domingo, 3 de septiembre de 2017

Conociendo Santiago de Chile – El Santuario Nacional de Maipú

Y finalmente llegamos al último destino de este recorrido! Después de recorrer los barrios Brasil y Yungay, me acerqué a la línea 5 del metro, justo en la entrada del Parque Quinta Normal, para bajar en la estación Plaza Maipú, desde donde luego de una pequeña caminata por el centro del barrio, llegaría al Santuario Nacional de Maipú.

La primera sorpresa se hizo presente durante el viaje: Nunca había tomado un metro en cuyo recorrido, literalmente saliera a la superficie, en altura, para luego retomar su camino en vía subterránea. Un detalle que le agregó emoción y variedad al viaje.

El centro de Maipú es muy concurrido, y está lleno de ferias y puestos de venta ambulante y artesanías, como para quedarse curioseando por dias.
El recto y breve camino por la Avenida 5 de Abril, me llevó al Santuario, donde como era de esperar, el paisaje sería muy distinto.

El Templo Votivo, o Santuario de Maipú, es un monumento conmemorativo a la Batalla de Maipú, obra del arquitecto Juan Martínez Gutiérrez, ganadora de un concurso convocado en el año 1943. Su construcción duró más de treinta años hasta su inauguración el 24 de octubre de 1974. En este templo parecen haber dos universos conceptuales: El religioso que orienta la propuesta hacia un espacio configurado con un sentido procesional para la veneración de la Virgen, y el conmemorativo que define su lenguaje expresionista y su escala monumental. Verdaderamente un coloso que hay que vivir para creer, y es acá donde no me alcanzan las palabras para expresar lo pequeño que uno se siente ante semejante mole.


El Templo está emplazado en una amplia explanada. En él se alinean las ruinas de la Capilla de La Victoria y el Templo con la imagen de la Virgen. Lo antecede una enorme plaza de forma ovalada que se configura a partir de unas columnatas laterales de 8 metros de alto dispuestas sobre una plataforma horizontal. Este espacio constituye el atrio del Templo y su gran superficie responde a las multitudinarias manifestaciones religiosas que en él se desarrollan; está rodeado por una gradería que desde el acceso oriente parte a la misma altura de la plataforma al nivel de la calle y va descendiendo siguiendo la pendiente del terreno, lo que incrementa el número de peldaños justo al frente de la fachada del Templo.


Las columnatas de la plaza parecen abrazar las ruinas de la Capilla de La Victoria, y conforman un recorrido procesional hacia el santuario de la Virgen, que se inicia en el exterior siguiendo la plataforma curva, al abrigo del alero soportado por la columna. Este espacio en cuanto atrio se asemeja mucho a la Plaza de San Pedro en el Vaticano.


Esta construcción, por su escala, constituye sin dudas el hito urbano más importante de la zona, y las vistas que hay desde su punto accesible mas alto, como van a ver en el álbum, no tienen desperdicio.




La próxima semana terminamos esta primera visita a Chile, disfrutando del paisaje andino… Desde el cielo!