En este nuevo capítulo de mis esporádicos recorridos la Ciudad de Buenos Aires, me interno en las entrañas de un verdadero titán edilicio. Declarado en 1997 Monumento Histórico Nacional, debido a su calidad arquitectónica, su importancia histórica y por las obras de arte que se hallan en su interior, el ex edificio del Correo Central, hoy, Centro Cultural Kirchner, nos espera para sorprendernos por si mismo, y por las muestras y eventos que dentro de sí transcurren.
Este espacio para artes plásticas, espectáculos musicales y exposiciones fue inaugurado el 21 de mayo de 2015 y está ubicado, como es de público conocimiento, en el edificio que fuera anteriormente sede del
Correo Central de Buenos Aires.
El centro cuenta con más de 100 mil metros cuadrados, más de diez salas de múltiples usos y una capacidad de hasta 5000 visitantes. Es el más importante en tamaño de América Latina
y el tercero a nivel mundial.
Su historia comienza en 2006, cuando el gobierno nacional llamó a un concurso internacional de anteproyectos, a fin de decidir qué nuevo uso darle al edificio para concretar el propósito de emplazar en él el denominado “Centro Cultural del Bicentenario”. Finalmente y de entre más de 340 estudios de arquitectura de más de 20 países, el primer premio se otorgó en noviembre de ese año por decisión unánime del jurado, a los estudios de arquitectura Bares y Asociados (B4FS), de La Plata, y Becker-Ferrari, de Buenos Aires.
El proyecto proponía la restauración, reciclaje y puesta en valor de un edificio histórico, por un lado; y la incorporación de nuevos elementos arquitectónicos, por otro.
Las obras comenzaron en los primeros meses de 2010 y avanzaron en la etapa de restauración de fachadas, transformación de la cúpula en un mirador vidriado y en la adaptación de la llamada "parte noble" en salas de exposiciones. Durante 2012, las obras de construcción continuaron en la otra mitad del edificio que incluye los auditorios y salas de conciertos. El 21 de noviembre de 2012 el Congreso Nacional promulgó la ley Nº 26.794, donde se rebautizó el lugar como “Centro Cultural Dr. Néstor Carlos Kirchner”. La remodelación demandó un presupuesto de 3.811 millones de pesos (700 millones de dólares a la fecha de la inauguración).
- Principales trabajos sobre el Área Histórica: Las intervenciones sobre este sector potencian el valor histórico y patrimonial del edificio sin desvirtuar su naturaleza, con el objetivo de lograr un óptimo aprovechamiento de los espacios, permitiendo a su vez, apreciar la arquitectura y el mobiliario de época. En esta área se destacan los salones: de Los Escudos, el de Honor, el de los Buzones y el Eva Perón.
- Principales trabajos sobre el Área Industrial: Se resignifica con la incorporación de nuevos elementos arquitectónicos, lo que genera un contraste con el área Histórica combinando la elegancia neoclásica del edificio con un sector de modernidad. Incluye una jaula tectónica de columnas metálicas que delinean una nueva fachada interior que permite conservar la estructura envolvente original, y a su vez, soportar la inserción de múltiples espacios donde se desarrollan las actividades culturales de mayor convocatoria. Los tres elementos más importantes de este sector son: El Chandelier, una Gran Sala de Conciertos y una sala de música de cámara para 600 espectadores en el primer subsuelo. Además, contará con diversas salas para exposiciones artísticas y auditorios de menor capacidad. El Chandelier, aparecerá como una estructura vidriada colgando desde el techo, semejante a los grandes candelabros suspendidos en halles y salas teatrales y es además un museo de arte contemporáneo que permite a nuevos artistas exhibir sus obras.
La Gran Sala de Conciertos ocupa un lugar central en este espacio. Se trata de una sala sinfónica con capacidad para 1950 espectadores, nueva sede de la Orquesta Sinfónica Nacional de Argentina. Las patas que la sostienen y su enorme estructura ovalada y curva por donde se la mira, genera la idea de una ballena, de allí su denominación de
“Ballena Azul”. Esta sala tiene un nivel acústico de excelencia y cuenta con un órgano de tubos, de 4 teclados y pedalera, 3500 tubos y 46 registros con 51 voces y 30 toneladas métricas de peso, diseñado especialmente en Alemania por la firma Klais Orgelbau e instalado en el país bajo la dirección de Philip Klais.
En el primer subsuelo, junto a las 5 mil casillas del antiguo correo que fueron restauradas y colocadas allí, funciona un museo que rememora el pasado del edificio.
La revalorización de la cúpula principal del edificio tiene el objeto de convertir un espacio residual en uno de los puntos más significativos del CCK. En este sector se conservó la estructura metálica y su ornamentación, pero se reemplazaron las pizarras por una superficie de doble vidrio facetado que cuenta con un sistema de luces de led de alta tecnología; permite combinar diversos colores y componer formas y banderas de diferentes países. El avance de las obras en esta parte se pueden observar desde el exterior, durante fechas especiales en que la cúpula se ilumina para sumarse a alguna celebración patria, o bien dar la bienvenida a un mandatario de otro país mediante la confección de su bandera. En este mismo nivel, una terraza mirador es el primer punto panorámico público de la ciudad, junto a un sector gastronómico y otros servicios complementarios que se desarrollan en ese piso.
Los invito ahora a descubrir conmigo, el pasado y el presente de este imponente edificio, así como también, algunas de sus privilegiadas vistas de algunos puntos de la ciudad: