En sus casi 90.000 ha, el parque conserva muestras representativas de especies vegetales (especies xerófilas, de ambientes húmedos, de alta montaña y altoandinas), preserva el hábitat de especies animales amenazadas (suri cordillerano y guanaco), y protege tanto sitios históricos, (como el casco de la estancia El Leoncito), así como también yacimientos de importancia paleontológica y arqueológica. Aquí existía la presencia de un valle el cual le dio el color blanco radiante que lo caracteriza.
A continuación, el primer álbum, recopila una serie de postales, obtenidas de las caminatas por los llanos:
Pocos lugares en el mundo pueden jactarse de tener un cielo con la calidad y claridad del que aquí se encuentra. El Leoncito contribuye al mantenimiento de ese cielo, evitando las consecuencias de actividades humanas que generan luces y polvo atmosférico. Su limpieza y diafanidad, con un número cercano a las trescientas noches despejadas por año, son condiciones ideales para la observación.
Por este motivo y debido a su altura, en el parque también funcionan el Observatorio Félix Aguilar (ex Observatorio Astronómico Dr. Carlos U. Cesco), y el Complejo Astronómico El Leoncito (CASLEO), uno de los más importantes del país.
Tuve la suerte de visitar este último, por lo que el último álbum de este recorrido comprende no solo algunas vistas desde los miradores, sino también la visita al CASLEO, y, algunas tomas desde la vuelta de esta inolvidable jornada:
La semana que viene, nos vamos hacia la otra punta de San Juan, en la búsqueda de Valle Fértil…