Una hora me separó de la pequeña localidad, y si bien tenía todo el día para recorrer la pequeña localidad, (Con lo que claramente me sobraban horas), decidí no esperar demasiado e ir avanzando entre los claros que por momento me dejaban caminar. Cuando la lluvia se hacía muy copiosa, esperaba bajo algún toldo o en algún comercio, mas cuando cesaba, retomaba mi ruta.
Fue a pesar de mi entusiasmo, algo complicada la vuelta por el clima, y aunque finalmente resultó mas pequeña de lo que tenía en mente, de todas formas me permitió recorrer y conocer la identidad del pueblito. E incluso, a pesar de lo casi solitario de mi paseo, tuve oportunidad de charlar con algunos lugareños, lo que siendo un domingo lluvioso de carnaval y a la hora de la siesta, ya es mucho pedir.
En fin, el agua me acompañó tal vez, en el destino mas oportuno de mi recorrido para encontrarme con ella, completándome el paisaje regional, ya que no pocos desastres hídricos azotaron a este partido en su historia, ya sea por desconocimiento, o por falta de planificación.
Ahora si, piloto, paraguas y fundas listas… Y a recorrer Villegas!
La próxima semana, completamos el recorrido desde la increíble Trenque Lauquen…