La Provincia de Mendoza es una de las principales capitales vitivinícolas del mundo, y atrae numerosos turistas que recorren los circuitos de viñedos y bodegas.
Si bien en la ruta del vino mendocina lo predominante es la vid, también encontraremos establecimientos en donde se producen encurtidos y frutos secos y disecados: Aceitunas, pasas de uva, tomates secos, y una infinita variedad de delicias nos acompañarán en este camino, como para no dejarnos tomar con el estómago vacío ;)
Los establecimientos son de lo mas variados, pasando desde las grandes industrias a los modestos establecimientos artesanales en un abrir y cerrar de ojos. Todos invitan a pasar y recorrer, abriendo sus puertas a veces con guías, y a veces, son sus propios dueños los que nos hacen recorrer y degustar sus productos, para luego ofrecernos llevar esas experiencias a precios tremendamente convenientes.
Un paseo de todo el día, tan infaltable como inolvidable.
Y si de la periferia y las costumbres trata este circuito, hay un punto muy importante que no podemos dejar de conocer, y es el de la fe.
Este pequeño circuito completa las ya visitadas iglesias capitalinas, y podemos realizarlo tanto desde Lujan de Cuyo en la Iglesia de La Carrodilla, como desde El Challao, en las estaciones de Nuestra Señora de Lourdes.
En los dias previos, casi todos los locales comerciales y dependencias de atención al público, exhiben orgullosos la foto de las reinas de las regiones de donde son oriundos los dueños de los mismos. Un detalle muy singular que no pasa inadvertido a los ojos de ningún visitante.
Desde el año 1936, y a principios de marzo de cada año, distintos momentos se han hecho protagonistas: Desde la Bendición de los Frutos hasta el desfile nocturno de las reinas departamentales en sus carros por las calles de la ciudad capital. Justamente éste es el momento que les traigo para ilustrar las celebraciones, el titulado “La Vía Blanca”.
El circuito callejero convoca a todos por igual, quienes van a “hinchar” con pancartas a la princesa de su localidad, y a recibir los frutos característicos de su región (usualmente uvas, melones, peras, etc…), los cuales son arrojados sin reparo a los espectadores que los esperan con los brazos en alto, e incluso, con improvisados canastos adosados a un palo que hace las veces de extensión.
Los carros por su parte están preparados con mucho trabajo y dedicación, con un despliegue tecnológico que pocas veces vi: Verdaderas escenografías rodantes con luces y sonido de primerísima calidad, transportan no solo a cada pequeña corte, sino también muchas veces a músicos en vivo y/o a bailarines, cuando no nos dan la sorpresa de algún pequeño show de fuegos artificiales o de lluvia de papelitos de cotillón. ¡Maravilloso!
Un gran desfile para presenciar, sin dudas… (Y como si esto fuera poco, al terminar el circuito, muchos de los camiones quedan estacionados fuera del recorrido, ofreciendo mini recitales con sus músicos, a los vecinos que se acercan. La devoción de unos por otros, no tiene fronteras)
Una segunda parte de este desfile convoca al mediodía del día siguiente, en el desfile diurno, llamado “Carrousel de las Reinas”.
El espectáculo mayor tiene lugar a partir de esa misma noche y por dos noches consecutivas más, en el ya famoso Teatro Griego Frank Romero Day, escenario emblemático donde la elección de la reina. Aquí el público goza de uno de los eventos más importantes del país, con centenares de artistas en escena y una iluminación y efectos pocas veces vistos en el mundo para tal magnitud de invitados.
Por todo esto, la Fiesta Nacional de la Vendimia es uno de los eventos populares más importantes de Argentina.
La semana que viene, encaramos ya las vistas naturales, desde la Laguna del Diamante y el majestuoso Volcán Maipo…