utilizados por los Huarpes para la producción de piezas cerámicas. Uno de los hornillos ha sido acondicionado permitiendo la visita del público con asistencia de guías habilitados, opción que se ha convertido en ineludible dentro del área protegida.


Los senderos a recorrer son 5: Tres autoguiados, que son los que les mostraré hoy, conformando entre ellos, según el plano informativo del parque, un total de unos 8KM contándolos consecutivamente y en línea recta. Pero cuidado, gracias a las dificultades del terreno y los diferentes puntos en que pueden rodearse algunas zonas, éstos fácilmente llegan a los 20KM (Toda una sorpresa cuando vi el recorrido grabado en mi teléfono). En definitiva, únicamente estos tres senderos implican toda una tarde de caminata a buen ritmo.


Sobre los senderos con guía no voy a explayarme ya que no los tomé. Los guías implican un costo adicional por cada camino elegido, y hubieran también insumido un dia mas de travesía en ver mas o menos los mismos paisajes.




El primer circuito que visité fue el de los Miradores Superiores.


Las intrigantes sierras son el resultado de la elevación de un conjunto de capas producido hace millones de años, y del juego travieso de la erosión sobre la montaña producto del plegamiento, lo que generó quebradas y valles que dejan vislumbrar los distintos cortes sedimentarios conformando un paisaje único. Muestra fascinante de este proceso natural es el llamado Potrero de la Aguada, una sucesión de graderías, acantilados y cornisas que cautiva las miradas y las sensaciones.


Restos fósiles de dos especies han sido hallados dentro del área protegida por el Parque Nacional Sierra de las Quijadas. Se trataría de dos tipos de Pterosaurios, también conocidos como Lagartos Alados. Uno de los ejemplares posee una dentición peculiar caracterizada por barbas que a modo de red, habrían servido al animal para retener los microorganismos de los que se alimentaba filtrando agua. Pueden contemplarse también en este territorio huellas fosilizadas de dinosaurios. Para acceder a este atractivo se requiere de resistencia física y guía habilitado.

Hacé click sobre las fotos para verlas mas grandes.
También podés verlas directamente desde Picasa.

Los arbustos insignes de la ecorregión del Monte de Llanuras y Mesetas son las jarillas. En el Chaco Seco encontrarmos algarrobos y quebrachos blancos, como elementos distintivos. A ellos se unen varias plantas endémicas, entre las cuales sobresale “la chica” (Ramorinoa girolae) de durísima madera, entre arbustos, cactus, quebrachos blancos, y otras especies adaptadas al árido suelo.
Esto puede verse claramente en el pequeño circuito de Fauna Autóctona:


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Entre la fauna se destacan especies en peligro de extinción como el gato moro, la vizcacha colorada y el picho ciego menor; así como también especies de supervivencia crítica como el gato montés, distintos zorros, el puma y el guanaco. Habita el lugar además una apasionante avifauna compuesta por ejemplares de halcón peregrino, cóndor, ñandú, cardenal amarillo, cisne de cuello negro, águila colorada. Todo lo cual hace de este parque un centro de atracción irresistible para los amantes de la naturaleza y la vida.


El último circuito recorrido fue el de Guanacos, para lo cual hay que registrarse, ya que el sendero no está marcado y desde el parque deben llevar un control de los ingresantes, para detectar si alguien se pierde.


Atentamente a medida que se avanza, hay que ir buscando el siguiente mojón: Una pila de piedras entre las cuales, de una a otra, nos van indicando la dirección a seguir. Hacerlo es divertido, pero recomiendo una mínima experiencia o en tal caso, hacerlo en compañía.


Éste es el circuito mas complicado y que más esfuerzo requiere de los tres visitados, pero las vistas al llegar al último mirador, bien lo valen.


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IMPORTANTE: Como el área todavía no cuenta con todos los servicios requeridos para el visitante, es fundamental ir provisto de al menos dos litros de agua por persona, protector solar, gorro, y ropa clara. Un bastón de trekking, si se tiene, ayuda mucho, así como guantes de obra, para algunas partes en donde hay que ayudarse a subir entre las filosas y ásperas piedras que conforman el terreno. Evitar en lo posible el calzado con dry-fit, ya que los espinillos nos jugarán una mala pasada.

¿Cómo llegar?

Desde la ciudad de San Luis se llega por la Ruta Nacional Nº 147. A 120 km, llegando al paraje de Hualtarán, se debe tomar un camino de tierra que se interna en el Parque. Hay que estar muy atento porque el acceso aún no está bien señalizado. Después de recorrer aproximadamente 8 km, se llega al Potrero de la Aguada.


Si el acceso elegido es por la ciudad de San Juan o desde el noreste de San Luis, se toma la Ruta Nacional Nº 20 hasta empalmar con la Ruta Nacional Nº 147.


Sobre el camino de acceso al Potrero de la Aguada hay una proveeduría y un campamento agreste, aunque el parque también cuenta con camping para pasar la noche.


La temporada ideal para visitar el parque es de abril a octubre, para evitar las altas temperaturas.

Mucha mas información en http://www.parquesnacionales.gob.ar/areas-protegidas/region-centro/pn-sierra-de-las-quijadas/


Hasta el próximo viaje!