domingo, 31 de diciembre de 2017

San Juan natural: El Parque Provincial Ischigualasto (Parte 2)


La semana pasada iniciábamos la Primera Parte del recorrido por Ischigualasto, finalizando el recorrido con algunas vistas de la zona de La Esfinge, y acompañando esa entrega con algunas vistas de los museos del parque. Hoy, terminamos el recorrido con todo lo que nos queda por vivir acá, andando desde La Cancha de Bochas hasta El Hongo, vuelta incluída!

Retomando la marcha llegamos a un punto de estacionamiento, desde el cual partimos en una pequeña caminata por el parque, hasta el sitio denominado Cancha de Bochas.

En el camino rumbo a la cancha se pasan por geoformas diversas, incluso muy cerca de nuestra querida Esfinge, atravesando una zona desértica y muy árida. Llegar y ver las piedras esféricas es maravilloso. Éstas son rocas sedimentarias con concreciones. Lo especial de este lugar es que la erosión ha hecho un trabajo minucioso, dejando gran cantidad de estas formaciones a la vista.

En geología, "concreción" significa la acumulación de materia alrededor de un núcleo o sobre una superficie. En este caso se tienen rocas de dos grados de dureza, siendo la de mayor dureza el componente interno. Por la erosión durante muchos años, la parte más débil va dejando a la vista el interior de las piedras.

¡Asombroso!

La próxima parada es otro clásico: El submarino. Lamentablemente, esta geoforma ha cambiado recientemente debido al desmorone de una de sus partes, lo que nos recuerda que el parque continúa su ciclo de vida, imparable, mutando todo el tiempo debido a los efectos, principalmente, de la erosión. Me dió un poco de pena no conocerlo como lo había visto en tantas imágenes, pero también es cierto que mientras unas formas caen, otras nuevas se yerguen :)

La visita al museo de sitio es la próxima parada en el recorrido, lo cual ya les mostré.

El recorrido oficialmente finaliza en una de las imágenes mas reconocidas del parque: El Hongo.
Desde aquí la vuelta se emprende de contínuo, casi bordeando el murallón mas cercano del limítrofe parque riojano Talampaya, cosa que visitaremos en nuestra próxima entrega.



¡Pero las sorpresas sanjuaninas no termina acá!

Saliendo del parque y rumbo a la capital, entre Valle Fértil y Huaco, se puede disfrutar de la maravillosa Ruta 150. Un obra espectacular llena de túneles, curvas, altura y miradores que realmente hacen del viaje un verdadero destino más.

La ruta tiene una ambición incluso mucho mayor: Unir Ischigualasto (De hecho, gran parte del primer tramo se hace sobre tierras que pertenecen al parque), con el Océano Pacífico, a la altura de la región de Comquimbo, en Chile.

En esta oportunidad, el viaje inicia en el parque, y finaliza con las vistas espectaculares que pude tener desde la Cuesta de Huaco, en Jáchal, punto panorámico muy cercano a la intersección con la Ruta 40. Aproximadamente es un tercio de recorrido de la ruta en su estado actual, concluída hasta Arrequintín, camino al paso hacia Chile de Aguanegra.



Gracias por tantas sorpresas San Juan!! Voy a volver a disfrutarte, es una promesa! :D

La semana que viene, comenzamos la segunda parte de esta maravillosa aventura, trasladándonos hacia la vecina provincia de La Rioja, y comenzando a visitarla, desde el increíble Parque Nacional Talampaya

domingo, 24 de diciembre de 2017

San Juan natural: El Parque Provincial Ischigualasto (Parte 1)

Llegó el dia de cumplir uno de esos grandes sueños. Tras haber recorrido Valle Fertil y haber hecho base ahí mismo, era hora de ir a por más… Ischigualasto, mas conocido coloquialmente como “El Valle de La Luna”, aguardaba mi tan ansiada visita…

Son muchas las emociones, pero vamos de a poco. El recorrido es extenso, y es mucha información, así que lo dividí en cuatro álbums, de los cuales voy a publicar dos hoy, y dos la semana que viene. Sí, realmente esta experiencia fue un bombardeo a los sentidos!

La única contra del viaje, es que al parque se llega en auto. No encontré transporte público que me dejara en la puerta. Recibí algunos datos sueltos, pero la frecuencia era dudosa y tampoco tenía tanto tiempo de viaje como para especular en dedicar un dia completo a él. Mi ruta seguía hacia La Rioja, y esa noche tenía que abordar el micro desde San Juan…

Por lo tanto, contraté una excursión de dos días en Pinkanta, donde no solo me solucionaron el tema del hospedaje esa noche, sino que también usamos ambos días para recorrer el vecino parque de Talampaya, hacer todo lo que les mostré de Valle Fértil, y todo lo que les voy a mostrar la semana que viene por la ruta 150, entre otros puntos que fueron parte de otras crónicas en este desarrollo. Un diez para Yamile por la coordinación general, y para Jorge que en todo momento se presta servicial para parar donde sea a hacer una foto, o para dar toda la data que sabe de los lugares que vamos visitando. Un verdadero lujazo que pocas veces éste peregrino tiene la suerte de poder darse, y que sin dudas, me completó la experiencia :)

Llegamos tempranito, listos para iniciar el viaje por el parque con la primera caravana de visitantes, (Aquí es así: Se arman turnos y se va recorriendo el parque en grupo, en los autos particulares de los visitantes, por los senderos designados, viajando el guía en uno de ellos). Gorro, agua, protector solar… Todo listo! Arrancamos!

Hoy les comparto la primera mitad del recorrido, porque es mucho material y vale la pena verlo de a poco.

Iniciamos en Valle Pintado, una majestuosa vista de irregulares capas superpuestas de arena, con tonos y colores diferentes, producto de los distintos componentes minerales, y este tramo, lo finalizamos en la forma denominada “La esfinge”. Uno de tantos caprichos de la erosión con los que nos encontraremos en este paseo, bautizado según la mirada común, tal como anteriormente había podido ver en el mendocino Cañón del Atuel.



Recordemos que el parque es una antigua laguna de la época triásica. En ella se han encontrado numerosos fósiles y restos de más de 1000 dinosaurios, la mayoría de porte pequeño que, según el guía, son los más antiguos hallazgos en la materia.

Por esto, y como complemento de esta entrega, un mini-álbum con algunas tomas de los museos que podemos visitar en el parque: El Centro de Interpretación y sede del Museo de Ciencias Naturales, y, el Museo De Sitio "Dr. William Sill":



domingo, 17 de diciembre de 2017

San Juan natural: Los tesoros de Valle Fértil

La semana pasada concluíamos un paseo espectacular por el oeste sanjuanino desde el Parque Nacional El Leoncito. Hoy, los invito a un nuevo recorrido natural, pero hacia el lado opuesto: Valle Fértil, nos espera! :)

Nuevamente, comenzamos la jornada en las últimas horas de la noche. El amanecer nos encontró en la Ruta 141, muy cerca del límite sur de la provincia, la cual seguiríamos hasta el encuentro de la Ruta 510, tomándola, encarando el rumbo norte.

Si bien la 141 se había mostrado bastante monótona, andar la 510 fue toda una aventura. A medida que avanzábamos, las continuas subidas y bajadas y el progresivo cambio de paisaje, desde el llano hasta la aparición de los cordones montañosos, hacían muy entretenido el viaje.

La primera parada oficial del recorrido rutero la hicimos en Astica. Propiamente, en MAR-FLOR. Gabriela nos atendió de primera y nos hizo degustar sus especialidades únicas, entre las cuales recordamos con gran cariño de gordito: Las Aceitunas con Nuez en Almíbar, las Peras al Curasao Blue, el Dulce de Tomate Pera y Pimienta, la Mermelada de Perfume de Carnaval (Pera, vino Torrontes, Albahaca y Limón) y el Licor de 3 Citrus (Lima, Mandarina y Cidra). Inolvidables!

Seguimos viaje hacia el norte, y nos internamos en un circuito histórico, para conocer algunas de las costumbres y legado de nuestros aborígenes: Los Morteritos y Piedra Pintada, son dos testimonios de nuestra historia, realmente para el asombro.

El día lo terminamos desde lo alto del Hotel Valle Fértil, disfrutando de las espectaculares vistas de la región.



Pero entre el circuito histórico y el descanso, el día había dejado lugar para un nuevo paseo por la región: Recorrer el Parque Natural Valle Fértil.

Esta Área Protegida bajo la categoría de Reserva de Uso Múltiple, abarca 8.000 km2, ubicados en jurisdicciones de cuatro departamentos: Valle Fértil, Caucete, Angaco y Jáchal.


Fue declarado Parque Natural con la finalidad de proteger un amplio sector de ambientes xéricos, propios de la provincia biogeográfica del Monte, exclusiva de la Argentina. En el área son comunes los matorrales de zigofiláceas de los géneros Larrea (jarillas) y Bulnesia (retamos) junto a varias especies de cactáceas.

El Parque Natural Valle Fértil es un área de gran interés biogeográfico por su carácter ecotonal, mostrando la transición del Monte con el Chaco (serrano y árido). Es uno de los lugares con mayor riqueza natural de la provincia por albergar a muchas especies que no se encuentran en el resto del territorio, por ejemplo, el Rey del Bosque. En las serranías se conservan bosquecillo de Chica endemismo argentino.

Como características, el Parque se presenta como excepción a la aridez generalizada en el territorio sanjuanino. Aquí se encuentran áreas en forma de “lóbulos” o “islas” de menor sequedad. También es el último bastión de la extensa región semiárida argentina, en las estribaciones de la Sierra de Valle Fértil.

Las sierras del área tienen las típicas características de las sierras pampeanas occidentales. Entre los dos principales cordones serranos del área (el Pie de Palo y las Sierras de Valle Fértil) se encuentra una zona árida llamada Travesía del Bermejo. Esta zona se extiende desde el límite con La Rioja al norte, hasta los Grandes Médanos y la depresión del Río San Juan al sur.

La flora del lugar se caracteriza por: Quebracho Blanco, Algarrobo, Mistol, Tala, Quebracho Colorado, Molle, Ancoche, Limoncillo, Chil-Chil, Incayuyo y Poleo. Y la fauna, por: Picaflor cola de cometa, Golondrinas barranqueras, Garza bruja, Pato picazo, Pato zambullidor chico, Chinchero grande, Chuña patas negras, Paloma manchada, Lechuza de campanario, Picabuey, Sururi real, Águila mora, Guanacos, Comadrejita común, y Quirquincho bola, entre otros.



La semana que viene, comenzamos a vivir el último y mas grandioso destino de este tour por San Juan, desde Ischigualasto, el famoso Valle de la luna!

domingo, 10 de diciembre de 2017

San Juan natural: El Parque Nacional El Leoncito

Hoy terminamos un viaje mágico y maravilloso por el sudoeste sanjuanino, recorriendo gran parte del departamento de Calingasta. Primero, fuimos desde Talacasto hasta Calingasta, y luego, desde Calingasta hasta el Barreal Blanco. Hoy, cerramos el circuito con una jornada de trekking en el Parque Nacional El Leoncito, y una visita al Observatorio CASLEO, cito aquí, en el principal complejo astronómico de Argentina.

En sus casi 90.000 ha, el parque conserva muestras representativas de especies vegetales (especies xerófilas, de ambientes húmedos, de alta montaña y altoandinas), preserva el hábitat de especies animales amenazadas (suri cordillerano y guanaco), y protege tanto sitios históricos, (como el casco de la estancia El Leoncito), así como también yacimientos de importancia paleontológica y arqueológica. Aquí existía la presencia de un valle el cual le dio el color blanco radiante que lo caracteriza.

A continuación, el primer álbum, recopila una serie de postales, obtenidas de las caminatas por los llanos:




Dentro del parque pueden distinguirse diferentes paisajes, como una entremezcla entre la eco-región de Monte de Sierras y Bolsones, Puna y Altos Andes, lo cual puede apreciarse en plenitud desde los miradores.

Pocos lugares en el mundo pueden jactarse de tener un cielo con la calidad y claridad del que aquí se encuentra. El Leoncito contribuye al mantenimiento de ese cielo, evitando las consecuencias de actividades humanas que generan luces y polvo atmosférico. Su limpieza y diafanidad, con un número cercano a las trescientas noches despejadas por año, son condiciones ideales para la observación.

Por este motivo y debido a su altura, en el parque también funcionan el Observatorio Félix Aguilar (ex Observatorio Astronómico Dr. Carlos U. Cesco), y el Complejo Astronómico El Leoncito (CASLEO), uno de los más importantes del país.

Tuve la suerte de visitar este último, por lo que el último álbum de este recorrido comprende no solo algunas vistas desde los miradores, sino también la visita al CASLEO, y, algunas tomas desde la vuelta de esta inolvidable jornada:



La semana que viene, nos vamos hacia la otra punta de San Juan, en la búsqueda de Valle Fértil

domingo, 3 de diciembre de 2017

San Juan natural: Desde Calingasta hasta el Barreal Blanco

En la primera parte de este circuito, descubrimos parte del oeste sanjuanino, desde Talacasto hasta Calingasta. Hoy, continuamos descubriendo los tesoros de la región, recorriendo desde Calingasta, hasta el Barreal Blanco de la Pampa del Leoncito.

Continuamos desde la cabecera del departamento, por la ruta 149, hacia el sur, bordeando el Rio de Los Patos, y haciendo una primera parada a poco de pasar las Ruinas de Hilario, próximas a Tamberías, en el Cerro Alcázar, una formación rocosa de 1600 m. de altitud, la cual constituye un monumento natural que la imaginación asocia con el histórico "Alcazar de Sevilla".

El camino sigue proponiendo postales maravillosas, únicamente interrumpidas por las pequeñas poblaciones y asentamientos rurales. La mayoría conserva gran parte de su añeja edificación de adobe. Al poco andar se encuentran las Ruinas de Hilario que datan de la época de Sarmiento (año 1864) donde se encuentran un conjunto de puertas y ventanas con forma ojival, chimeneas, bocas de túneles y paredes de sólidos adobes que emergen a la vera del camino, testimonio de las primeras fundiciones metalíferas del departamento.

Poco mas adelante, al pasar Sorocayense, hacemos un alto en Villa Pituil, Barreal, mitad para aprovisionarnos para el almuerzo, y mitad para disfrutar de una vista increíble en el mismísimo borde del pueblo: A la vera del Rio de Los Patos, tendríamos una de las panorámicas cordilleranas mas increíbles de la jornada, cubriendo principalmente todos los cerros, desde el Aconcagua, hasta La Totora. Increíble!

Y todavía había más por recorrer… Al final de este tramo, nos aguardaba el Barreal Blanco de la Pampa del Leoncito.

La planicie se encuentra en el lateral del camino que une la localidad de Barreal, con el Parque nacional El Leoncito. El Barreal Blanco es una seca planicie perfectamente lisa de alrededor de 10 km de largo por 3 de ancho, creada a partir de la evaporación de una cuenca lacustre reciente, del Holoceno, siendo el color de los sedimentos superficiales blanquecino, por corresponder a limos y arcillas de cementación salina.

Por fuera de los límites de la "Pampa" la flora típica está constituida por arbustos y pastizales propios de la ecorregión monte de sierras y bolsones, que desaparecen en su interior, dejando una superficie compacta, con resquebrajaduras poligonales y carente de toda vegetación.

El clima de la zona es mayormente seco, siendo la característica predominante del clima, los vientos, que en algunos casos llegan a ráfagas de hasta 100 km/h, Aunque ocasionalmente, la "pampa" se cubre totalmente de agua, producto de las lluvias torrenciales que se suman al escurrimiento proveniente de la Sierra del Tontal, límite oriental de la planicie.​

Las características del terreno y la casi constante presencia de viento sostenido resultan especialmente aptas para la práctica de carrovelismo (carro vela o windcar), deporte no convencional que consiste en el desplazamiento en carros bajos, generalmente de 3 ruedas, impulsados por el viento que actúa sobre una vela, similar a las que se utilizan en algunos deportes náuticos. Estos pequeños carros, cuya estructura principal se encuentra a pocos centímetros del piso, adquieren velocidades superiores a los 120 km/h.

Pero no nos adelantemos. Ya tendría oportunidad de experimentar esta práctica en un futuro no muy lejano, en la vecina provincia de La Rioja…



La semana que viene, concluimos este paseo, internándonos en el Parque Nacional El Leoncito